En estos días nos visitó en Buenos Aires el compañero Lucas Tiné, de Alternativa Socialista / PSOL Brasil, quienes se han sumado a la construcción de Anticapitalistas en Red. Lucas nos dejó sus opiniones sobre la coyuntura político-electoral brasilera.
En Brasil vivimos una crisis democrática que lleva al fin de la Nueva República, que nació junto con la Constitución de 1988. Una crisis que trae en sí, y con fuerza, al fascismo.
Ya sabemos que en las elecciones de octubre tendremos segunda vuelta, y que van a ser con el fascista Bolsonaro. La gran duda es, ahora sin Lula da Silva en la disputa, quién será el opositor. Los votos de Lula van hacia varios candidatos, en especial Fernando Haddad, del PT. Pero también sabemos que en la segunda vuelta hay un movimiento en donde todos los candidatos van a apoyar, directa o indirectamente, al opositor a Bolsonaro.
Brasil, ahora para el PSOL
Tendremos chances reales de aumentar la cantidad de diputados nacionales del PSOL, de seis a nueve o hasta diez. El PSOL acierta en el momento en que pone en su fórmula presidencial, junto a Guilherme Boulos, a una indígena, feminista, socialista e internacionalista: Sonia Guajajara. Así que después de 518 años tenemos una representación indígena disputando por primera vez la vicepresidencia de nuestro país.
Tenemos una fórmula que anima a la juventud de las calles y del interior, que representa a la ciudad y el campo. Pero aún hay mucho que construir para que en estas elecciones presentemos al país un proyecto fuerte y posible. Un proyecto que se construya en las calles, con la gente. Que la escuche, que la represente, y que le dé ganas de ocupar las calles y luchar contra las reformas neoliberales del golpista Temer.
Para avanzar con el PSOL
Sin embargo, con la llegada de Boulos y su movimiento Vamos al PSOL ha llegado una ola muy reformista, que intenta hacer que gane fuerza la idea de que el PSOL se transforme en un «partido de alquiler», en donde movimientos puedan adherir al partido sólo para poder disputar elecciones. No es que sea malo en sí, pero malo es lo que viene con todo eso.
Hemos resistido a esa ola reformista impulsando fuertes debates políticos y teóricos. Hay que saber y poder dialogar y construir, pero no podemos olvidar ni tampoco esconder nuestras banderas socialistas, anticapitalistas e internacionalistas.
Necesitamos impulsar cada día más la construcción y expansión de un grupo que tenga una política de formación y empoderamiento de las bases militantes. Un grupo democrático que entienda y construya la revolución de manera internacionalista. La formación política de las bases, necesidad que el PT dejó como herencia vacante, es la primera cosa a hacer para avanzar con la revolución socialista. Así como no tener miedo de asumirse como Revolucionario/a, ¡con la R mayúscula! Así pensamos y creemos nosotros, que construimos Alternativa Socialista.
Lucas Tiné, Alternativa Socialista / PSOL Brasil