A partir del 8 de enero del 2018 entró en vigencia la Ley de Transparencia Salarial en Alemania, ley que permite que las mujeres alemanas que trabajan en empresas con una nómina mayor a 200 empleados, puedan tener el derecho a conocer el salario que obtiene un hombre en su misma posición dentro de una empresa. La ley fue impulsada por el SPD, el partido socialdemócrata alemán, a través de la Ministra de Familia Katarina Barley, miembro del mismo partido.
Al contrario de lo que han celebrado muchos medios de comunicación en español, la nueva legislación está años luz de parecerse a lo que ya se aprobó en Islandia, país en el que la igualdad salarial no depende de que una mujer haga un reclamo, sino que se obliga a la empresa a ejercerla y a reportarla a traves de informes periódicos, de lo contrario se le serán impuestas sanciones tributarias.
En el caso Alemán, ciertas condiciones aplican para que las mujeres puedan tener acceso, en primer lugar a saber lo que ganan los hombres en la empresa situados en cargos similares, y en segundo lugar a efectivamente hacer la demanda y posteriormente exigir un aumento salarial.
¿Cómo funciona?
De acuerdo a la nueva ley, sólo en las empresas que tengan más de 200 empleados, las mujeres podrán tener el derecho a exigir ser informadas sobre cuánto es el salario de un hombre en su misma posición. Sin embargo, en orden para poner en marcha el reclamo ella deberá encontrar dentro de la empresa una cantidad igual a seis cargos similares al de ella que estén ocupados por hombres. La cifra que resulte como promedio de los salarios de esos seis trabajadores, será la cifra que le será proporcionada a quien haga el reclamo, y posteriormente si la empresa se niega a hacer efectiva la exigencia de aumento de salario, tiene derecho a llevar el caso ante las instancias de justicia.
Las empresas con nóminas mayores a 500 trabajadores deberán redactar informes sobre la igualdad salarial, mas no publicar su nómina completa de salario.
Un problema de larga data
Las grandes brechas salariales en Alemania no son un problema nuevo. De acuerdo al reporte de equidad de género del 2017 publicado por la misma Unión Europea, al menos desde el año 2007 las mujeres Alemanas ganan 22% menos que los hombres, cifra que sólo se equipara con Austria, y que es superada por Estonia y República Checa. En el mismo informe, también se señala a Alemania como el país de mayor brecha de género en cuanto a horas de trabajo, y empleo, reflejándose en el 2015 una brecha del 21,6% en la tasa de empleo.
El problema de diferencias salariales también se traslada a las pensiones de jubilación, siendo en este caso Alemania una vez más la líder en la tabla, con una brecha de género en las pensiones que oscila entre el 43 y el 45,7%, brecha que sólo es superada por Rumania, en donde oscila entre el 55,1 y 63,4%.
Las primeras en ser víctimas de violencia pública y privada
Las mujeres alemanas, además de ser víctimas de una de las mayores brechas salariales de toda Europa, son también las que más agresiones físicas reciben. Alemania es el país de Europa con más reportes policiales de violencia sexual (46,982), abuso sexual (39,637), y el tercero en reportes de violación (7,345)*, cifras que tienden siempre a ser mayores en vista de la cantidad de casos que no se denuncian formalmente.
El feminismo socialdemócrata del SPD
Si bien esta medida es positiva, no es suficiente. Que incluso las mujeres venzan las dificultades que impone la misma ley y puedan tener acceso a este tipo de información y denunciarla, no garantiza bajo ninguna circunstancia que posteriormente el sistema de justicia en una hipotética demanda luego falle a su favor.
Pareciera hasta haber un grado de cinismo por parte de quienes impulsan la ley, en vista de todos los informes y cifras que se manejan al respecto. Las críticas hacia la ley han llegado incluso a los titulares de la prensa diciendo que con la ley se logra la “igualdad de género a paso de caracol”.
La implementación de esta medida deja ver claramente cómo las políticas del SPD, partido que ha gobernado Alemania junto a Angela Merkel por dos períodos (y se espera que continúe por otro período más), están lejos de representar verdaderos avances para las mujeres trabajadoras.
Una vez más, el SPD impulsa y celebra un ley que visibiliza un problema, pero que está muy lejos de solucionarlo. Las brechas salariales no se eliminan con medidas parciales como estas, se solucionan con leyes que impongan una escala salarial igual para mujeres y hombres en Alemania, haciendo valer integralmente los derechos de las mujeres y enfrentando al capitalismo patriarcal, que en definitiva, es el causante de la desigualdad, la opresión y la explotación.
*De acuerdo al reporte utilizado de la UE del año 2017 (con cifras correspondientes al año 2014) donde se define: violencia sexual como una situación en la que hubo violación y acoso sexual; violación como sexo sin consentimiento; y abuso sexual como una situación donde hubo violencia sexual sin llegar a la violación.
Laura Correa