El último domingo, las elecciones PASO en Argentina marcaron un punto de quiebre en la situación del país. La derrota contundente del macrismo tuvo un alcance mucho mayor que todas las previsiones. Se abrió una crisis política en pleno desarrollo y de final incierto. En el marco del FIT-Unidad se manifestaron acuerdos importantes y también polémicas. Sintetizamos en este artículo los temas en debate y nuestras posiciones como MST.
En simultáneo a este artículo, la coalición que integramos con el PTS, PO e IS, está publicando una declaración política común. En ella se expresan algunos acuerdos de caracterización general sobre la crisis, y por lo menos dos puntos relevantes, que reivindicamos como positivos:
- La necesidad de exigir un paro general y plan de lucha al conjunto de la burocracia sindical.
- Un programa de reivindicaciones económicas como respuesta inmediata a la crisis para que la paguen los banqueros y grandes empresarios.
A partir de allí, y con ese piso de acuerdos, se han manifestado debates de relieve sobre los cuales queremos dar nuestra visión.
¿Qué se vaya, qué se quede? Sobre “diálogos” y nivel de conciencia
Un primer debate, fundamental, es la política a levantar frente al gobierno macrista. Nuestra caracterización es que el rechazo masivo al macrismo fue concluyente. Pero, además, reveló otros síntomas presentes en el movimiento de masas:
- La magnitud del repudio electoral, más allá del carácter distorsivo del voto en la democracia burguesa, expresa un nivel social de ruptura y bronca que corrobora una tesis que defendimos desde el año pasado: Macri y la política del FMI sobrevivieron desde el año pasado artificialmente a partir del sostén de la burocracia sindical y el pejotismo parlamentario y de los gobernadores.
- El sentido del rechazo al macrismo lo excede e incluye la orientación de ajuste impuesta por el FMI. Vale decir: es más que una ruptura circunstancial con el elenco gobernante, es contra una política de confiscación social a las grandes mayorías y la “promesa” de reformas laboral y previsional.
- Es un golpe a la falsa ideología de la “derechización” de masas en América Latina. Los planes de reposicionamiento yanqui en el continente con Trump, apoyado en Bolsonaro, Piñera y Duque, reciben un golpazo fenomenal. Prueba de la reserva social en el movimiento de masas de nuestro país para enfrentar la agresión capitalista, y en conexión, la responsabilidad de las direcciones políticas y sindicales bloqueando su pleno desenvolvimiento.
Por lo tanto, con ese cuadro, nuestro partido no tiene dudas: la izquierda anticapitalista y socialista tiene la responsabilidad de levantar ahora “que se vayan Macri y el FMI, no esperar un minuto más”. Incluso, porque desde el propio domingo el pánico burgués ante el tamaño de la crisis global del régimen político, coloca como responsabilidad de primer orden para las organizaciones revolucionarias, el desarrollar políticas en sentido exactamente opuesta al de los capitalistas jugados a estabilizar la situación. Esta fue nuestra primera propuesta a la Mesa Nacional del FIT-Unidad por escrito y debate oral. Para resumir, digamos que tanto el PTS, como el PO e IS rechazaron este planteo: - El PTS con 2 argumentos: el primero es que “como la mayoría votó a Alberto, plantear fuera Macri ahora choca y no ´dialoga´ con la expectativa mayoritaria de votarlo en octubre”. Y, además, un segundo argumento: levantar “fuera Macri” ahora, sería habilitar que asuma Alberto. En realidad es precisamente lo opuesto: no levantar esa consigna como tarea inmediata, implica sostener a Macri y de hecho, dejar correr la canalización institucional-burguesa con las “normales” elecciones de octubre para que eventualmente gane la fórmula F-F y los capitalistas cierren coyunturalmente su crisis.
- El PO evidentemente condicionado en su crisis fraccional con el sector de Altamira, ordena su política no por la realidad del movimiento de masas y sus necesidades, sino por su lucha interna. Y entonces, no quiere parecerse en nada a la otra fracción, aun cuando se trate de levantar una política correcta.
- IS por su parte, reduce su planteo a un programa sindical y economicista (“paro y programa de emergencia”), casi como en cualquier coyuntura.
Al final, el FIT-Unidad, tanto sea por no confrontar con la base electoral K (“que tiene expectativas en Alberto y votarlo”) como dice el PTS, como por luchas fraccionales o economicismo, la principal coalición anticapitalista y socialista del país, se niega a exigir que el gobierno repudiado masivamente se vaya de forma anticipada. Un error de proporciones en nuestra opinión.
¿Tiene que decidir el movimiento de masas sobre todo o no?
Otra controversia radica en el uso y pertinencia de la consigna “Elecciones anticipadas, pero a una Constituyente Libre Soberana y Democrática”. En este punto, se repite un esquema:
- El PO la rechaza, porque la levanta su oponente fraccional.
- IS no la ve colocada en la realidad, y por lo tanto para la propaganda a lo sumo, sigue siendo gobierno de trabajadores.
- Y el PTS la limita a una defensiva propaganda, pero no para la agitación de masas.
Es decir: ante una crisis política que cuestiona toda la legitimidad del gobierno y del régimen político, ya que estuvo en el aire un gobierno que fue masivamente rechazado, sin que todavía se haya elegido otro nuevo, frente al pánico burgués que revelan las editoriales de los principales medios hablando de “gobernabilidad en cuestión”, la izquierda revolucionaria… no tiene propuesta política de salida, más que lo mismo que decía en campaña, o casi lo mismo.
Nuestra visión es muy distinta:
- Exigencia de que se vaya Macri ahora.
- Oponemos al ajuste devaluacionista un programa de emergencia económico en defensa del trabajo, el salario, las jubilaciones y el patrimonio nacional y de ruptura con el FMI
- Levantamos la exigencia de huelga general y plan de lucha Y colocamos como parte de la agitación propagandística de masas (sí, ante las masas), la necesidad de que sea la clase obrera y todo el pueblo los que decidan y tomen en sus manos no en octubre, sino antes, no un cambio de personaje en la gestión estatal del ajuste, sino con una Asamblea Constituyente –es decir, que establezca nuevas reglas legales-, Libre –que discuta todo: FMI, privatizadas, salario, la relación con el clero, todo-; Soberana –sin condicionantes- y Democrática – con un mecanismo que tome el país como distrito único y elija un diputadx cada 30 mil habitantes, sobre el rumbo general y la orientación de la Argentina.
Es decir: estamos convencidos que es la forma de poner en evidencia el pacto de co-gobierno en curso entre Macri y F-F; y a la vez, proponer una salida democrática y transicional a la crisis política de conjunto del país que pueda en la perspectiva, apoyada en la movilización abrir una dinámica de ruptura con el conjunto de la institucionalidad capitalista. Y claro, aunque no esté colocado hoy, planteamos para la propaganda, vale decir, para la paciente explicación, el gobierno de lxs trabajadorxs y los sectores populares como estrategia. Lamentablemente el FIT-Unidad se desentiende de esta política clave en el panorama actual.
La intervención política en la crisis: el ser o no ser un polo de referencia
Tenemos al interior del frente otra polémica, decisiva: el carácter de la intervención de esta coalición en la crisis. Nuestra propuesta como MST es puntual y muy nítida: proponemos una enorme movilización política del FIT-Unidad a Plaza de Mayo y todas las plazas del país, con el sindicalismo combativo por supuesto, pero con un predominio claro de nuestro frente en política, para aparecer claramente como un polo alternativo frente al pacto de co-gobierno del macrismo y el PJ.
Tampoco en este tema, tenemos acuerdo. De hecho, el PO e IS insisten en un tipo de intervención sindical, que subordine al FIT-Unidad a un segundo y relegado plano, y eventualmente hasta lo diluya en una acción de los “sindicatos”, queriendo decir en realidad, del activo movilizado en algunos de los gremios donde nuestras fuerzas tienen alguna influencia. El PTS por su parte, tiene una posición centrista y que no se juega a respaldar nuestro planteo, otra vez preocupado entendemos, por no delimitar al FIT-Unidad claramente del kirchnerismo que activamente bloquea la acción del movimiento de masas y dejar correr la confiscación devaluatoria. Más todavía: Del Caño, hace centro y agitación política en la propuesta de que se reúna el Congreso, que sesione de forma televisada, e incluso convocar a movilizar para apoyar las medidas que trate esa cueva del régimen. ¡Precisamente al Congreso dominado por los bloques capitalistas que pactan la gestión del ajuste en curso y la confiscación devaluatoria! Craso error de adaptación institucionalista, cuando al revés, la tarea de una fuerza revolucionaria en general con las instituciones del régimen democrático-burgués, y en particular en momentos de crisis, es estimular la desconfianza de las masas en ellas desenmascarando su papel de recurso de estabilización del poder capitalista.
Este tramo de la polémica, al final, condensa las diferencias y matices: nosotros pensamos que ante semejante crisis política, el FIT-Unidad tiene que ser un actor de primer orden en polarizar con todas las fuerzas burguesas y la burocracia, y oponer un programa que dé perspectiva anticapitalista y socialista al repudio social al macrismo y el FMI; y sobre todo, que aparezca postulándose con fuerza ante millones en todos los terrenos, pero principalmente en las calles ante el quietismo de la oposición patronal para ser un canal que exprese una acción independiente de todas las variantes patronales. Son estos momentos de inflexión donde se prueban las políticas, las direcciones y en particular, en los cambios bruscos en la situación que registran de forma indeleble en la conciencia de millones el rol de las fuerzas políticas. El FIT-Unidad todavía está a tiempo de cambiar y no desaprovechar una nueva oportunidad. El MST, como parte de esa coalición, va a insistir en ese sentido.
Dirección Nacional del MST en el FIT-Unidad
16/08/2019