Desde Guayaquil- Jorge Estrella
Durán, 11/10/19
Hay una expresión idiomática que usan los colombianos, cuando alguien los engaña; «no me mames gallo». Moreno, el Boltaire, nos viene mamando gallo, con inusitado cinismo en estos días.
Frente a la medida de hecho de las organizaciones populares e indígenas contra la eliminación del subsidio a los combustibles, que, en realidad, va más allá del eufemismo con que se elaboró el texto del decreto 883.
En realidad, este Decreto, libera el precio de los combustibles y desde ahora su costo lo decidirá el mercado de carburantes, y el criterio o niveles de utilidad que las empresas petroleras y sus comercializadoras quieran.
Por lo tanto, no solo que subió en un 130% el costo de la gasolina y el diésel, sino que su precio se incrementará de acuerdo a las demandas del mercado.
Tantas mentiras viene diciendo el presidente y continúa, ahora dice que de los recursos que se obtendrán producto de estas medidas, se proponen crear un Fideicomiso, para que se utilice a favor de las comunidades indígenas,
Otro cuento monumental, que ojalá sea denunciado por los pueblos y nacionalidades del Ecuador, como una artimaña artera de quien solo se ha preocupado por beneficiar a los más ricos, mientras que ha causado tanto dolor en los más pobres.
¿Pero cuál es la mamada de gallo cuántica con este anuncio?
Simple, el retiro del subsidio, no genera ingreso alguno para el Estado, en la medida de que no genera utilidad para el Estado la compra de derivados del petróleo, y al contrario, lo que evita que esos recursos que se utilizaban del presupuesto general del Estado, ya no se usen para este fin, y se destinen como lo establece el acuerdo criminal con el FMI, para el pago de la deuda contraída con ese banco corsario imperialista.
Es decir servirán para cubrir el déficit, ocasionado por el feriado tributario (4500 millones de dólares) ,la eliminación de aranceles a productos importados, a cubrir la rebaja al impuesto a la salida de capitales, el perdón al cobro de impuesto a la renta adelantado que evitaba defraudación tributaria, etc. Este desbalance en el presupuesto general del Estado, se lo tiene que cubrir con endeudamiento público y para eso se elaboró todo el paquete de medidas que van desde el retiro del subsidio a los combustibles, recorte en gasto social, a programas de salud, educación, desarrollo infantil, reforma a la estructura del Estado recortando entidades públicas al servicio de los pobres, venta de activos del Estado, reducción de funcionarios, precarización laboral, etc.
Todos los recursos obtenidos producto de estas medidas se utilizarán para pagar la deuda con el FMI, y la contraída en más de 20.000 millones de dólares con organismos de crédito multilaterales.
Por lo tanto, no existe forma racional alguna de destinar recursos a un fideicomiso, que no es otra cosa que una mamada de gallo más, al igual que todos los cuentos que se ha inventado…. Se puede engañar a unos algún tiempo, a pocos todo el tiempo, pero no a todos todo el tiempo.