“La historia de Pakistán es la historia del fracaso del capitalismo en desarrollar un país atrasado.”
Breve historia de Pakistán
Pakistán fue creado con la partición del subcontinente por el imperialismo británico en 1947. Fue una partición religiosa, sus bases fueron religiosas. Fue así: los musulmanes del subcontinente deben vivir en Pakistán, los hindúes del subcontinente deben vivir en la India. Entonces hubo una migración masiva de la India a las regiones que se declararon Pakistán y de Pakistán a las regiones que se declararon el nuevo Estado indio. Entre un y 2.7 millones de personas perecieron en esta partición. Hubo masacres de fanáticos hindúes y fanáticos musulmanes que mataron mujeres, niños y a cualquiera que pudieran encontrar. Así, una civilización de siete mil años fue partida en dos mitades por el imperialismo británico en 1947, y el motivo principal de esta división era derrotar y dividir a la lucha de clases, que era una amenaza no solo para el imperialismo británico y su dominio colonial, sino también para el propio capitalismo.
Hubo una revolución en todo el subcontinente en 1946 que fue iniciada por los marineros de la Royal Indian Navy. Se extendió a las fuerzas británicas de toda la región y luego se extendió a los trabajadores de los sectores textil, ferroviario y otros, a todas las ciudades costeras del subcontinente y luego también a las otras ciudades. Pero no se pudo completar por falta de dirección. La burguesía local del subcontinente intentó terminar esta revolución lo antes posible y negociar con el imperialismo británico que se fueran y nos dieran una supuesta independencia. Entonces, después de esta revolución, los estrategas conservadores del imperialismo británico decidieron: «no podemos dejar a India sin dividir. Debemos dividirla sobre una base religiosa para que la lucha de clases pueda ser aplastada y la unidad de clase pueda dividirse”. Este fue uno de los principales aspectos de la partición.
Después de la partición, la clave del desarrollo del capitalismo en Pakistán ha sido que la burguesía paquistaní no fue capaz de completar ninguna de las tareas de las revoluciones burguesas que se lograron en Europa a través las revoluciones francesa, inglesa y holandesa. No fueron capaces de industrializar, eran técnica y financieramente débiles, culturalmente muy atrasados, y no pudieron crear un Estado nación unificado como en Europa. Pakistán se compone de cuatro o cinco nacionalidades. Existe la nacionalidad sindhi, la nacionalidad baluchi, la nacionalidad pashtún, la nacionalidad cachemir, la nacionalidad punjabi y también los seirakis, que se consideran una sub-nacionalidad.
Son corruptos, débiles y siempre necesitaron subsidios estatales para sobrevivir. Por eso, en lugar de la burguesía controlar al Estado, en Pakistán fue al revés desde el principio. La burguesía depende del Estado para su propia existencia. Es el Estado el que toma las decisiones y controla a la burguesía a través de la maquinaria estatal. El ejército es la institución estatal más poderosa.
Otra característica del capitalismo en Pakistán ha sido su desarrollo desigual y combinado. Encontrarás atraso y los elementos más modernos creados por el desarrollo del capitalismo juntos. Hay autopistas que están más avanzadas que en Europa o América y luego, a pocos metros de distancia, se está cultivando con técnicas de hace 5000 años. La gente no tiene agua limpia para beber, pero puede tener gas, pueden no tener calzado en sus pies, pero tienen teléfonos celulares.
Este desarrollo desigual y combinado también ha creado una clase trabajadora muy grande en Pakistán durante las últimas seis o siete décadas. Debido a que hubo altas tasas de crecimiento en el régimen militar de la década de 1960, hubo un rápido desarrollo e industrialización en Pakistán. Pero, debido a la naturaleza desigual de ese desarrollo, y a que ese desarrollo no mejoró las condiciones de las clases trabajadoras y agudizó la lucha de clases, explotó un movimiento en 1968.
Primero hubo una protesta estudiantil en todo el país y luego la clase trabajadora entró en el movimiento y hubo huelgas generales y un movimiento en todo el país que dio origen al Partido del Pueblo Pakistaní (PPP), que era un partido muy joven en ese momento, de solo unos pocos meses, pero le dio al movimiento un programa socialista, mientras que la izquierda estalinista se limitó a un programa democrático, porque creían en la revolución por etapas. Creían que primero habría una etapa democrático-burguesa y luego habría una etapa socialista en la revolución.
El PPP planteó directamente el programa socialista, tenía un manifiesto muy radical que exigía la nacionalización de la industria, la redistribución de las tierras y una sociedad socialista, por lo que el movimiento se inclinó hacia el PPP y se convirtió en el partido más grande en la historia de Pakistán en unos pocos meses.
Pero no era un partido revolucionario o marxista, sino un partido populista. Era un partido de izquierda radical, por lo cual no podía completar la revolución. En cambio, la revolución se desvió al terreno electoral. El PPP ganó las elecciones y llegó al poder, pero no pudo hacer ninguna reforma importante porque no había margen para reformas en el débil y atrasado capitalismo paquistaní. Intentaron llevar a cabo nacionalizaciones, dar educación gratuita y otras medidas básicas, pero no pudieron porque no había margen, no había capacidad en el capitalismo paquistaní para tales reformas.
Entonces la crisis económica se agravó, similar a lo que vemos hoy en Venezuela, y cuando el movimiento retrocedió, los militares dieron un golpe de Estado, llegaron al poder, impusieron la ley marcial y colgaron a Zulfikar Ali Bhutto, quien era el líder del PPP y un punto de referencia del movimiento del 68-69. Lo colgaron y comenzaron un proceso de islamización e imposición de valores reaccionarios en la cultura, el arte, la sociedad y las instituciones educativas (se prohibieron los centros de estudiantes) y todo esto se hizo con la ayuda directa del imperialismo estadounidense. Muhammad Zia-ul-Haq era el hombre de los Estados Unidos en Paquistán porque querían montar ahí un bastión contra la Revolución Saur que había estallado en la vecina Afganistán en 1978.
Después del golpe hubieron movimientos contra el régimen de Zia, pero no tuvieron éxito. Fueron aplastados, muchas personas fueron asesinadas, muchas personas fueron colgadas, muchas personas fueron azotadas en las calles, por lo que toda la sociedad fue empujada hacia atrás y hacia el proceso de islamización. Impusieron guarderías, escuelas y seminarios religiosos fundamentalistas para formar jóvenes para ir a luchar en Afganistán contra el régimen de izquierda allí.
Después del régimen de Zia, hubo gobiernos democráticos del PPP, que se desplazó hacia la derecha y se convirtió en un partido de centroizquierda en los años 90 o 2000. Comenzó el proceso de privatizaciones, por lo que se puede ver cuán lejos el PPP había girado a la derecha. El régimen democrático no pudo dar ningún alivio a la gente común y sus problemas: desempleo, pobreza, privatizaciones y alzas de precios. Entonces, para la gente, no había mucha diferencia entre el régimen democrático y el régimen militar. Hubo otro régimen militar en 1999 que duró hasta 2008 y luego hubo otros dos regímenes democráticos: uno del PPP y otro de la Liga Musulmana de Pakistán, que es el partido burgués tradicional.
Pero las condiciones de los trabajadores solo empeoraron y las diferencias de clase se agudizaron con el tiempo. Ha crecido una gran clase media urbana de 30 a 40 millones de personas (en una población total de 208 millones). Esta clase media urbana, que es muy reaccionaria, religiosa, conservadora y podría decirse hipócrita en sus valores, ha dado lugar a un nuevo partido en Pakistán, llamado ‘Tehreek-e-Insaf’ en Urdu, el Partido de la Justicia, que tiene tendencias semi-fascistas y semi-nacionalistas. Este es un partido derechista muy reaccionario que ahora ha sido impuesto como gobierno títere por los militares. Está haciendo más privatizaciones y reformas neoliberales. Ha entrado en un programa del FMI porque la economía de Pakistán ha estado en bancarrota desde el primer día. Cada tantos años, Pakistán tiene que recurrir al FMI por la crisis del déficit y balanza de pagos.
En resumen, la historia de Pakistán es la historia del fracaso del capitalismo en desarrollar un país atrasado, hacer que progrese y convertirlo en un Estado burgués moderno e industrializado. En cambio, solo han empeorado los problemas. Hay remanentes de feudalismo en Pakistán; no feudalismo, sino remanentes culturales y económicos, como grandes terratenientes, pero sujetos a la economía de mercado y girando hacia la agricultura corporativa. Así que hay restos de feudalismo, hay un capitalismo incompleto, se podría decir una caricatura de un régimen capitalista con crisis económica y pobreza. Creemos que la única salida para Pakistán, y también India, Bangladesh, Sri Lanka y el resto de los países del subcontinente y los países del tercer mundo en general es una revolución socialista que tendrá que completar las tareas del desarrollo capitalista, así como las tareas socialistas, para llevar a las sociedades hacia adelante en su historia, para eliminar la pobreza, el desempleo, las crisis económicas y los males sociales y económicos del capitalismo.
La lucha de clases hoy
Ha habido un sistema bipartidista en Pakistán durante 30 o 40 años. Un partido era el PML de derecha (Liga Musulmana de Pakistán) con su líder Shehbaz Sharif, y el otro estaba a la izquierda, era el PPP con Benazir Bhutto, la hija de Zulfikar Ali Bhutto. Pero con el paso del tiempo, ambos partidos, particularmente el PPP, han traicionado a las masas tanto y tantas veces que lo que predomina es la indiferencia y la despolitización en la sociedad. Hay indiferencia hacia ambos partidos. Creo que no hay un solo partido en Pakistán que pueda movilizar a las masas en las calles en grandes cantidades. La gente es indiferente y despolitizada en este momento porque la democracia burguesa y sus partidos no les han ofrecido nada en muchas décadas. Entonces hay una sensación de ira y desesperanza.
De este fracaso de la derecha y la izquierda tradicionales para llevar a la sociedad hacia adelante, para resolver los problemas básicos de la gente, ha surgido un tercer partido que representa a la clase media urbana que se ha desarrollado durante las últimas dos o tres décadas debido al desarrollo del capitalismo neoliberal en Pakistán. Es el Tehreek-e-Insaf (PTI), que llegó al gobierno en 2018.
Pero el apoyo de la clase media a este partido es solo un factor, hay otro factor que es el apoyo del Estado. El gobierno del PTI es básicamente un régimen títere del Estado profundo que se ha impuesto a través de elecciones manipuladas. No es un fenómeno fascista en un sentido clásico, tiene algunas tendencias fascistas, nacionalistas y conservadoras, pero es un fenómeno temporal, se basa en una sola persona: el ex jugador de cricket Imran Khan, quien lidera el partido y es el actual primer ministro de Pakistán.
Desde que el nuevo gobierno llegó al poder, comenzó una agenda muy agresiva de reformas neoliberales. Están privatizando lo que queda de la salud pública, están privatizando universidades, están montando un régimen de ajuste muy agresivo. Han ingresado en un programa del FMI y están causando estragos en la gente común para equilibrar los indicadores macroeconómicos. La tasa de crecimiento ha caído a 2.3% desde 5.6% y, durante los últimos años, la inflación ha aumentado a 12 o 13%, las tasas de interés están subiendo, están en 14%. Entonces hay una situación de estanflación.
Ha habido cierta resistencia por parte de las clases trabajadoras, particularmente en el sector público contra las privatizaciones, y otros contra los recortes y otras reformas neoliberales, pero el gobierno también teme cualquier explosión que pueda ocurrir desde abajo y dar a luz a un movimiento revolucionario muy grande, por lo que tienen mucho cuidado. Intentan hacer reformas, la gente se resiste, retroceden y, después de algún tiempo, intentan atacar nuevamente y la gente vuelve a resistir. A veces el gobierno tiene éxito, a veces la gente tiene éxito. Hay lucha de clases, pero no es muy aguda. No hay un gran movimiento, no hay grandes huelgas o protestas, aunque han habido algunos movimientos aislados y espontáneos. Pero, en general, la reacción es dominante en Pakistán.
Otro problema es que menos del 1% de la clase trabajadora está organizada en sindicatos en Pakistán y los centros de estudiantes están prohibidos en las universidades hace 30 años. Entonces, ni los estudiantes ni la clase trabajadora están muy organizados en sindicatos. Por un lado, esto es negativo, es un obstáculo en las luchas por los derechos socioeconómicos básicos. Pero, por otro lado, hay un aspecto positivo en que no existe un amortiguador entre el Estado y la clase trabajadora en forma de burocracia sindical.
Hay algunos grandes sindicatos en las instituciones públicas, pero solo unos pocos. No hay amortiguador que pueda usarse para suprimir un movimiento, por lo que si un movimiento estallara en Pakistán, sería muy agresivo desde el primer día, sería muy explosivo, llegaría a conclusiones muy avanzadas desde el principio. Este es otro aspecto del desarrollo desigual y combinado del capitalismo paquistaní: que no existe un mecanismo como la burocracia sindical para controlar a las masas.
La militancia revolucionaria se ha vuelto muy difícil debido a la creciente opresión estatal. Recientemente, los derechos democráticos restantes se están recortando cada vez más. A veces personas son arrestadas solo por protestar contra un aumento de precios o cualquier problema básico. Pero la clase obrera no ha sido derrotada en ningún gran movimiento en muchas décadas. No ha habido derrota de una revolución en Pakistán en veinte o treinta años. Existe la posibilidad de que un gran movimiento estalle y puede suceder inesperadamente. Es por eso que el gobierno y el Estado tienen miedo, son muy cuidadosos, se están volviendo más opresivos y represivos. Están tratando de llevar a cabo un programa de reformas neoliberales con mucho cuidado y con un control estricto sobre la sociedad.
La influencia del fundamentalismo religioso
Hay una idea errónea sobre Pakistán, que Pakistán es una sociedad muy religiosa y que hay personas con barbas largas por todo el país y mullahs que toman todas las decisiones. Pero en realidad Pakistán no es una sociedad religiosa, históricamente, nunca ha sido una sociedad religiosa.
Hay un incidente muy famoso del movimiento de 1968. El líder de la Hermandad Musulmana, Maulana Maududi, se dirigía a una multitud en Lahore, agitando contra el PPP y las ideas socialistas, que estaban en ascenso en ese momento. El eslogan principal del PPP era «pan, ropa y vivienda», así que tomó pan en una mano y un Corán en la otra, y se lo mostró a la gente y dijo: “¿Qué quieren? El PPP quiere dar pan, nosotros queremos darles el Corán. ¿Necesitan el pan o el Corán?” Y la gente dijo «necesitamos pan, porque el Corán lo tenemos en casa y podemos ir a leerlo allí».
El fundamentalismo religioso ha sido muy superficial y ha sido impuesto desde arriba por las clases dominantes y algunas secciones del Estado. Por ejemplo, en Pakistán nunca ha habido un solo gobierno dominado por los partidos religiosos. En realidad, los partidos religiosos no han podido obtener más del 5% de los votos en la historia de Pakistán. La gente puede escucharlos, pero no votan por ellos. Es el estancamiento de la sociedad, la política y el movimiento de la clase trabajadora lo que allana el camino para el fundamentalismo religioso, pero es un fenómeno temporal.
Cuando la gente no puede mirar hacia adelante, cuando no tiene ninguna esperanza en el futuro, comienza a mirar hacia atrás, al pasado y a fenómenos del pasado como la religión y el racismo, y las políticas en torno a estas ideas reaccionarias cobran cierto impulso. Entonces sí, ha habido cierto dominio de la religiosidad, particularmente en las clases medias, que son más conservadoras y religiosas. Pero es porque la clase trabajadora no ha podido señalar el camino hacia el futuro, y cuando la clase trabajadora no le señala a la clase media el camino a seguir, la clase media se vuelve muy reaccionaria.
Por lo tanto,
la idea de que los fundamentalistas tomarán Pakistán e impondrán un gobierno
talibán, es totalmente errónea. La sociedad resistirá, la clase obrera
resistirá, la juventud resistirá. No está planteado en el futuro inmediato como
mínimo.
Cachemira
Cachemira no es una región homogénea. Primero, hay un área que se llama Gilgit-Baltistan, es una región aparte de Cachemira. Luego hay una Cachemira pakistaní y una Cachemira india; también hay divisiones dentro de la Cachemira india: está El Valle, que es el epicentro del movimiento en este momento y luego está Jammu, donde hay más hindúes, y las áreas de Ladakh y algunas áreas ocupadas por China. Entonces, Cachemira se divide entre tres países, tres Estados: Pakistán, India y China; Según el derecho internacional, es un territorio en disputa.
Cuando los británicos dividieron el subcontinente en 1947, Cachemira era gobernada por un raja, o príncipe, que era hindú, pero la mayoría de la población era musulmana. Entonces, primero el Estado pakistaní envió a sus milicias tribales -no al ejército porque el jefe del ejército era inglés en ese momento y se negó a obedecer las órdenes del recién formado gobierno paquistaní- a Cachemira y ocupó parte de él. Luego, el raja pidió ayuda a la India, que también envió sus fuerzas y ocupó otra parte de Cachemira. Luego, todo el asunto pasó a la ONU, y se estableció una línea de alto al fuego entre los dos países que se llama línea de control. Entonces la mitad de Cachemira está de este lado y la otra mitad de está del otro lado.
La cuestión nacional existe en ambos lados y ha habido movimientos independentinstas desde la década de 1980, cuando hubo una intifada de Cachemira, al igual que la intifada palestina. Hubo un gran movimiento de protesta en Cachemira, pero debido a que intervinieron grupos de poder apoyados por el gobierno pakistaní, el movimiento se convirtió en lucha armada. Los grupos yihadistas que fueron enviados desde Pakistán le dieron al Estado indio la excusa para decir que esas personas eran terroristas, no luchadores por la libertad, por lo que tomó medidas enérgicas contra el movimiento. Particularmente en la Cachemira india, ha habido decenas de miles de personas secuestradas, violadas y asesinadas, por lo que hay una crisis humanitaria.
Cuando el rajá pidió ayuda a la India, el gobierno de la India dijo: “Está bien, les daremos ayuda contra Pakistán, pero a cambio deben afiliarse con nosotros”. Entonces hubo un acuerdo en el que India otorgó un estado semiautónomo especial a Cachemira dentro del Estado indio. Pero ahora, el gobierno fundamentalista hindú de Narendra Modi fusionó Cachemira con la India, eliminó su condición autónoma e impuso un toque de queda durante muchas semanas. Pero cuando se levantó el toque de queda, hubo protestas masivas, agitación y pedradas a las fuerzas indias, por lo que impusieron un nuevo toque de queda. Una de las principales razones de esta provocación por parte del gobierno de Modi es que la economía india está cayendo cada vez más en recesión, por lo que, para desviar la atención del aumento del desempleo, los aumentos de precios y otros problemas económicos de la clase trabajadora y la gente común, Modi abrió este frente para provocar el chovinismo, el fundamentalismo religioso y la histeria nacionalista en la India y un estado de guerra con Pakistán.
Nuestra posición sobre Cachemira es una salida socialista. Apoyamos el derecho a la autodeterminación y el derecho a la separación del pueblo de Cachemira, pero también insistimos en conectar la lucha por la libertad y la independencia con la lucha por el socialismo junto a las masas más amplias de Pakistán e India en la región. Creemos que Cachemira solo puede ser libre en un subcontinente socialista. Mientras haya Estados burgueses capitalistas a su alrededor, Cachemira no puede ser libre en un sentido verdadero, incluso si logran la libertad o el derecho a la autodeterminación, siempre será un Estado títere de este Estado o de otros grandes Estados burgueses.
La Lucha
El nombre completo de nuestro periódico es La Lucha de Clases, se nos conoce por el nombre de nuestro periódico quincenal, en resumen, La Lucha. La Lucha se fundó en Amsterdam, durante la década de 1980 porque muchos camaradas tuvieron que huir de Pakistán y exiliarse en Europa porque el régimen de Zia los condenó a muerte. Allí comenzaron a reagruparse. Muchos eran trabajadores o simpatizantes del PPP, porque el PPP era el símbolo de la resistencia al régimen y de la izquierda política en Pakistán en ese momento. A partir de ahí, fueron reclutados por el CIT de Ted Grant. En ese momento los camaradas eran revolucionarios y socialistas hasta cierto punto, pero se convencieron de las ideas del marxismo en Europa, donde se celebró el primer congreso de La Lucha en 1985.
Estos camaradas comenzaron a publicar folletos, afiches y periódicos en Europa y los contrabandeaban a Pakistán. Cuando el régimen de Zia se debilitó y comenzó a dar algunas libertades democráticas, algunos de esos camaradas regresaron a Pakistán y comenzaron a construir lo que fue la primera organización trotskista en la historia de Pakistán.
En 1995 fue asesinado un líder sindical radical muy famoso en Pakistán. En ese momento lanzamos nuestro frente sindical, la Campaña de Defensa Sindical, no solo en Pakistán, sino internacionalmente. Nuestras demandas básicas son que el salario mínimo esté ligado al valor del oro, la seguridad social para los trabajadores, el derecho a la jubilación, las pensiones, las obras sociales y el derecho a sindicalizarse. Y conectamos estas demandas con el programa socialista.
Tenemos un movimiento de jóvenes desocupados, cuya demanda principal es que todos los jóvenes desocupados sean registrados, se les debe dar empleo o un subsidio de desempleo. La desocupación es masiva en Pakistán, según informes no gubernamentales, hasta el 50% de las personas pueden considerarse desempleadas. También trabajamos en el movimiento estudiantil, recientemente lanzamos el Frente Revolucionario Estudiantil, cuyas demandas básicas son que se restablezcan los centros de estudiantes, que se celebren elecciones de centros de estudiantes, que no haya aumentos de aranceles y que la educación sea gratuita, que el presupuesto educativo se multiplique por diez y que la educación no se privatice. Acercamos a los estudiantes a las ideas socialistas a través de estas demandas de transición.
En general, nuestro programa de transición exige la nacionalización de todas las grandes industrias, sectores clave de la economía y grandes propiedades; toda la tierra debe repartirse entre los campesinos sin tierra; estamos por una asamblea constituyente revolucionaria, que debería redactar una nueva constitución revolucionaria; debe haber igualdad de derechos para las mujeres en todas las esferas de la vida; el salario mínimo debe aumentarse por cinco veces y estar vinculado al valor del oro; toda deuda imperialista interna y externa debe ser expropiada y todos los bancos deben ser nacionalizados; Los oficiales deberían ser elegidos por comités de soldados; y debería haber una milicia pública para la defensa del Estado obrero, en lugar de un ejército permanente.
Creemos que
solo una revolución socialista puede resolver los problemas de los pueblos del
subcontinente. Y somos internacionalistas, creemos que el carácter de la
revolución socialista solo puede ser internacional.
Campamento
del SEP-LIS
Este es un campamento muy agradable, alentador y
energizante. En Pakistán tenemos escuelas marxistas que organizamos a nivel
local y a nivel nacional. Tenemos dos escuelas anualmente que consisten en
cinco sesiones durante tres días, principalmente sobre perspectiva política,
teoría, filosofía, y música, poesía y otras actividades; y el último día
discutimos los objetivos y la estrategia del trabajo juvenil para los siguientes
meses.
Este campamento es bastante diferente. Es más
largo, hay deportes, talleres y otras actividades, lo cual es nuevo para mí y
creo que es bueno para los camaradas estar física y mentalmente en forma y ser
creativos, y que estas son buenas iniciativas. También estoy escuchando las
sesiones, y la discusión es muy rica y completa. En general, esta es una
experiencia memorable para mí, he conocido a muchos compañeros de otras partes
del mundo con quienes estamos intercambiando ideas.
Creo que la LIS es una muy buena iniciativa, una
iniciativa revolucionaria muy alentadora. Se necesita una organización
internacional y también debemos aprender de las experiencias pasadas de otras
organizaciones internacionales: sus fortalezas, sus debilidades y errores. Y
creo que la LIS se está construyendo teniendo en cuenta todas esas
experiencias. Creo que habrá más espacio para la discusión en la LIS sobre las
diferencias y matices, para que podamos intercambiar ideas, enriquecerlas y
hacer contribuciones a las ideas del marxismo de acuerdo con los desarrollos
recientes en el mundo.
Para todos los camaradas de la LIS que están
construyendo partidos revolucionarios en sus países, mi mensaje es que su lucha
es nuestra lucha, y creemos que nuestra lucha es su lucha. Solo hay una lucha,
y esa es la lucha por la revolución socialista. Es una lucha por la que vale la
pena vivir y morir. Entonces no hay objetivo más grande en la vida que este
objetivo histórico. Hacia el final de su vida, Trotsky escribió una carta muy
linda a sus camaradas, diciendo que no se arrepentía, que si le dieran otra
vida, sus decisiones no serían diferentes. Dijo que era más feliz en esa etapa
de su vida, porque cuando se elige un objetivo para su vida que es más grande
que la propia vida, que no es individual, sino colectiva, y para toda la
humanidad, ninguna carga puede derribarlo. Entonces, adelante con la bandera
roja, adelante con la revolución socialista, porque la humanidad solo tiene dos
opciones: el socialismo o la barbarie.