Por: Mariano Salas
Actualmente la humanidad enfrenta la peor crisis del sistema capitalista en 350 años de historia abarcando escenarios como; el económico, financiero, ecológico, político, sanitario, alimenticio, energético, social, derechos humanos, etc., dándole un carácter estructural u orgánico.
Esta crisis coincide, como causa/efecto, con la debacle de la hegemonía mundial de los Estados Unidos –adoptada luego del derrumbe del llamado socialismo real entre 1989-1991—amenazada hoy por China y Rusia, transformando el orden mundial de unipolar a uno tripolar con China y Rusia; teniendo entre sus causas la derrota de la OTAN en Ucrania.
No obstante, existe un tira y afloja, pues a pesar de lo de Ucrania, el imperialismo yanqui se anotó un triunfo importante en Asia Occidental (Medio Oriente) con la devastación de Gaza (para lo cual contó con la complicidad de casi todos los gobiernos del mundo con excepciones como Yemen); la probable destrucción de Cisjordania, la ruina de Siria, el repliegue de Arabia Saudita como miembro de los BRICS y de Irán en sus ánimos belicistas “antisionistas”.
Sin embargo, la disputa puede ir elevando sus decibeles –aunque con Trump da la impresión de un aplazamiento coyuntural— a menos que las masas, principalmente en los países potencialmente beligerantes, tomen la iniciativa y logren movilizaciones cada vez más enérgicas que eviten un probable holocausto nuclear, que sigue latente a pesar de todo.
En este sentido, los trabajadores y el pueblo estadounidense están llevando a cabo una ola de movilizaciones y huelgas (que los medios acallan lo más posible), que para muchos son el preludio de estallidos sociales de gran impacto en varios estados y que se augura irán creciendo debido al aumento, como nunca, en el costo de la vida.
En Europa estas movilizaciones, aunque de menor envergadura, no se han interrumpido, por ejemplo, en solidaridad con Palestina y contra el aumento en el costo de la vida. Además, no es gratuito que los gobiernos de las economías más grandes del continente estén muy desprestigiados (Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, España) abriendo las puertas para que gobiernos más a la izquierda o derecha tomen el poder.
En América Latina, las movilizaciones en Argentina van en aumento, aun cuando por momentos dan la impresión de ir a menos. El aumento descomunal en el costo de la vida ha ido animando a amplios sectores a movilizarse a pesar que la burocracia sindical se niega a ir más allá de marchas y pronunciamientos cuando mucho, retrasando el estallido de una huelga general para que se vaya Milei y su plan económico.
En la coyuntura la crisis orgánica no parece manifestarse en los ámbitos económico o financiero según lo muestran los índices macroeconómicos donde no se aprecian mayores contratiempos, pero esto es solo la apariencia pues en Europa aparecen anuncios preocupantes debido a que Alemania —la locomotora que tira del resto— ha acumulado dos años de contracción económica, siendo de 0.3 % en 2023 y 0.2 % en 2024,[1] lo que nos acerca más a una recesión económica y financiera global.[2]
Probablemente, por ahora, se pueda atenuar un estallido económico y financiero, pero hay dos elementos que generan dudas. El primero es que las secuelas de la crisis de 2008 siguen presentes, principalmente el que muchos países se endeudaron estratosféricamente para rescatar a la banca y otras muchas empresas más. Al presente las deudas siguen ahí saqueando países y con ello aumentando la pobreza. Otra consecuencia es que la economía no ha logrado recuperar su ritmo de crecimiento, agravado por la recesión que provocó la pandemia.
El segundo es que, si las masas logran con sus luchas impedir que la pobreza se extienda y profundice (frenar el deterioro de los salarios, el desempleo y el recorte del gasto público en servicios médico-asistenciales, educativos y obras públicas); entonces los gobiernos y los capitalistas se verán en graves aprietos porque los que siempre pagan ya no quieren hacerlo. Por ello y porque en la perspectiva una crisis como la de 2008 –la más grande desde la gran depresión de 1929 y que puso fin al periodo neoliberal[3]— no está descartada por lo que la exacerbación de la lucha de clases sería inevitable.
El nuevo orden mundial
China y Rusia han logrado un acuerdo político, a pesar de sus grandes e históricas diferencias, debido a la necesidad de enfrentar la ofensiva de Estados Unidos que a finales del siglo pasado sintió la necesidad de dominar al planeta en todos los ámbitos.
China se ha levantado como una gran economía que se ha introducido en mercados importantes como Europa, América Latina y los propios Estados Unidos.[4] En el periodo previo venía de alcanzar un proceso espectacular de crecimiento económico que alcanzó en algunos años hasta un 12 por ciento anual con la producción en masa de mercancías aprovechando la “apertura” de los mismos ideada por EU y Reino Unido a finales de los 70. Para ello se valió de su joven y abundante mano de obra, capacitada y sobre todo barata, para conseguir atraer inversiones de capital productivo de todo el mundo, principalmente de EUA y Europa, logrando que para la segunda década del siglo se levantara como una potencia económica.[5] Hoy China ha desplazado a EU en la producción de bienes y servicios y amenaza con erigirse como la primera potencia económica para la década de 2030.
China también disputa a Estados Unidos la supremacía en investigación tecnológica (inteligencia artificial, semiconductores, computación cuántica) y ha aumentado su poderío militar logrando tener la flota militar más grande de mundo[6] y la posesión de misiles hipersónicos que EU aún no tiene.
Por su parte Rusia pudo reorganizar su economía y fundamentalmente sus fuerzas armadas, luego del desastre de la URSS, hasta convertirse al día de hoy en la potencia militar con mayor número de ojivas nucleares; con una flota de veloces submarinos nucleares indetectables y capaces de navegar a grandes profundidades; misiles hipersónicos que se desplazan a velocidades que llegan hasta 12 mach[7] indetectables para los radares además de armamento no nuclear sumamente avanzado y destructivo.[8]
Todo lo anterior no significa que Estados Unidos esté aplastado pues a pesar que inició su decadencia aún cuenta con el dólar que sigue siendo la principal moneda de reserva e intercambio comercial a nivel mundial, lo cual no es poca cosa, difícil de desplazar por parte de otras potencias; asimismo aún mantiene cierta delantera en el terreno de la computación cuántica[9] y controla los medios de comunicación y propaganda,[10] virtual y no virtual, a nivel global. En el terreno militar cuenta con aproximadamente 850 bases militares distribuidas en todo el mundo y un millón 400 mil elementos de personal activo.
Trump y Putin
La relación entre Putin y Trump no es nueva y seguramente se incrementó inmediatamente luego del triunfo electoral del segundo el noviembre del año pasado por lo que es muy probable que estén negociando las condiciones del nuevo orden mundial tripolar, incluyendo a China, yendo más allá de Ucrania –resuelto ya en el campo de batalla—por lo que quedan asuntos sumamente importantes como el llamado Medio Oriente y más allá, asuntos seguramente tratados en un inicio en la tan llevada y traída comunicación telefónica entre Putin y Trump del pasado 18 de marzo de este año.[11]
Europa mientras tanto está quedando fuera siendo la primera vez en 500 años de historia que no son polo hegemónico. El quedar al margen de las tratativas entre Rusia y EU ha exaltado el ánimo principalmente de Emmanuel Macron presidente de Francia y ex empleado de la banca Rothschild; del primer ministro del Reino Unido, Keir Rodney Starmer y de Friedrich Merz, nuevo canciller alemán, ex empleado de BlackRock. No obstante, falta por ver cuál será la política que adoptarán para ser tomados en cuenta y todo puede pasar. Por lo pronto amenazan con presupuestos siderales en rearmarse, aún cuando falta ver de dónde los sacarán y si su población lo permitirá pues implicará recortes en salud, educación, pensiones y obras de infraestructura.
[1] Business Insider (La economía alemana se contraerá un 0,2% en 2024, y acumulará dos años consecutivos de caídas).
[2] Que impactaría gravemente a los mercados generando un clima de inestabilidad, desplome de los precios de acciones de miles de empresas, escases de dinero líquido y un ambiente de pánico generalizado.
[3] Definido como un sistema que tiende a reducir al mínimo la intervención del Estado en la economía, apoya al libre mercado, impulsa la globalización económica y enemigo de la propiedad estatal.
[4] A la fecha China “es el socio comercial más importante de más de 150 países y regiones y ha firmado tratados delibre comercio con 30 países y regiones en los cinco continentes. El Informe de Trabajo del Gobierno de las Dos Sesiones estableció el objetivo de crecimiento del PIB de 5 por ciento para 2025…” (Zhu Jian encargado de Negociosde la embajada de China en México. La Jornada 19 de marzo de 2025)
[5] Según el Banco Mundial, entre 1980 y 2000, la economía china se multiplicó 6.2 veces y entre 2000 y 2023 se incrementó 6.14 veces. En los mismos lapsos, la economía de EU se elevó por 1.9 y 1.6 veces. En 2023 China era la segunda mayor economía del mundo: el PIB nominal de EU equivalía a 1.52 veces el PIB de China. En el mismo año China era la primera economía del mundo: su PIB PPA (por paridad cambiaria) equivalía a 1.19 veces el PIB de EU. China es la primera potencia manufacturera con 31.6 por ciento del total mundial, según el portal de EU SafeGuard Global; le sigue EU, con 15.9 por ciento.
[6] Global Firepower Index. (primera potencia naval 2025 – Búsqueda)
[7] Experimentalmente se dice que Rusia está probando misiles capaces de alcanzar los 27 mach, aparte de estar en posibilidades de empezar a colocar cargas nucleares en la estratósfera.
[8] Un ejemplo: el misil RS-28 Sarmat (llamado por la OTAN como SS-X-30 Satan-2) es un sistema ruso de misiles estratégicos de quinta generación capaces de llevar carga de varias ojivas nucleares y a velocidades hipersónicas, capaz de eludir las defensas antimisiles de EU y Europa. Por otro lado, se calcula que Rusia tiene casi 200 submarinos nucleares indetectables, capaces de llevar cargas nucleares a cualquier parte del mundo.
[9] Aunque luego de lo visto con el DeepSeek, China puede salir a disputarle a EU la hegemonía es este terreno también.
[10] En la toma de posesión de Trump estuvieron presentes como los invitados más importantes los magnates de los medios de comunicación destacando Elon Musk que es dueño de seis mil satélites de comunicación.
[11] “Sputnik Mundo difunde algunos detalles de la llamada telefónica: 1) Interés mutuo de normalizar las relaciones entre ambos países; 2) el acuerdo de paz debe ser global (¡sic!), sostenible y a largo plazo; 3) los esfuerzos conjuntos de Rusia y EU para estabilizar(sic) la situación mundial contribuirán a mejorar el clima de las relaciones entre ambos países; 4) Kiev ha saboteado y violado repetidamente los acuerdos alcanzados; 5) se están creando grupos de expertos rusos y estadunidenses para trabajar en la consecución de un acuerdo ucranio (lo cual, a mi juicio, pasó a tercer plano ante la jerarquía apremiante de la paz global, en especial en el volcánico Medio Oriente) y 6) cooperación mutuamente benéfica en los sectores de la economía y la energía (https://bit.ly/4kWwt7Y). (jornada.com.mx/2025/03/19/opinion/012o1pol). El portal británico Daily Mail asevera que los principales detalles de la charla (nota: entre Trump y Putin) invocan un Nuevo Orden Mundial (https://bit.ly/4c19THj).