Hemos venido participando en las distintas actividades de protestas y movilizaciones que varios sectores de trabajadores han realizado acá en Caracas en absoluto rechazo a las pretensiones del Gobierno Nacional de anular de un plumazo las contrataciones colectivas, los tabuladores y por supuesto, lo que es de facto, un desconocimiento total a las organizaciones sindicales, donde la política de nivelar a todo el mundo en un salario único, es apenas otra pequeña prueba de lo arbitrario, antidemocrático y antiobrero que es el gobierno del llamado presidente «obrero» y compañía.
Es muy refrescante y motivador, poder ver a trabajadores activos, jubilados y pensionados del Metro de Caracas, CANTV, CORPOELEC, La Cancilleria, entre otros, dando muestras de estar dispuestos a dar la pelea contra lo que es una clara violación a derechos fundamentales consagrados en la Constitución de La Republica o la Ley Orgánica del Trabajo. En ese sentido y siendo que nuestro mayor objetivo es que esas luchas se consoliden y se sigan desarrollando, queremos realizar una propuesta que a nuestro modo de ver facilitaría un cauce capaz de lograr articular a grandes cantidades de trabajadores de todos los gremios.
Retrotrayendo un poco, podemos decir que la gran debilidad que tuvo siempre las acciones llevadas a cabo por las compañeras enfermeras y el sector salud en general hace unos meses, fue que su grito «salarios dignos» quedó totalmente en el vacío cuando el gobierno, en el marco de su «plan de recuperación económica» llevó el salario mínimo a 1.800 Bolívares Soberanos y de alguna forma reventó esa bandera, pues cabía preguntarse qué cosa era un salario digno, siendo que ante la situación de que algunos cobraban quincenalmente 600.000 Bs. De los anteriores, de repente se encontraban con un aumento que es 180.000.000 también de los anteriores, pero que no era ni la mitad de lo que vendría a significar la Canasta Básica, que es según el artículo 91 de la constitución, el referente para establecer el salario mínimo en el país.
Los efectos de las medidas económicas del gobierno por supuesto que iban a ser bastante efímeros y nuevamente tenemos una dinámica que está calentando las calles donde los trabajadores son los protagonistas y cuyo eje gira en torno al salario. Es un tema que es vital, que nos encuentra por igual a quienes vivimos de lo que cobramos semanal o quincenalmente, independientemente de nuestras posiciones políticas o teóricas y que es susceptible de poder convertirse en una herramienta que si la sabemos trabajar, nos permitiría golpear entre todos.
Y es con relación a esto último que va nuestra propuesta, pues aún seguimos escuchando el grito de «salarios dignos» o también como resultado de los diversos factores que acompañan las concentraciones y movilizaciones, de igual manera puede escucharse consignas como «abajo la dictadura» «queremos gobierno nuevo» o «Maduro vete ya» y eso para nosotros tiene doble riesgo, sobre todo con éstas consignas que responden a otra política que no tienen nada que ver con nuestros intereses, lo cual pudieron comprobar algunos compañeros que asistieron a un evento en el Aula Magna de la UCV el pasado lunes 24 de Septiembre, en donde se consiguieron con lo mismo de siempre marcado por la presencia de Andrés Velásquez, García Arocha o Lilian Tintori. Entonces, por un lado dispersa respecto al motivo central que está convocando a compañeros trabajadores de distintas trayectorias, que ya hemos dicho es la pelea por recuperar nuestros salarios y por el otro pretenden llevarnos a un callejón donde terminaríamos colocando nuestras luchas al servicio de los otros responsables del descalabro al que nos han llevado.
De tal manera que, somos de la posición de que juntarnos para pelear porque se cumpla con el artículo 91 de la Constitución es lo que está a la orden del momento histórico para nosotros los trabajadores y somos nosotros quienes debemos apropiarnos de ese puntal de manera autónoma y clasista. Es una propuesta concreta que nos puede ordenar para caminar juntos y la podemos instrumentar con el mayor concurso obrero posible, cuestión que ayude a empujar por masificarla y potencié un llamado a todos los asalariados del país, montándonos en la tarea de construir un comité que se encargue de diseñar el propósito que nos lleve a una gran movilización nacional.Nosotros nos ponemos a la orden para empezar.
Gustavo Martínez Rubio