CONSIDERANDO
Que el Estado sionista de Israel vino llevando adelante un brutal genocidio contra el pueblo palestino en general y en particular sobre la población gazatí. El cual desde octubre de 2023 hasta la actualidad ocasionó el asesinato deliberado de más de 60.000 personas de la población civil palestina, incluyendo más de 20.000 niñas y niños. Mientras en paralelo profundiza sus provocaciones y acciones expansionistas sobre la población palestina en Cisjordania.
Que a la vez impulsó la destrucción total de la ciudad de Gaza, incluyendo sus hospitales, escuelas, y toda su infraestructura útil para la distribución de energía y de otras necesidades y establecimientos estratégicos necesarios para el normal desarrollo de la vida humana en la región. Mientras se dedicó a obstaculizar y prohibir el ingreso de todo tipo de ayuda humanitaria, condenando también por esa vía a la muerte o desnutrición a miles de palestinos.
Que todo esto lo lleva adelante mientras en paralelo atacó también instalaciones de medios de comunicación y directamente asesinó cerca de 300 periodistas y fotoperiodistas, hirió a más de 500 y destruyó 650 viviendas de informadores de prensa. Todo con el objetivo de ocultar cualquier prueba que demuestre sus inocultables crímenes de guerra en todo el territorio palestino. Hay más trabajadores de prensa asesinados en Gaza que los que hubo durante las dos guerras mundiales. Y también más periodistas asesinados en Gaza, que los que hubo sumando las guerras de Vietnam, Yugoslavia y Afganistán.
Que a la vez en todo el mundo, ni el imperialismo estadounidense ni el Estado genocida sionista, financiado directamente por EE. UU., pudieron evitar que se fuera gestando un enorme proceso de movilización en apoyo al pueblo palestino a pesar de que los principales sindicatos, partidos socialdemócratas y progresistas en los países imperialistas y en el resto del mundo se mantuvieron al margen del movimiento o, en los hechos, continuaron su apoyo a Israel. La movilización, que no lograron detener con represión ni persecución a los activistas acusados de “antisemitas” por ser anti sionistas, volcó a gran parte de la opinión pública mundial en solidaridad con este pueblo atacado y en rechazo y denuncia al accionar genocida de Israel. Un proceso de fraternidad mundial que se expresó en la Flotilla Sumud Global, de la cual orgullosamente fuimos parte integrante desde la LIS, la cual fue un emblema de esa solidaridad internacionalista que tuvo expresiones de todo tipo en diferentes países y continentes.
Que precisamente teniendo entre algunos de sus objetivos el intentar desmontar y frenar ese imponente proceso de movilización y solidaridad, es que el imperialismo estadounidense tuvo que involucrarse directamente, acelerando el llamado “acuerdo de paz”. El cual a la vez tiene también la finalidad política de garantizar el control de EEUU en todo lo que suceda y asegurar la continuidad del avance de su socio sionista en la región. Que no se reduce a su política de limpieza étnica en todo el territorio palestino, sino que además pretende seguir adelante con su proyecto de Gran Israel, por lo cual también bombardea repetidamente al Líbano y es una amenaza permanente para Siria, Jordania, Egipto, Irán, Yemen y todos quienes hacen parte de esa región del mundo.
Que toda esta política siniestra realizada bajo el amparo de los EE. UU. de Trump, se lleva adelante aprovechando la actitud cómplice de diferentes direcciones palestinas y de las burguesías árabes que hacen parte de este acuerdo junto con el gobierno de Turquía y además pretenden revivir los Acuerdos de Abraham (firmados con Emiratos Árabes, Bahréin, Marruecos y Sudán) para “normalizar” las relaciones con Israel. También de la inacción y por esa vía complicidad con Israel, de los imperialismos emergentes de China y Rusia que en todo este tiempo han dejado que este genocidio sionista se lleve adelante, mientras a la par tienen importantes y millonarios negocios comerciales con Israel.
Que la política plasmada en este tramposo acuerdo de paz, también se realiza aprovechando los profundos errores de la dirección de Hamas, que tuvo un mal cálculo tras los sucesos del 7 de octubre de 2023, ya que no logró con eso ni un acuerdo positivo ni un apoyo real y concreto de Irán. Luego tuvo que soportar un ataque brutal y un genocidio, y ahora vuelve a cometer un error aceptando este llamado acuerdo de paz, que no garantiza ninguno de los derechos centrales palestinos, y en el fondo tampoco garantizará que haya paz en la región.
Que en el momento en que se hizo este acuerdo, era comprensible la alegría de las y los gazatíes por el cese de los bombardeos y en muchos casos por poder volver a su tierra. Sin perder de vista que el objetivo de fondo del llamado acuerdo de paz es precisamente negarle al pueblo palestino su derecho a tener y dirigir todo su territorio histórico. Por lo cual comprendiendo y compartiendo los deseos del pueblo palestino de detener el genocidio, es necesario hablar claro explicando todas las contradicciones y problemas de fondo de este “acuerdo de paz” engañoso.
Que además al día de hoy, ni siquiera se ha cumplido realmente el fin de los ataques y bombardeos. Ya que, solo en este último mes, han sido asesinados más de 300 palestinos en Gaza, otros tantos han sido heridos y en diferentes ocasiones sigue habiendo bombardeos sobre el territorio gazatí y sobre cientos de casas y edificios, a la vez que la ayuda humanitaria ingresa parcialmente y bajo control sionista e imperialista. Mientras en paralelo el pueblo palestino continúa perdiendo territorio a manos de los colonos sionistas en Cisjordania donde al mismo tiempo las FDI han intensificado su accionar bélico agresivo, mientras sigue adelante la ofensiva sionista para quedarse con todo Jerusalén.
Que en realidad todo esto confirma lo que dice el propio acuerdo, el cual no obliga al ejército sionista a una retirada total de la región, por el contrario, garantiza su presencia y el desarrollo de sus objetivos militares y políticos. Mientras a la vez Trump, como parte de su estrategia para imponer su política en la región, impulsa la creación para inicios de 2026 de una nueva fuerza militar en Gaza, bajo su dirección, con la participación de diferentes países, la aprobación de la ONU y en paralelo la destrucción de toda infraestructura militar, de las organizaciones que ellos consideran como terroristas.
Y que en última instancia, se evidencia que todo lo que acontece en Gaza y en todo el territorio palestino, confirma una vez más que ningún Estado Palestino libre, desde el río hasta el mar, será posible mientras exista dentro de sus tierras históricas un Estado colonial, expansionista y genocida como el de Israel. Hoy queda muy claro que Israel y EEUU nunca permitirán que los palestinos tengan ese derecho político y territorial. Y también surge con claridad la continuidad de su proyecto estratégico de limpieza étnica completa del pueblo palestino y la construcción de una “Gran Israel” conquistando más y más territorios.
POR TODO ESTO, EL 3° CONGRESO DE LA LIS RESUELVE:
- Convocar a seguir desarrollando en todo el mundo, grandes y múltiples acciones unitarias de solidaridad y apoyo hacia el pueblo palestino. Explicando el carácter tramposo de este acuerdo, ya que se lo utiliza para confundir y frenar la movilización. Por eso hay una tarea combinada que es desenmascarar los planes imperialistas yanquis y del Estado sionista de Israel, y a la vez seguir realizando acciones por Palestina en todo el mundo. Impulsando grandes movilizaciones, huelgas, concentraciones, actos, foros de debate y todo tipo de evento donde se mantenga en alto los reclamos por una Palestina libre del río al mar, contra el genocidio, la limpieza étnica, el bloqueo de ayuda humanitaria, la defensa de los activistas perseguidos y exija la ruptura de los gobiernos con Israel. Además, el Fuera el ejército sionista y de EEUU de todo el territorio palestino. La LIS se pone en todos los países a disposición de la más amplia unidad de acción por Palestina, que es una causa de toda la humanidad.
- Continuar denunciando este falso “acuerdo de paz”, que además de ser engañoso y de no buscar una paz verdadera, es a la vez sistemáticamente violado por el ejército sionista. Denunciamos de conjunto este acuerdo que tiene el objetivo de ir consolidando un gobierno de tecnócratas bajo dirección imperialista y un nuevo ejército bajo la misma dirección, para obtener el control político, económico, social y militar en toda la región. Toda la arquitectura del acuerdo basada en 20 puntos, de aplicarse a fondo marcarán un claro retroceso para la causa palestina, para sus derechos históricos sobre su territorio, legitimando de conjunto la ocupación del Estado genocida sionista, avalando sus planes expansionistas en toda la región y el avance de los negocios capitalistas bajo control imperialista estadounidense. Y también denunciar los acuerdos de Abraham que impulsa EE. UU. para normalizar las relaciones con Israel.
- Y profundizar la difusión de nuestra salida de fondo para esta región. Ya que desde la LIS opinamos que la política de “dos estados” ya ha demostrado ser un fracaso y solo la construcción de una Palestina única, libre, laica y socialista, desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo, es lo que va a permitir que los pueblos vuelvan a vivir en paz. Y esta salida efectiva y de fondo, jamás vendrá de las manos de las burguesías árabes, los mulás iraníes o pactando con alguno de los imperialismos existentes. Solo se podrá llevar adelante con las masas trabajadoras árabes encabezando una revolución que derroque a los gobiernos capitalistas de toda la región, derrote definitivamente al Estado genocida de Israel y construya una Federación Voluntaria de Repúblicas Socialistas en todo Medio Oriente.
Aprobado por el III Congreso Mundial de la LIS




