Visto y considerando
Que la dinámica del capitalismo en su época de decadencia irreversible es la causa de una crisis civilizatoria general, y con ello, impacta sobre las condiciones socioambientales de vida sobre el planeta, especialmente sobre la clase obrera y los sectores populares;
Que en particular la dependencia como matriz de energía de combustibles de origen fósil y la sobreproducción / sobreconsumo irracionales, genera una descontrolada emisión de gases de efecto invernadero en particular en los países capitalistas avanzados que provocan el llamado fenómeno del cambio climático;*Que complementariamente, en América Latina y otros continentes el patrón de acumulación / producción capitalista se conoce con el nombre de “extractivismo” y consiste en una mercantilización general de la naturaleza, con la utilización de modalidades de apropiación de bienes comunes como materia prima altamente depredatorias y contaminantes, como el agronegocio, el fracking, la megaminería o la cementación urbana para especulación inmobiliaria;
Que tanto el uso de combustibles de origen fósil como el extractivismo tienen como causa básica la necesidad de ganancia capitalista exclusivamente;
Que existen formas de producción superiores incluso en eficiencia y rendimiento, no contaminantes (o de efectos controlables socialmente), y que por lo tanto no hay obstáculos tecnológicos para modificar el modelo económico, sino el interés privado del capital;
Que en todo el mundo frente a las consecuencias socioambientales del sistema capitalista se están produciendo movimientos de resistencia;
Que en particular el movimiento protagonizado por jóvenes estudiantes conocido como “Friday for the future” y recientemente en Inglaterra, el movimiento “Rebelión contra la extinción”, además de las luchas en todo el resto de los continentes contra las distintas formas del extractivismo, crecen y colocan estas problemáticas a escala creciente de masas (aunque todavía con desigualdad en su desarrollo);
Que los socialistas revolucionarios, en base al método marxista y el Programa de Transición, tenemos que intervenir y dar una respuesta positiva antisistémica, en acción, política y programa;
Que más allá de los límites de las direcciones que están al frente de estos procesos, cuyo programa es confuso, ambiguo y mayoritariamente reformista, todavía no han sido cooptados por las fuerzas políticas del capital y, por lo tanto, las causas justas que levantan, moviliza a una extendida vanguardia con predisposición anti-sistémica;
Esta Conferencia resuelve:
- Intervenir en la medida de las posibilidades en todos los procesos de lucha y movilización socioambiental que se den en los distintos países donde actuamos, en especial, centrando en los que movilizan vanguardia juvenil.
- Realizar charlas, foros, jornadas y actividades de agitación y propaganda para divulgar nuestras posiciones en relación a este proceso.
- Continuar polemizando en artículos permanentes contra las posiciones del “capitalismo verde”, del reformismo en todas sus variantes (autonomista, “ecosocialista” en la versión Mélenchon u otras), como así también contra las corrientes de izquierda que niegan la problemática ambiental y que minimizan este fenómeno planetario y sus consecuencias.
- Levantar una política revolucionaria y socialista sobre el tema que plantee una transición con eje en la reconversión general total de la economía, laboral-profesional de la clase obrera, incluyendo la planificación democrática de toda la producción y el consumo, con la clase trabajadora como sujeto social clave.
- Llevar a estos movimientos, nuestro planteo estratégico sobre la necesidad de elevar el movimiento social al terreno político, construyendo partidos revolucionarios y una internacional de la clase obrera.