Las investiduras se definieron lugar por lugar, con alianzas disímiles para obtener alcaldías. El 28A se realizaron las elecciones presidenciales adelantadas. De las negociaciones que siguen en curso tendría que surgir el nuevo gobierno. Ya opinamos sobre los resultados del 26M, fecha en la que se eligieron diputados al Parlamento europeo y autoridades municipales Luego de tejer alianzas, el sábado 15 se eligieron alcaldesas. Los municipios expresaron sus particularidades y dinámicas propias.
Con el método que determina quién será alcaldesa, no necesariamente gobierna la más votada. La balanza se puede inclinar para lados opuestos con acuerdo al espectro de coalición definido por los regidores electos. En el marco de esta realidad, surgen algunas cuestiones para analizar.
El modelo «trifacho», PP, Ciudadanos, VOX, que debutó en Andalucía, volvió a dar frutos al espectro de derecha. El más favorecido fue el PP, que tras el naufragio del 28A encontró un salvavidas al alzarse con el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid. A Ciudadanos le ofreció la posibilidad de mantener el pulso a los populares con la intención de lograr el sorpasso anhelado. A los fachos de VOX les otorgó la potestad de definir mayorías en algunos municipios.
El modelo «trifacho», PP, Ciudadanos, VOX, que debutó en Andalucía, volvió a dar frutos al espectro de derecha.
Igualmente, el marco es endeble ya que sólo pueden ofrecer al pueblo medidas reaccionarias y se trata de formaciones que disputan ferozmente entre sí. Por ejemplo, a los tres días de ponerse de acuerdo en Madrid, VOX exigió cargos ejecutivos que les fueron negados, generando la primera crisis con amenazas cruzadas. El acercamiento de Ciudadanos a VOX ha motivado que su socio europeo, el presidente francés Emmanuel Macron, pidiera explicaciones, ya que son fachos como el partido de Le Pen. Como sea, hay que combatir cotidianamente al “Trío de Colón” para que no avance desde abajo, ni desde su ubicación institucional.
Otra cuestión importante es el curso tomado por las llamadas “fuerzas del cambio”. Creemos que lo sucedido en el Ayuntamiento de Barcelona debería ser motivo de una nueva reflexión de los honestos seguidores de Podemos.
El más votado fue Ernest Maragall (ERC), quien había quedado en condiciones de formar gobierno, en una Ciudad en la que, en general, el que sacaba más votos gobernaba. Fue seguido por Ada Colau de En Comù Podem. Como resultado de las negociaciones, Colau fue reelecta alcaldesa. Logró la mayoría absoluta con los votos propios sumados a los del PSC y Ciudadanos. Éste último encabezado por Manuel Valls, ex primer ministro francés, de origen catalán, un socialdemócrata de derecha cuya gestión fue reaccionaria y represiva.
En Comù Podem tejió una convergencia con los defensores del 155 y el IBEX 35
Colau justificó el acercamiento a la derecha declarando: “mantener el Ayuntamiento es clave para los cambios en curso”, “nunca escondí mi incomodidad” y “el que tiene que responder por sus votos es Valls y no yo”. Al haber logrado el sueño de Pablo Iglesias de gobernar con el PSOE, fue felicitada por Irene Montero, dirigente de Podemos. Pero no todas son alegrías.
Cuando salió de la investidura fue rechazada por centenares de personas, un escenario totalmente distinto a la investidura anterior cuando fue ovacionada por llegar al poder siendo una activista anti-desalojos. También recibió algunos insultos machistas que repudiamos.
Además, se generó un quiebre. El dirigente de Ciudadanos Albert Rivera anunció la ruptura con Valls (a quien había elegido a dedo como candidato) por su apoyo a En Comù Podem-PSC. La decisión fue acompañada Celestino Corbacho, uno de los tres regidores que votaron por la reelección, con lo cual a tres días de la investidura se esfumó la mayoría absoluta que la había posibilitado.
Cuatro años de mandato en estas condiciones no le auguran a Colau un futuro de tranquilidad.
Lo concreto con relación al nuevo mandato, es que En Comù Podem tejió una convergencia con los defensores del 155 y el IBEX 35. Aunque todos dicen que coincidieron con la “nariz tapada” en realidad son compatibles, los une la defensa de la unidad de España. La maniobra tuvo como objetivo determinante impedir que un independentista fuera alcalde de Barcelona. Incluso, Ernest Maragall, que lleva adelante la política autonomista, negociadora y moderada de ERC. No hay “equidistancia” sino abrazo al unionismo.
…el independentismo no presentó una estrategia territorial común y quedó enmarañado en tácticas definidas lugar por lugar.
Los cambios se componen sólo de una fachada de concesiones limitadas, detrás de la cual permanecen intactos los privilegios de los ricos y los negociados capitalistas. La alcaldesa pone el guiño a la izquierda, pero gira a la derecha. Sigue el mismo patrón que otras fuerzas reformistas adoptaron en todo el mundo luego de llegar al poder, causando decepción en sus seguidores y abriendo camino a la derecha.
Otro elemento destacable es que el independentismo no presentó una estrategia territorial común y quedó enmarañado en tácticas definidas lugar por lugar. Los partidos mayoritarios catalanes siguen divididos, causando confusión y dudas en amplios sectores de la población.
Pasadas las elecciones, se vuelve a imponer la realidad de las grandes mayorías del pueblo trabajador. Las condiciones laborales precarias, los salarios que no alcanzan, los alquileres por las nubes, los ajustes, las ciudades socialmente desiguales, las deficiencias en salud, educación y el recorte de libertades democráticas.
Ninguno de los gobiernos burgueses y de derecha elegidos resolverán los problemas pendientes. Es necesario construir una nueva alternativa política, verdaderamente de izquierda, anticapitalista, que apoye e impulse las luchas de los trabajadores y el pueblo. Que dispute políticamente con las expresiones de derecha y con los que se dicen de izquierda y progresistas, pero en realidad no lo son.
Ruben Tzanof