Por Alberto Giovanelli
Este 9 de octubre se conmemoró el 58º aniversario del asesinato en Bolivia del comandante Ernesto Guevara de la Serna, a quien todos hemos conocido mundialmente conocido como el Che. El guerrillero argentino-cubano se ha convertido en uno de los iconos más famosos del mundo. Su rostro es sinónimo de rebeldía, especialmente entre los jóvenes. A pesar de los intentos de comercializar su figura y convertirlo tan solo en una remera o camiseta publicitaria, el Che, su vida y pensamiento traspasaron todas las fronteras.
Hoy queremos recordar un aspecto poco conocido de su recorrido como revolucionario internacionalista, el vínculo que El Che tuvo con la lucha del Pueblo Palestino.
Pocos recuerdan la visita del Che Guevara a Gaza en 1959 ante una de las primeras señales de la transformación de la colonización sionista de Palestina de conflicto regional a lucha mundial contra el colonialismo. El disparador fue la conferencia de Bandung en 1955 y el resultante el movimiento de países no alineados, donde convocados por la figura muy destacada para la época como Nasser llevó a líderes mundiales a ver por sí mismos las devastadoras consecuencias de la limpieza étnica de Palestina, claramente demostrada en los campamentos de refugiados de Gaza.
La Franja de Gaza se convirtió en el símbolo de Palestina. Esta pequeña astilla de tierra (el 1,3% de Palestina) era el único lugar donde se seguía izando la bandera palestina. Soportó una gran parte de la carga de Al-Nakba cuando se convirtió en el refugio temporario para los habitantes de 247 aldeas, expulsados de sus casas del sur de Palestina. Las aldeas del sur fueron sometidas a la limpieza étnica por la operación militar israelí “Yoav”, también llamada “Las Diez Plagas”, en octubre de 1948. No quedó en pie ni una sola aldea palestina. Este acto de limpieza étnica total fue impulsado por varias masacres perpetradas en Al-Dawayima, Bait Daras, Isdud, Burayr, entre otras.
La ocupación de la tierra palestina y la expulsión de su población dieron lugar a un movimiento de resistencia, conocido entonces como Los Fedayines. Estos combatientes de la resistencia cruzaron la línea de Armisticio para atacar a los ocupantes de su tierra.
Para detener las incursiones de los fedayines y eliminar la idea de resistencia, Israel atacaba continuamente los campamentos de refugiados de la Franja de Gaza.
El presidente egipcio Gamal Abdel-Nasser, que asumió el poder en Egipto en julio de 1952, firmó el primer acuerdo sobre armamentos con el bloque soviético por armas que los británicos le negaban. También autorizó la resistencia de los fedayines organizándolos oficialmente al mando del coronel Mustafa Hafez.

El 29 de octubre de 1956 Israel invadió el Sinaí junto con Gran Bretaña y Francia. Los soldados israelíes atacantes entraron en Khan Yunis el 3 de noviembre de 1956, sacaron de sus casas a todos los varones de entre 15 y 50 años de edad y dispararon contra ellos a sangre fría en el umbral de su propia casa o contra una pared en la plaza principal del pueblo. 520 nombres fueron registrados en la lista de los asesinados. A la semana siguiente otra masacre de refugiados fue perpetrada en Rafah. Hubo un ensordecedor silencio en Occidente.
Como consecuencia de este desarrollo político, el Che Guevara, revolucionario e internacinalista consecuente, fue a visitar la Franja de Gaza por invitación de Nasser.
La visita de Guevara fue trascendental. Fue la primera vez que un revolucionario famoso iba a ver de primera mano la devastación producida por Al-Nakba. Fue recibido con gran entusiasmo por los líderes de la resistencia, como Abdullah Abu Sitta, líder de los fedayines y líder del frente sur en la Revuelta Árabe de 1936 y Qassem El-Farra secretario de la municipalidad de Khan Yunis que llevaba los registros de los fedayines y sus actividades. Ambos eran miembros del Consejo Legislativo Palestino.
Según cuentan los testigos, Guevara dijo a los refugiados palestinos que “deben luchar para liberar su tierra. No hay otro camino sino la resistencia a la ocupación”. Admitió que su caso era “complejo” porque los nuevos colonos judíos ocuparon sus casas. “El derecho finalmente debe ser restituido”, afirmó.
Mustafa Abu Middain, líder del campamento de Al-Bureij, llevó a Guevara a visitar el campamento y le mostró las situaciones de pobreza y penurias. “Tenemos la peor situación de pobreza”, replicó Guevara. “Tienes que mostrarme qué has hecho para liberar tu país. ¿Dónde están los campos de entrenamiento? ¿Dónde están las fábricas de armas? ¿Dónde están los centros de movilización del pueblo?”
Después de la visita, Cuba por iniciativa del Che, dio becas a estudiantes palestinos, concedió ciudadanía cubana a muchos de ellos y celebró muchas conferencias en apoyo a Palestina.
Hoy Palestina es el símbolo de la lucha por la liberación del más trascendente duradero proyecto colonialista. Es por eso que cuando el mundo entero se levanta en apoyo a la lucha del pueblo Palestino en contra del genocidio sionista, recordar al Che es rendirle homenaje a su lucha permanente por la liberación y la independencia de los pueblos del mundo.




