Brasil: pandemia en un país gobernado por un genocida

Por Verónica O’kelly, Alternativa Socialista/PSOL – LIS Brasil

Mientras el mundo entero se debate como enfrentar una monstruosa pandemia, en nuestro país el presidente Jair Bolsonaro encabeza la campaña #ElBrasilNoPuedeParar e intenta salvarse de una crisis política que pone en riesgo su continuidad en el poder.

Mientras escribo esta nota los números oficiales (de nula credibilidad) informan 4.256 casos y 136 muertes. En las últimas 24 horas se registraron 22 muertes, elevando a 3,2% el índice de mortalidad. Pero la verdad es que esos números son sólo una referencia de la realidad porque la política negacionista del gobierno federal provoca un escenario desolador con hospitales desbordados, trabajadores de la salud denunciando falta de insumos y personas contagiadas o muertas que no se contabilizan ya que no se hacen los testeos para conocer la verdadera expansión del virus. La revista médica británica Lancet publicó un estudio hecho por la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical a 27 países, donde revela que 9 de cada 10 casos no son detectados en Brasil, lo cual implica un peligroso panorama para las próximas semanas ya que de seguir con las políticas actuales se pronostican 1.152.283 muertes.  

Bolsonaro y todo su gobierno son verdaderos genocidas que no pueden seguir gobernando nuestro país. Por eso cada vez somos más los que con cacerolas o cualquier medio que encontramos gritamos bien fuerte: Fuera Bolsonaro, Mourão y todo su gobierno!

Comité de crisis vaciado, gobernadores y ex aliados enfrentados

El Comité de Crisis conformado para enfrentar la pandemia, con el correr de los días fue vaciado por el presidente y no cumple ninguna función. Los gobernadores que mantienen medidas de emergencia en sus estados, se enfrentan duramente con Bolsonaro,  incluso los aliados que hasta ayer tenía como Caiado, gobernador de Goias o Doria, de São Paulo. El primero dijo frente a la prensa “si Bolsonaro no se detiene, va a haber desobediencia civil y el pueblo va a romper todo” Los enfrentamientos son constantes abarcando incluso a miembros del proprio gabinete. Mientras el ministro de salud, Mandetta o el de economía, Guedes toman medidas frente a la pandemia, el presidente llama a no parar el país y volver a trabajar y producir.

La respuesta del miliciano es redoblar la apuesta convocando caravanas de autos contra Doria, saliendo a visitar los mercados con el discurso “yo defiendo que usted trabaje” o propagandizando una supuesta “cura” con hidroxicloroquina que todavía está en estudio y sin ninguna confirmación científica de sus efectos, aunque él diga “gracias a dios el remedio está ahí”. También hace declaraciones perversas como que “la crisis lamentablemente vendrá. El país sólo queda inmune después que el 60% o el 70% fuera infectado.” El pasado jueves 26 Bolsonaro liberó el funcionamiento de Loterías, iglesias y templos religiosos, en contra de las medidas tomadas el día 20, pero la medida fue suspendida por la justicia a las pocas horas.

La oposición de izquierda festeja migajas

Frente a las idas y vueltas de las medidas gubernamentales y el profundo debilitamiento del gobierno de Bolsonaro, el conjunto de la izquierda defiende una salida parlamentaria e institucional a la crisis que golpea más cruentamente a la clase trabajadora y los sectores populares. Por eso festejan los R$600 de Renta Básica para trabajadores informales o desocupados, que se votó hace unos días, frente a los R$200 que pretendía dar el gobierno. Hoy emitieron una carta pública firmada por Guillerme Boulos, Fernando Haddad, Ciro Gomes, Tarso Genro, entre otros, donde se plantean medidas insuficientes y superficiales para atender la crítica situación que vive la gran mayoría del pueblo, ni una palabra sobre la deuda pública que implica el 38% del presupuesto nacional, no nombran siquiera el reclamo que vienen haciendo muchos trabajadores para obligar a las empresas a preservar la vida y decretar la cuarentena, nada se dice, claro, sobre la necesidad de fortalecer las luchas que se están dando, ni de incentivar la movilización para que sea la voluntad popular la que se exprese. En fin, una declaración que invita a confiar en las instituciones y en los partidos como el PT o el PCdoB que ya gobernaron el país y hoy gobiernan muchos estados donde demuestran su compromiso con las corporaciones y el capital. Lamentablemente, la dirección del PSOL encabezada por Alianza, firman esta carta y lo hacen en nombre de todo el partido sin siquiera haber hecho una consulta al conjunto de las corrientes que lo integramos y menos aún, a las bases.



Una salida anticapitalista a favor de nuestra vida

La pandemia provocada por el Coronavirus pone en evidencia la crueldad del sistema capitalista que privilegia ganancias contra la vida del 99% de la población. La salud es un producto más que se comercializa en el mercado y que, por ende, se mueve bajo la lógica del capital poniendo los avances científicos médicos al servicio de las millonarias corporaciones médicas y laboratorios.

En nuestro país la lógica de un sistema mixto público y privado favoreció a éste último con las privatizaciones, subsidios y beneficios en detrimento del sistema estatal público. Hoy, el mal llamado Sistema Único de Salud es un cascarón vacío que no puede responder a las demandas básicas y cotidianas de salud, menos podrá hacerlo frente a una pandemia. Es por eso que el ministro de salud, Mandetta dijo que el sistema colapsará, aunque luego se desdijo producto de la presión de un Bolsonaro desesperado frente a la creciente crisis económica. Nuestras propuestas frente al coronavirus son:

  • No al pago de la deuda pública. Que todos ese dinero se destine al sistema de salud y a  responder las problemáticas sociales surgidas por la pandemia
  • Shock presupuestario para la SUS. Concurso público inmediato en las esferas federal, provincial y municipal para profesionales de la salud en todos los niveles y funciones.
  • Testeos masivos en la población para identificar y contener el contagio del Covid-19.
  • Disposición de todas las camas de la Red Privada de Salud para la población. Los hospitales y clínicas particulares que se nieguen a atender a la población deben ser estatizados sin ninguna indemnización.
  • Poner a disposición cuartos y camas de hoteles para personas en situación de calle. 
  • Por un sistema de salud estatal, único, universal, gratuito y de calidad.
  • Nacionalizar la banca y el comercio exterior para frenar la especulación capitalista con el hambre del pueblo.
  • Prohibir por ley despidos y suspensiones y que la empresa que lo haga sea estatizada y puesta bajo control de sus trabajadores.
  • Pago de un salario mínimo de DIEESE para todos los trabajadores desocupados e informales.
  • Reestatización de todas las empresas públicas.
  • Congelamiento de todas las tarifas de agua, luz, teléfono, internet y de todos los productos de la canasta básica de alimentos. Congelamiento de los combustibles, gas de cocina, IPTU e IPVA.