Transitamos un período de reuniones e intercambios entre los partidos que integran el FIT, el MST, AyL y otras fuerzas obreras y socialistas, sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo político hacia las próximas elecciones que además fortalezca la intervención común en las luchas. Sobre estos desafíos dejamos nuestras opiniones.
Venimos de un apasionante 8M donde cientos de miles de compañeras protagonizaron una jornada internacional y nacional que sacude los cimientos del sistema y el régimen capitalista. Allí, en el seno de las reuniones previas y en la propia Plaza de Mayo, las agrupaciones de la izquierda anticapitalista, obrera y socialista actuamos en común, batallando contra visiones burocráticas y de complicidad con quienes alientan la unidad con los antiderechos. La unidad para dar esta pelea política permitió avanzar y lograr importantes objetivos políticos de la izquierda.
Ahora estamos frente al 24M, donde nuevamente en el seno del EMVyJ los partidos que conformamos la izquierda obrera y socialista fuimos dando en común una pelea política, contra sectores que desde su apoyo a la política pejotista y kirchnerista intentaron sin éxito lavar en la convocatoria las culpas de los gobernadores ajustadores. Y aquí otra vez ganamos desde la izquierda una batalla política; vamos a marchar por los 30.000, por verdad y justicia, contra el ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores, manteniendo así la independencia política del Encuentro frente a los responsables del ajuste y las políticas represivas.
Además esta semana, mientras la burocracia sindical de todo pelaje profundiza su complicidad con el ajuste y no mueve un dedo, desde el Plenario del Sindicalismo Combativo respondimos con un importante acto frente a la Secretaría de Trabajo en apoyo a la importante lucha de Fate, a Coca Cola y otros sectores obreros en conflicto. Levantamos desde la izquierda clasista una tribuna común y nos preparamos para impulsar y coordinar nuevas acciones las próximas semanas. El impulso a estos procesos y la unidad del sindicalismo combativo, contribuyen también al desarrollo de una nueva dirección clasista y antiburocrática en los sindicatos.
La importancia de los acuerdos y el trato de las diferencias
Estos tres ejemplos muestran por la positiva la potencialidad que tiene la unidad de la izquierda clasista y socialista. Es una unidad que fortalece la lucha de los trabajadores, las mujeres y la juventud y debilita corrientes patronales, burocráticas y reformistas. Cada paso común que dimos en estas batallas puso a la defensiva a viejos aparatos. Logramos una unidad ante hechos muy importantes que no elimina que entre cada partido haya matices o diferencias en algunos aspectos, pero muestra en la realidad de la intervención que poniendo por delante una política común eso es lo que prima, mientras las diferencias siguen su curso de debate, cada vez que es necesario.
En el terreno político hay que lograr un mecanismo similar. Tenemos una larga lista de propuestas programáticas comunes, que parten de enfrentar a todos los partidos del sistema, desde los sectores más de derecha hasta los posibilistas y reformistas. Frente a todo eso planteamos una salida obrera y socialista, con un programa de ruptura con la estructura capitalista y de verdaderas transformaciones, de independencia de clase, del feminismo anticapitalista y anticlerical y de perspectiva estratégica hacia un gobierno de los trabajadores.
Es una base política muy sólida para alcanzar los acuerdos que hacen falta en el plano electoral y para mantenerlos y profundizarlos hacia el país que viene luego de las elecciones, donde la crisis dará un nuevo salto, entraremos a un período de nuevas convulsiones sociales y de enorme oportunidad y responsabilidad para la izquierda si queremos dar un salto en la influencia política y social. Todo este potencial, hay que ponerlo por encima de otros debates, sean pasados o presente, donde pueda haber matices o diferencias que seguro las hay, como ha sido siempre en la izquierda, y sobre los cuales podemos debatir e intercambiar desde un nuevo marco común. Ahora, el cambio necesario, es priorizar la necesidad y oportunidad política y lograr una nueva unidad.
Por nuevos pasos unitarios
Desde el MST queremos la unidad de toda la izquierda anticapitalista, obrera y socialista. Entendiendo que frente al escenario de brutal ajuste de Macri y el FMI, de complicidad del PJ en todas sus alas y de toda la burocracia sindical, y frente a los fuertes intentos que el régimen hará para polarizar las elecciones y reducir el espacio político de la izquierda, tenemos que fortalecer una alternativa de unidad que responda saliendo a la ofensiva a dar esta batalla política que viene. Proponemos este acuerdo para las elecciones nacionales y otras que unifican en agosto y también en las elecciones adelantadas de provincias donde aún hay tiempo de lograrlo; como Tucumán, Mendoza y Jujuy.
El FIT tiene ante este debate y posibilidad una gran responsabilidad, la de decidirse a fondo a ir por este camino y no encerrarse en sí mismo. Hay declaraciones positivas en ese sentido y a la vez todavía algunas dudas y debates en curso que esperamos se superen positivamente. Los próximos días podemos avanzar en una nueva ronda de reuniones e intercambios para ver las distintas formas en que podemos lograr un gran acuerdo, que parta de una sólida base programática y de proyecto y a partir de allí tome en cuenta la realidad electoral y política de cada fuerza a lo largo de todo el país, con la voluntad política unitaria que siempre ayuda a encontrar soluciones concretas, a todos los aspectos a debatir y acordar.
Junto con esto, mientras seguimos en la calle en apoyo a las luchas en curso, hay una fecha emblemática que se aproxima y tiene que transformarse en un punto de inflexión positivo; el 1º de Mayo. Es necesario hacer en Plaza de Mayo y en todas las plazas del país, grandes movilizaciones y actos unitarios de todo el sindicalismo clasista y la izquierda obrera y socialista.
Sergio García