Por Veronica O’kelly , Alternativa Socialista/PSOL
El domingo a la noche, Bolsonaro envía una Medida Provisoria (MP nª 927) al congreso donde habilitaba a las patronales a despedir trabajadores sin ninguna indemnización. A las horas, la MP fue cancelada públicamente por su cuenta oficial de twitter y después el ministro de economía dice que fue un “error de redacción”. Parece un chiste, pero no lo es.
En el marco de un profundo desgaste y debilitamiento acelerado, el gobierno del inefable Bolsonaro con todo su gabinete, intentan salvarse en lo que parece un camino directo al naufragio. Resulta que desde hace unos meses viene perdiendo aliados, al punto de quedarse fuera del partido que lo llevó a la presidencia. Y hoy, frente a la mayor crisis que ha tenido, toma decisiones desesperadas que funcionan como nafta al fuego sin lograr sumar aliados en el camino.
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Los problemas que ya tenía se ven potenciados por la crisis desatada a causa de la pa3ndemia del Coronavirus. Al gobierno no le salieron bien sus planes de aplicar un plan de guerra neoliberal contra el pueblo y hoy las encuestas sólo le dan malas noticias.
Marcha atrás…
La respuesta del conjunto de la sociedad frente a la MP fue inmediata y a pesar de la cuarentena, las expresiones de repudio se masificaron por redes sociales y medios de comunicación. El propio presidente del senado, el liberal Rodrigo Maia (Partido Demócratas) salió a enfrentarla. La medida tenía poco tiempo de sobrevida y minutos después del mediodía Bolsonaro informaba por su cuenta oficial de twitter que daba marcha atrás y por la tarde, el coautor de la MP, Guedes, en una entrevista con Globo dice que fue un “error de redacción”.
Párrafo aparte merece la ausencia de pronunciamiento de Lula durante todo el día y frente a semejante ataque a los y las trabajadoras. Su política sigue siendo cuidar la gobernabilidad y recolectar aliados y fuerza electoral para, en 2022, lograr nuevamente ser presidente. Es claro que su preocupación está lejos de la de millones de brasileros que hoy ven peligrar sus condiciones de vida, gran parte de ellos sin saber qué van a comer o si lograrán hacerlo.
Plan de lucha para enfrentar al asesino de Bolsonaro
Sin dudas éste no será el último ataque que recibiremos por parte de éste gobierno en crisis. Quienes estamos en condición de ocupados con trabajos formales, tenemos la tarea de defender nuestros trabajos, salarios, condiciones laborales y quienes están desocupados o con contratos precarios o informales, pelear por subsidios para garantizar sus ingresos que le permiten mantenerse. Todos con la exigencia de que se declare la cuarentena para todos los que no realizamos tareas esenciales, sin perder ningún derecho laboral ni salarial.
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Para lograr esto es necesario que las centrales sindicales y los sindicatos coordinen las medidas de luchas que se están desarrollando en distintos lugares del país y se convoque a un plan de lucha unificado nacionalmente con continuidad para derrotar a Bolsonaro y su gobierno.