La Cámara de Casación argentina reconoció el derecho a querellar en tribunales de ese país. Lo decidió la Sala IV, integrada por los jueces Mariano Borinsky (presidente), Gustavo Hornos y Juan Carlos Gemignani, con el voto de los dos primeros. Esto significa que consideran que las elecciones españolas de 1977 no pueden ser tomadas como límite para investigar crímenes de lesa humanidad.
Luego de 40 años, los familiares de los compañeros asesinados Gustavo Muñoz y José Salmerón, tendrán la posibilidad de reclamar justicia en Argentina. La jueza Servini de Cubría deberá determinar los pasos a seguir.
Es un logro por el cual saludamos a Marc Muñoz, a los familiares de José, a los compañeros del Casal Argentino de Barcelona, a su abogado y a todos los que la impulsaron la causa en distintas instancias. También nos sentimos parte de este triunfo.
Es una vergüenza que los familiares tengan que presentarse a querellar a más de veinte mil kilómetros. No es una casualidad…
El dictador murió en 1975, pero dejó su impronta en las instituciones del régimen monárquico-parlamentario de la Constitución de 1978. Luego de ese año siguió habiendo represión y asesinatos.
De hecho, nuestra corriente tiene una compañera del PST-E asesinada en Madrid el 1º de febrero de 1980, cuando tenía 19 años, a manos de Emilio Hellín Moro de Fuerza Nueva, que más tarde siguió brindando servicios al Estado español como si no hubiera pasado nada.
Los crímenes siguen impunes porque ni la justicia ni los respectivos gobiernos del PP y PSOE quieren investigar y castigar a los culpables.
La justicia del Estado español es monárquica, adicta al gobierno de turno y está al servicio de la opresión de los pueblos.
El Juez Pablo Llarena la pinta de cuerpo entero. Es el responsable judicial de las cargas del 1-O ordenada por M.Rajoy contra el pueblo catalán que votaba, de la existencia de presos políticos, encausados y exiliados, tanto dirigentes como activistas por la autodeterminación.
Esta justicia no quiere saber nada con abrir los archivos del franquismo ni castigar los crímenes del fascismo.
Volviendo a la Argentina, el acierto de los jueces no refleja bondades de la justicia, que es tan cómplice del poder político como cualquier otra dentro del régimen democrático burgués.
Lo que sí expresa es que el pueblo argentino es un bastión mundial de lucha contra la impunidad. Logró sacar a patadas a la dictadura e impuso el juicio y castigo a los genocidas, más allá que los partidos patronales siempre intentan retroceder en estas grandes conquistas democráticas.
Sin lugar a duda, es un gran ejemplo mundial que hace que millones de personas se sigan movilizando ante cada atropello antidemocrático, incluso miles y miles de jóvenes que no fueron víctimas directas de los milicos sanguinarios. Es esta fuerza histórica y presente la que acota el margen de funcionarios y magistrados, la que presiona a no dejar pasar los crímenes de lesa humanidad, se den donde se den.
Nos sentimos orgullosos de nuestro partido hermano, el MST de Argentina, ya que acompañó la querella desde su inicio.
Nuestro compañero Alejandro Bodart recibió a diputados del Estado español en la Legislatura cuando impulsaron la causa, realizando una gran campaña pública de apoyo. Hace unos días, Marc Muñoz viajó desde Catalunya a Buenos Aires, con la finalidad de declarar ante los magistrados. También realizó una charla en el local de la Juventud Socialista. Así seguiremos, impulsando la solidaridad internacionalista desde Anticapitalistas en Red.
Manel Pere Lecha