Las elecciones fueron el 4 de marzo, casi tres meses después Italia logró tener un primer ministro, se trata de Giuseppe Conte. Asumió el cargo ante el jefe del Estado, Sergio Mattarella. Recibió el apoyo del Movimento 5 Stelle (M5S) y la ultraderechista Liga, conformando el primer gobierno euroescéptico italiano. Asume con un programa que plantea bajar impuestos, mantener el estado de bienestar y reformar las normas europeas sobre temas candentes tales como presupuestos e inmigración.
En el equipo del gobierno está Paolo Savona como responsable de Asuntos para la Unión Europea. El veto del presidente Mattarella a la asunción de Savona como Ministro de Economía había generado una gran crisis que impidió formar gobierno el fin de semana pasado. Con el último aliento antes de una nueva convocatoria electoral, Italia dio un paso para superar la incertidumbre política.
Es necesario destacar algunos aspectos. Italia llegó a un punto de crisis al que no había llegado antes. España acaba de cerrar un capítulo con la caída de M.Rajoy y a asunción de Pedro Sánchez.
Es un hecho que el sur de Europa tiene problemas, se reflejan en que persisten debilidades estructurales y la hecatombe económica del 2008 no está totalmente superada. También se producen crisis políticas vertiginosas que, de no mediar la acción directa del movimiento de masas y direcciones anticapitalistas consecuentes, terminan siendo encausadas dentro del régimen.
El Estado español e Italia se encaminan a superar el pico de crisis política en el poder. Pero, en la medida que la imperialista Unión Europea y los usureros sigan determinando los pasos de ajuste, pérdida de conquistas, endeudamiento de los países y persistan los recortes a las libertades democráticas; la inestabilidad seguirá repitiéndose.
Manel Pere Lecha