Declaración de la LIS sobre Rojava

El 9 de octubre, con la aprobación implícita de los Estados Unidos, el régimen de Erdogan lanzó una operación militar en el norte de Siria (Rojava) que se llama «Primavera de Paz». Hay otros factores detrás de la escena de la ocupación que se esconden detrás de frases diplomáticas elegantes, como la preservación de la integridad territorial de Siria y la limpieza de focos de «terror» en la región: revertir las conquistas democráticas nacionales del pueblo kurdo como una vieja tradición estatal, proveer un aliento de aire fresco a las aventuras neo-otomanas establecidas en el eje de Oriente Medio y Siria, revertir la caída de popularidad debido a la crisis económica, la pobreza y el desempleo y elevar el consentimiento de la clase trabajadora con una campaña chauvinista.

Particularmente desde el referéndum de 2016, Erdogan intensificó su cooperación con el MHP(1) y lanzó una abrumadora campaña contra el movimiento nacional kurdo. En esta nueva era, especialmente con Selahattin Demirtas (2), el movimiento político kurdo, que se hizo cada vez más fuerte en el campo de la política civil, enfrentó una severa opresión. Demirtas y muchos políticos del HDP fueron encarcelados; los alcaldes electos del HDP en las ciudades kurdas fueron destituidos por interventores. Mientras que ciudades como Sirnak, Nusaybin y Sur fueron “liberadas” de las milicias juveniles kurdas, estas ciudades fueron fuertemente destruidas. Cientos de personas perdieron la vida. Por otro lado, con las operaciones «Escudo del Éufrates» y «Rama de Olivo», el autogobierno kurdo en Siria, especialmente en la ciudad de Afrin, fue severamente golpeado. Mediante el establecimiento de oficinas de correos, colegios y gobernadores de distrito en estas regiones, el gobierno turco está tratando de sentar las bases de una posible anexión y viola el derecho de Siria a la soberanía. Grupos fanáticos islamistas en la ciudad de Idlib continúan su batalla bajo los auspicios de Turquía. La operación actual, “Primavera de Paz”, tiene como objetivo dar un golpe permanente a los logros del pueblo kurdo y cambiar radicalmente la estructura demográfica de la región a través de pandillas yihadistas organizadas en el «Ejército Nacional Sirio».

En este proceso, el pueblo kurdo fue abandonado por el imperialismo, especialmente por los Estados Unidos. Cuando se elimino el peligro de ISIS, el PYD-YPG (3), que había recibido apoyo estadounidense para las operaciones contra ISIS y para evitar la posibilidad de una ocupación de facto de las TAF (Fuerzas Armadas Turcas), ahora fue abandonado para evitar un giro del régimen de Erdogan hacia el eje de Rusia. Erdogan es uno de los aliados más fuertes de la OTAN en la región. El PYD-YPG está pagando caro el apego unilateral y la confianza que depositó en los Estados Unidos. Este proceso ha demostrado que los pueblos oprimidos no pueden lograr la libertad dependiendo de los equilibrios imperialistas. La historia del pueblo kurdo está llena de innumerables ejemplos trágicos: desde la experiencia del muy corto período de la República de Mahabad Kurdistán en 1946 hasta el referéndum de independencia en el Kurdistán iraquí que fue aplastado con tanques de Bagdad en 2017.

La dinámica actual de Medio Oriente, que fue moldeada por potencias imperialistas como Gran Bretaña y Francia después de la Primera Guerra Imperialista, no ha producido más que sangre y lágrimas durante más de un siglo. Las mayores víctimas de este proceso fueron los pueblos oprimidos, como los palestinos y kurdos. Estos pueblos se han enfrentado a los ejemplos más extremos de barbarie imperialista-capitalista. Las divisiones de identidad étnica y religiosa han allanado el camino para sangrientas guerras civiles y masacres en Siria, Yemen, Irak y Líbano.
El sistema capitalista imperialista aplasta a los pueblos oprimidos de la región: Palestina es oprimida por las políticas sionistas de Israel, Yemen es masacrado por los regímenes sucios del Golfo y Rojava es atacada por la agresión militar del régimen de Erdogan. Para los trabajadores kurdos, no hay otra salida que unirse a los trabajadores de las otras naciones, generar solidaridad y construir una alternativa internacionalista contra las ocupaciones y la hipocresía imperialista. La libertad, la igualdad y la hermandad no vendrán hasta que el status quo imperialista que encarcela a los kurdos sea completamente demolido.

El movimiento obrero de Iraq y Líbano actualmente demuestra que la única salida posible es superar las divisiones etno-sectarias. Si una lucha socialista unificada logra convertirse en una alternativa para la juventud y los trabajadores de Medio Oriente, el sistema de la burguesía, no solo de Medio Oriente, sino del mundo entero, se verá sacudido. Solo una Federación Socialista de Medio Oriente, que se establecerá sobre la base de la igualdad real, puede lograr la salvación de los oprimidos y los trabajadores.
La Liga Internacional Socialista llama a los trabajadores, las mujeres y la juventud del mundo entero a rodear de solidaridad al pueblo Kurdo.


Octubre de 2019


(1) Partido de Acción Nacionalista de orientación fascista
(2) Dirigente kurdo del Partido Democrático de los Pueblos (HDP)
(3) Las Unidades de Protección Popular (YPG) son el brazo armado oficial del Comité Supremo Kurdo del Kurdistán sirio y del Partido de la Unión Democrática (PYD)