La crisis del bloque imperialista no tomó vacaciones. Crecen las incógnitas políticas, económicas y sociales.
G7 o Anton Pirulero. El comunicado final y la fotografía de familia no pudieron esconder que las potencias mundiales no llegaron a acuerdos significativos. El telón de fondo de sus sesiones fueron las tensiones que los enfrentan, en síntesis, la crisis. En el G7 «cada cual atiende su juego», mientras la UE naufraga en el Mediterráneo.
Con Brexit, sin Parlamento. En Gran Bretaña, el primer ministro Boris Johnson ha recortado los días de sesión parlamentaria. Ante el vencimiento del plazo del 31 de octubre, no quiere que los diputados tengan tiempo para debatir y votar contra un Brexit sin acuerdo. La Reina avaló la grave medida antidemocrática.
Al momento de escribir esta nota, Johnson ha perdido la mayoría y no hay quién pueda saber cómo terminará todo: ¿Brexit duro, negociación o elecciones? Todo es posible.
Sale Merkel, ¿entra recesión? Angela Merkel está en su ocaso, debilitada políticamente y soltando el timón de la UE que mantuvo con mano firme durante décadas. Encima, se prendieron las luces de alerta ante la posibilidad que Alemania entre en recesión económica, con todo lo que ello implicaría en el marco de un posible nuevo crack mundial.
Ídolo con pies de barro. Emmanuel Macrón negoció importantes cargos para Francia en la conducción de la UE. En el G7 fue protagonista de encuentros con los principales líderes y se postula para reemplazar a Merkel
Incluso fustigó a Bolsonaro por los incendios en la Amazonia. En la arena internacional, aparece a la ofensiva, pero la moneda tiene dos caras. En el lado B, la popularidad del presidente francés está por el piso, los “chalecos amarillos” lo pusieron en problemas. Ahora prepara una reforma impopular para aumentar la edad jubilatoria y sigue reprimiendo. En Francia se avecinan nuevas luchas y tormentas políticas.
Mal cálculo. El exministro italiano Mateo Salvini amenazó con una moción de censura al primer ministro Giuseppe Conte, quien dimitió ante el presidente Sergio Mattarella. Así el ultraderechista dinamitó el gobierno del cual formaba parte (Liga y Movimiento 5 Estrellas) en menos de catorce meses.
Confiado en las encuestas, quiso forzar elecciones para quedarse con todo el poder. Sin embargo, le salió el tiro por la culata ya que podría gobernar una coalición entre el M5S y el Partido Democrático (PD). La incertidumbre volvió a instalarse en Italia.
Aún sin gobierno electo. España sigue sin presidente electo y existe la posibilidad de que haya nuevas elecciones. El PSOE de Pedro Sánchez, sigue jugando con fuego en un país en el que no se ha terminado de salir de la crisis económica y el régimen monárquico-parlamentario está agotado. La sentencia. El Tribunal Supremo dictará sentencia para los presos políticos independentistas y no será la absolución, lo cual será rechazado por los catalanes que quieren la República y la Libertad. Quieren escarmentar al pueblo por la realización del Referéndum del 1-O, pero la movilización no ha sido derrotada.
Tembladeral. La UE seguirá trayendo crisis, ajustes, represión y recorte a las libertades democráticas. No hay que depositar ni un gramo de confianza en los defensores del capitalismo y sus instituciones. Ellos sólo pueden garantizar injusticias, guerras, pérdida de conquistas obreras, sociales y democráticas.
Huelgas, movilizaciones y reclamos. En Londres miles de personas ganaron las calles contra la medida antidemocrática de Boris Johnson. En Biarritz hubo enfrentamientos y movilizaciones contra el G7. En Francia habrá medidas de distintos sectores de trabajadores y está anunciada una huelga general para el 24 de septiembre. El 11 de septiembre será la Diada catalana que moviliza miles y miles de personas, como paso previo a una respuesta de lucha ante la sentencia a los presos políticos.
A pesar de los traidores. Cuando se acercan momentos definitorios, los políticos burgueses y los dirigentes sindicales traidores frenan y dividen los reclamos. A pesar de ellos, hay luchas. Apoyarlas es la primera tarea de los grupos y partidos que integramos la Liga Internacional Socialista.
Hay otra salida. Los partidos “euroescépticos» y los «europeístas» son dos caras de la misma moneda capitalista. Es necesario construir alternativas políticas anticapitalistas, y partidos revolucionarios, socialistas e internacionalistas. En el camino de una salida de fondo, estratégica: romper con la UE y que gobiernen los trabajadores en una libre Federación de Repúblicas Socialistas, al servicio de las necesidades de las grandes mayorías.
Rubén Tzanoff