Francia: contra Macron y su reforma jubilatoria: ¡huelga general!

De La Comuna, sección francesa de la LIS

La demostración de fuerza de las y los trabajadores contra la reforma jubilatoria iniciada el 5D continúa y algunos sectores muy determinados como los ferroviarios (SNCF) y el transporte público (RATP), la educación nacional o refinerías están en su 12º día de huelga. Esta huelga, a un año del movimiento de los chalecos amarillos, es una prueba de la determinación de la clase obrera de encarar un combate directo y frontal contra Macron y su política. Las burocracias sindicales están desbordadas, las masas exigen el retiro total del proyecto de reforma. ¡Y no otra cosa!

La huelga del 5D fue cumplida masivamente con tasas muy altas[1]: en ferroviarios, 55.6% en promedio (frente a 33.9% en el apogeo de la huelga en primavera 2018 contra la reforma ferroviaria, datos de la empresa) y paró el 85.7% de los conductores, el 73.3% de los controladores, el 57% de los señaleros, o sea menos de un tren cada 10; sobre 15 líneas de subte 10 cerraron por completo (incluidas dos automáticas y tres al azar), decenas de líneas de autobuses cerradas al apenas asegurar un 20% del tráfico; una movilización histórica en la educación nacional con 70% de huelguistas en primaria (cerró una de cada tres escuelas) y 75% en secundaria (51 y 42%, según el Ministerio); en el sector eléctrico de 50% a 60% (41% según la dirección) con picos de 85% en el área de tuberías nucleares y 100% en el de tuberías térmicas; 45% de huelguistas en los estatales (32% según el Ministerio). También hay huelgas en el control de tráfico aéreo, Air France (20% de los vuelos cancelados en el territorio, 15% en los de media distancia y 30% en los nacionales), refinerías (7 paradas sobre 8), puertos y muelles, transporte de ruta y urbano, correos, justicia, industria alimentaria, metalúrgica, comercio y distribución…

Las marchas fueron la demostración del poder de la huelga con más de un millón y medio de manifestantes contados en las 250 movilizaciones organizadas. Ciudades pequeñas, medianas o grandes, casi en todas partes, inéditas desde 1995 (plan Juppé sobre pensiones) o 2003 (ley Fillon sobre pensiones). Las columnas fueron muy masivas: 250 mil manifestantes en París, 150 mil en Marsella, 100 mil en Toulouse, 25 mil en El Havre, 25 mil en Nantes, 20 mil en Clermont-Ferrand, 30 mil en Grenoble, 20 mil en Caen, 20 mil en Valence, 17 mil en Le Mans, 15 mil en Brest, 15 mil en Nimes, 12 mil en Aviñón, 10 mil en Lorient, 9 mil en La Rochelle, 8 mil en Dijon, 7 mil en Angulema, 7 mil en Niort, 5 mil en Belfort.

 

El desarrollo de los hechos desde el 5D

 

La decisión de iniciar la “huelga ilimitada hasta la retirada de la reforma” el 5D nació el 13 de septiembre del llamado de los sindicatos del transporte, con un 90% en huelga contra la liquidación de su régimen jubilatorio especial que planeaban Macron, Philippe y Delevoye. A ese llamado de sindicatos, activistas y trabajadores de base pronto se unieron diferentes sectores como FF.CC., químicos, transporte, luz, municipales y abogados, que asumen la consigna de “retiro” mediante la movilización y la huelga. Ese llamado y esa determinación contrastan con la benevolencia de toda la cúpula sindical de las centrales, tendientes a “discutir” y “negociar” otra reforma con el gobierno. Anunciada durante el verano, la jornada de acción de 24 horas convocada por CGT-FSU-SUD el 24S fue floja. El fracaso también es amargo (como ya hemos escrito[2]): apenas 150.000 personas contó la CGT en las 170 marchas organizadas en el país.

El 5D se prevé masivo a medida que los sindicatos de base, uniones locales, departamentales y federaciones de la CGT, FO, SUD y FESU se unen al llamado. Aislados de la base, dejados atrás, buscando “retomar el control” de un movimiento que se les escapa, las burocracias de las confederaciones CGT, FO, SUD y FSU y cuatro organizaciones juveniles (UNEF, FIDL, UNL y MNL) se ven obligadas a llamar. 16-O, casi un mes después de la Intersindical del transporte, a “un primer día de huelga interprofesional” contra el proyecto de reforma jubilatoria por puntos.

Asamblea en los archivos nacionales

Después del éxito de la marcha del 5D, la Intersindical confederal que se reunió el 6 intentó recuperar el control del movimiento y anunció una segunda jornada interprofesional el 10D. Obviamente, esa nueva jornada se basa en un llamado antagónico del que solo las confederaciones tienen el secreto: ¡retiro de la reforma y negociaciones! Entre el 5 y el 10D, los sectores a la vanguardia (sobre todo RATP, SNCF, refinerías y educación nacional) retomaron la huelga y mantuvieron la presión sobre Macron, su gobierno y los departamentos federales con una sola consigna: ¡el retiro!

Mal preparada, la huelga del 10D será menos seguida, con 885 mil manifestantes según la CGT. Antes de los anuncios del primer ministro Philippe, que se harán al otro día, el 10 a la noche durante una nueva reunión interconfederal, antes de su final, ¡la CGT anuncia por tweet un nuevo día de acciones locales el 12 y posterga al 17 una jornada nacional interprofesional! Es la táctica de las jornadas de huelga salteadas y la división de los trabajadores contra el “todos juntos a la vez”.

Al otro día, 11D, Philippe presentó las líneas del proyecto del gobierno para reformar el sistema jubilatorio, sin sorpresa: el fin del sistema de reparto a favor de otro por puntos y, por ende, la abolición del régimen general y 42 regímenes especiales, cálculo de derechos abiertos a lo largo de toda la carrera, implementar la edad eje a los 64 años, descuento, penalización, etc.

La CFDT, rama sindical de la central patronal MEDEF totalmente adicta a la reforma, luego entró en el baile y critica la decisión del gobierno de poner como edad eje 64 años. “Línea roja” ficticia para justificar al fin su alineamiento con la jornada del 17 D… Una gran mascarada interpretada por Laurent Berger, casi coautor de la reforma, y que sabía del acuerdo antes del discurso del primer ministro sobre la edad eje, como indicó una fuente del Elíseo[3]: la CFDT “estaba al tanto de los acuerdos y orientaciones generales, incluso la edad eje, y sabía las orientaciones que el primer ministro pretendía dar a la reforma”. Por supuesto, el plan de Berger-Macron-Philippe es poner a los sindicatos reformistas por un tiempo en la categoría de opositores a la reforma y luego hacer que firmen un acuerdo que pondría fin al movimiento y la huelga.

Las manifestaciones del 12D, verdaderos mercados persas donde cada sector “amplifica la movilización” a su modo no es, por su naturaleza y función, un gran éxito. Sin embargo, la bronca está intacta y nuevos sectores tratan de abrirse camino. El sindicato Alianza Policial aprovechó para presionar a Philippe-Castaner y firmó un acuerdo de principio con el gobierno, garantizando mantener el régimen previsional especial para la policía, lo que hizo estallar la intersindical policial[4]. Descomprimen también en la educación nacional: el ministro Blanquer recibe a los sindicatos para anunciarles que sus pensiones no caerán… ¡porque sus aportes aumentarán! Esto apenas convence a la central UNSA e incluso la CFDT sale dudosa.

Hoy estamos en el 12° día de huelga, las intersindicales de los ferroviarios y del transporte público se mantienen pese a la presión de la conducción burocrática de la UNSA, que quiere ir a negociar por su propia cuenta. Junto con refinadores y estibadores de Le Havre, Marsella, La Rochelle, con importante apoyo de la población, los huelguistas del transporte abrieron el camino a la huelga general. ¿Será suficiente frente a los planes anti-huelga de los aparatos sindicales, que convocan a cuentagotas y dividen a los sectores y a los huelguistas para evitar por todos los medios lanzar la consigna de huelga interprofesional renovable?

El 17D promete ser un gran día de huelgas y marchas. Solo tres días después comienzan las vacaciones escolares, un momento en que la relación de fuerzas será necesariamente menos favorable.

¡El desafío para las próximas horas y días radica en la capacidad de las y los huelguistas para contrarrestar y desbordar a los aparatos para imponer la consigna de huelga general hasta el retiro de la reforma!

El gobierno, al borde de la ruptura, incluso debilitado por un nuevo escándalo que esta vez toca el corazón de su reforma jubilatoria, en la persona de Jean-Paul Delevoye, alto comisionado para las jubilaciones[5], sospechado del delito de conflicto de intereses, está en una posición insostenible y sólo sigue en su cargo gracias al apoyo del gobierno y a las divisiones orquestadas por las burocracias sindicales.

¡La lucha contra Macron no se puede dilatar más! ¡Es hora del todos juntos!

¡Es hora de llamar a la huelga general, única consigna para ganar el retiro de la reforma Macron-Philippe-Delevoye!

París, 16/12/19.


[1] Cifras tomadas de Infografía: las tasas de huelguistas, sector por sector, en la web la-croix.com, 13/12/19.
[2] Manifestaciones del 24 de septiembre: un fracaso para la burocracia sindical, en la web lacommune.org, 26/9/19.
[3] En la web challenges.fr, 12/12/19.
[4] Para el Sindicato Policial de Francia-Policías enojados, este acuerdo es una ‘traición’. Denuncia el hecho de que ‘los sindicatos policiales son los primeros en arrodillarse ante el gobierno sin ninguna garantía sobre el tema jubilatorio’. Y agregó: ‘Hasta las últimas noticias, el Sindicato Policial de Francia-Policías enojados era parte de la Intersindical. ¡Pero los sindicatos policiales macronistas no nos pidieron nuestra opinión y hablan en nombre nuestro como una Intersindical de fachada! ¡Después de ese anuncio unilateral, el Sindicato Policial de Francia-Policías enojados obviamente cierra la puerta de esta pseudo-Intersindical!’.” En la web blogs.mediapart.fr, 12/12/19.
[5] “El ministro responsable de la reforma previsional reconoce haber ejercido 13 funciones en organizaciones externas, incluidas 11 en las que aún sigue en el puesto pese a su cargo ministerial. En su primera declaración sólo había informado tres. También volvió a evaluar los salarios que recibió”. En la web mediapart.fr, 14/12/19.