Paraguay: buscan aprobar pacto Cartes-Macri sobre Yacyreta

Luego de 9 meses de ocultamiento de la Nota Reversal 2/17 (N.R.2/17) que entre otras cosas trata el reordenamiento financiero de Yacyreta, sectores del oficialismo buscan su aprobación en el parlamento, el pacto constituye un nuevo acto de entrega.
Actualmente Yacyreta se rige por la Nota Reversal del 9 de enero de 1992, este acuerdo en realidad fue rechazado por el parlamento paraguayo por la enorme desventaja del estado paraguayo, pero a pesar de tal rechazo y las críticas el acuerdo sigue vigente.
El acuerdo de Yacyreta venció en marzo del 2014, recién en mayo del 2017 Macri y Cartes pudieron llegar a un acuerdo y firmaron el “Acta de Entendimiento”. En base a este pacto entre ambos gobiernos los cancilleres Loizaga/ Faurie firmaron en Asunción en setiembre del 2017 la Nota Reversal 2/17 que modifica varios puntos fundamentales del acuerdo sobre Yacyreta.

Tras 9 meses aparece la N.R.2/17

Debido a que nuevamente constituye un acto de entrega total de las riquezas del país, Cartes ordenó que no se presentara ante el parlamento la N.R.2/17, recién hace unas semanas fue presentado y será tratado el martes 26 por los senadores. De hecho que aunque acá fuese rechazada igual podría implementarse tal acuerdo, así como sucedió en el 92´debido a que en Argentina el acuerdo no necesita ser aprobado por el congreso.
El acuerdo incluye el pago de una deuda de 4.084 millones de dólares a pesar de que en realidad no existe ninguna deuda y en caso de existir los costos deben corresponder a cada país de acuerdo a la energía utilizada por cada estado, es decir 95% Argentina y 5% Paraguay, esta deuda se pagará durante 30 años, tiempo que regirá el acuerdo. También se ajustó en un 20% la compensación por la energía cedida de Paraguay a Argentina. La compensación por territorio inundado corresponde en un 80% a territorio paraguayo mientras que un 20% a territorio argentino, según expertos estas mediciones deberían de rehacerse debido a que están desactualizadas. Lo más grave es que este acuerdo contempla la construcción de la Nueva Central Aña Cua, aunque por ahora lo maquillan como un “reforzamiento” para Yacyreta, esta nueva construcción tendría un costo de US$ 610 millones, costo que está incluido en el precio de la energía eléctrica.

Abajo el pacto Cartes/Macri

Se trata de un “reordenamiento financiero” en donde nuevamente el pueblo paraguayo queda como el peor perjudicado, tampoco los beneficiados de tal acuerdo son el pueblo argentino, este artículo está lejos de hacer apología a un patriotismo barato, pero si busca demostrar la facilidad con la que el gobierno nacional se entrega a los intereses externos sin ninguna preocupación por la población paraguaya. En realidad los grandes triunfadores de estos acuerdos son las constructoras transnacionales, las empresas capitalistas y los gobiernos que disponen de millones de dólares para mantener sus redes de corrupción e incluso financiar la represión a las luchas.
Ningún trabajador/a ni campesinx será beneficiado por el nuevo acuerdo, mucho menos la construcción del Aña Cua nos encamina hacia un desarrollo nacional, es más bien una acción de entrega de las riquezas nacionales así como implicaría más destrucción medioambiental e inundaciones de territorios paraguayo y argentino.

Yacyreta para la clase trabajadora

El pago de la deuda es un atentado contra la clase trabajadora, el campesinado, la juventud y las mujeres, hace días veíamos la foto una criatura de pocos años internada encima de una silla en un hospital del Instituto de Previsión Social, la deuda no debe ser pagada y ese dinero debe ir a beneficio de la sociedad completa.
Debemos empezar por quebrar todos los acuerdos y pactos firmados por los gobiernos capitalistas, suspender toda construcción que destruya el medioambiente y también evitar más inundaciones. No al pago de la deuda. Que Yacyreta sea controlada por la clase trabajadora y todxs sus usuarixs.
Desmantelamiento de todas las redes corruptas. Que los beneficios de Yacyreta sean invertidos en Salud, Educación y para impulsar la industrialización del Paraguay.

Carlos Mareco