Intervención de Hassan Jan, dirigente de La Lucha de Pakistán en el Acto Internacional de la LIS a 80 años del asesinato de León Trotsky

Compañeros y amigos

El 21 de agosto de 1940 el agente estalinista Ramón Mercader asesinó a León Trotsky en México. Este asesinato fue el resultado de la desesperación de la burocracia estalinista que sintió que sus privilegios y gobierno estaban en peligro por León Trotsky.

Pensaron que este asesinato eliminaría este peligro para siempre, pero se equivocaron porque Trotsky estaba luchando contra la degeneración de la revolución que profetizó que resultaría en la restauración del capitalismo en la URSS. Desafortunadamente, resultó ser cierto casi 60 años después del asesinato de Trotsky.

En el siglo pasado, por un lado, la intelectualidad capitalista difamaba a León Trotsky, por otro lado, la burocracia estalinista y sus mimados partidos comunistas en todo el mundo también se propagaban contra Trotsky. Ambos se sintieron amenazados por León Trotsky y sus ideas.

Trotsky fue el artífice de la revolución junto a Lenin. Comenzó a participar en actividades revolucionarias a una temprana edad.

Fue exiliado dos veces a Siberia. Tuvo que soportar las dificultades del encarcelamiento a una temprana edad.

Debido a su claridad ideológica y actividades revolucionarias, fue elegido presidente del Soviet de Petrogrado a los 26 años de edad, durante la revolución rusa de 1905.

Paralelamente a sus actividades políticas, también contribuyó mucho en el frente ideológico. Su mayor contribución al marxismo fue la teoría de la revolución permanente y la teoría del desarrollo desigual y combinado, que sentó las bases ideológicas no solo de la revolución bolchevique de 1917 sino también de todas las demás futuras revoluciones en todo el mundo.

Fue un escritor maravilloso. Durante su exilio cuando conoció a Lenin en Londres, Lenin solía llamarlo “la Pluma”, considerando sus extraordinarias habilidades de escritura.

Nos esperan muchos eventos inesperados en el camino de la lucha revolucionaria.

En el congreso del Partido Socialdemócrata Ruso en 1903, hubo una división en el partido que resultó en dos tendencias: la bolchevique y la menchevique.

Lenin y Trotsky se separaron como resultado de esos problemas ideológicos, políticos y organizativos hasta 1917.

Durante esos años hubo intensos conflictos por algunas cuestiones que se pueden encontrar en sus escritos.

Pero en febrero de 1917 la revolución en Rusia, que tuvo como resultado la abolición de la Rusia zarista y la formación de un gobierno provisional, brindó la oportunidad a la dirección bolchevique exiliada para que volviera a Rusia.

También regresaron Lenin y Trotsky. Como siempre sucede, las ideas y teorías siempre se prueban en la palestra de los acontecimientos.

Durante esos 15 años de división, muchas confusiones ideológicas se despejaron en la palestra de los acontecimientos, lo que resultó en una armonía ideológica entre Lenin y Trotsky.

Trotsky fue elegido miembro del Comité Central del partido bolchevique.

Las tesis de abril de Lenin fueron un respaldo a la teoría de la revolución permanente de Trotsky. Y, en este punto, no hubo diferencia entre Lenin y Trotsky sobre el carácter de Revolución.

Trotsky hizo otra gran contribución a la Revolución de noviembre de 1917.

Después de la revolución, 21 ejércitos imperialistas invadieron el naciente Estado soviético para aplastarlo.

A Trotsky se le asignó la tarea de defender la revolución.

Durante la Primera Guerra Mundial, el ejército zarista casi quedó hecho pedazos.

Desde estas ruinas León Trotsky levantó el Ejército Rojo y derrotó a los ejércitos imperialistas invasores.

Esta fue su mayor contribución a la revolución.

Después de la derrota del ejército imperialista, vino la reconstrucción de la sociedad. También aquí Trotsky contribuyó enormemente. Trabajó en muchos temas que eran vagos antes de la revolución. Contribuyó a sentar las bases de una nueva sociedad.

Particularmente, en su libro “Problemas de la vida cotidiana” analizó muchos temas minuciosos sobre la base del marxismo y discutió el camino a seguir.

Lenin y Trotsky habían previsto que la revolución rusa encendiera las revoluciones en los países capitalistas avanzados.

Tenían sus ojos puestos en Alemania porque era el país capitalista más avanzado de esa época. Tenían la visión de que la Revolución Rusa inspirara y alentara a la clase trabajadora alemana para una revolución y una que revolución exitosa en Alemania ayudara a sus hermanos revolucionarios en Rusia.

Rusia era un país atrasado, mayoritariamente agrario y con un proletariado reducido.

Una revolución en un país atrasado no puede sostenerse por tiempo indefinido sin la revolución en un país avanzado.

Desafortunadamente, la revolución en Alemania fue aplastada y el capitalismo no pudo ser derrocado. Muchas revoluciones fueron derrotadas en diferentes países en ese momento. La revolución rusa fue aislada.

Mientras tanto, Lenin murió. Con el aislamiento de la revolución, una reacción levantó la cabeza contra el internacionalismo del bolchevismo.

Una reacción política levantó la cabeza. El líder de esta reacción fue Stalin. Esta camarilla abandonó el internacionalismo y se desarrolló la teoría ajena al marxismo del “socialismo en un solo país”.

León Trotsky luchó contra esta reacción formando Oposición de Izquierda dentro del partido bolchevique. Como resultado de esta pelea, quedó aislado.

Fue expulsado del Comité Central y del partido.

Incluso fue exiliado de la Unión Soviética y su nacionalidad soviética fue abrogada.

Una de sus mayores contribuciones fue después de su exilio de la Unión Soviética. Escribió la “Historia de la Revolución Rusa”, que es una obra maestra en la que analiza la dinámica de la revolución rusa.

Continuó la lucha contra la reacción estalinista incluso en su exilio.

Escribió un libro en 1936 llamado “La revolución traicionada”. En ese libro predijo que, si la burocracia soviética continuaba con sus políticas y no se producía una revolución política, es decir, una revolución en la que la burocracia fuera derrocada y la economía quedara bajo el control democrático de los trabajadores, entonces la restauración del capitalismo en Rusia sería inevitable.

Cuando vemos los eventos de 1989 y 1990, la caída del muro de Berlín y el colapso de la Unión Soviética, parece que este libro de Trotsky escribió en 1936 fuera un guion y 60 años después se representó un drama en el escenario mundial…

Sus perspectivas e ideas resultaron correctas. Hoy ningún intelectual burgués ni estalinista puede explicar la desintegración de la Unión Soviética. Algunos lo describen como una conspiración de la CIA y los imperialistas. Pero solo Trotsky y sus seguidores sabían de la inevitable caída de la Unión Soviética.

Esto prueba la certeza del marxismo y las ideas de Trotsky. Las ideas de Trotsky, especialmente su teoría de la revolución permanente y el desarrollo desigual y combinado, son relevantes para los antiguos países coloniales como lo fueron para la Rusia zarista.

En Pakistán, durante la revolución de 1968-69, los partidos comunistas pro-Moscú estaban pensando en construir un Pakistán capitalista moderno y luego ir hacia el socialismo. Debido a su confusión ideológica, no podían desempeñar el papel que les corresponde en esa revolución.

Por otro lado, el Partido Popular de Pakistán tomó la dirección de esa revolución. Este partido se formó recién un año antes de la revolución. Este es el resultado directo de una teoría estalinista defectuosa.

Toda la premisa de la teoría de la revolución permanente se basa en la idea de que la burguesía de los países del tercer mundo no puede jugar un papel progresista en estas sociedades y no puede cumplir las tareas de la revolución burguesa, entonces el proletariado tiene que completar esas tareas.

La revolución en países como Afganistán demuestra la veracidad de las ideas de Trotsky. Si el Partido Democrático Khalq de Afganistán hubiera esperado a que la revolución burguesa tuviera lugar en Afganistán, entonces nunca habría traído la revolución al país. Siguieron inconscientemente las ideas de la revolución permanente.

En Siria, Mozambique, Libia, Egipto, etc., los oficiales militares de izquierda organizaron golpes de Estado y derrocaron al capitalismo el siglo pasado. Estas revoluciones demostraron la redundancia de la teoría de la revolución en dos etapas, es decir, primero la revolución burguesa y luego la revolución socialista. Demostraron la precisión de la teoría de Trotsky.

Al asesinar a Trotsky, la burocracia estalinista pensó que había aplastado las ideas de Trotsky, pero estaba equivocada. Sus ideas siguen vivas. Son tan relevantes como antes. Solo a través de sus ideas podemos lograr la revolución. Necesitamos la revolución mundial más que nunca. Hay muchos problemas que no se pueden resolver dentro de las fronteras nacionales. Necesitamos una revolución mundial para eso. Por ejemplo, la opresión de los kurdos y los palestinos no puede terminar dentro de las fronteras nacionales de un solo país.

Solo una revolución que comience en un país y se extienda a otros y resulte en el derrocamiento del capitalismo en esos países, se pueden resolver estos problemas. Tenemos que tomar la determinación de acelerar nuestra lucha por un futuro socialista de la humanidad.

¡Gracias!