EEUU: De la esclavitud a la libertad, primera parte. La Guerra Civil

Hace  160 años, el 20 de diciembre de 1860, se produjo la  separación del Estado de Carolina del Sur de lo que hoy conocemos como Estados Unidos, marcando el precedente del inicio de la guerra civil norteamericana. Una de las grandes causas fue la abolición de la esclavitud, en la siguiente nota analizaremos qué rol cumplió esta exigencia.

Por Germán Gómez

En 1860 el mundo estaba convulsionado, en Europa aun resonaban las consecuencias de las grandes revoluciones liberales de 1848, donde habían sonado con fuerza además de los modelos económicos liberales, los conceptos del nacionalismo y por primera vez había participado la clase obrera en forma organizada. EEUU miraba hacia el viejo continente y buscaba la manera de incorporarse dentro del mismo marco económico de dominio mundial de países industriales y expoliadores de los periféricos y semicoloniales. Dentro de sus fronteras tenía una disputa similar entre el norte, industrializado y cosmopolita, y el sur esclavista y rural. Entre ellos se jugaban la parada para definir el rumbo de la nación.

La joya de la corona esclavista

La secesión rebelde era muy significativa. Carolina del Sur no era un estado más de la unión, sino que era uno de los más poderosos de los estados del sur, los cuales basaban su producción en las materias primas (principalmente algodón y tabaco) que proveían a Gran Bretaña desde la época de las colonias. Carolina había sido parte de las 13 colonias históricas y al mismo tiempo una de las más importantes para Inglaterra (al punto que su nombre proviene del rey británico Carlos I[i]), ya que junto a Georgia y Virginia, habían sido uno de los extremos del “comercio triangular” de esclavos. El cual genero el capital inicial a Inglaterra para lograr despegar la primera revolución industrial. La producción de Carolina dependía fuertemente de la esclavitud, de esta forma garantizaban mano de obra barata para sostener precios competitivos en el mercado mundial, en oposición a los nuevos mercados asiáticos que Inglaterra expoliaba[ii].

Abraham Lincoln, figura destacada de la historia norteamericana, había sido elegido recientemente como presidente, siendo representante del recién creado Partido Republicano, fundado sobre las bases del viejo partido “Whig” que representaba los más arraigados conceptos del conservadurismo liberal. Pero Lincoln estaba  convencido que el modelo que el país debía seguir era el del norte, por lo tanto prometía acciones proteccionistas, y con una fuerte regulación del estado federal, dentro de las cuales se incluía la abolición de la esclavitud,  medidas que perjudicaban directamente al Sur.  El gobierno de Carolina del Sur, en protesta y viendo esta situación como una amenaza inminente no solo económica, sino también política, se separa de la Unión, fundando la “Confederación de Estados Americanos”. En cuestión de meses, se sumarian los estados de Misisipi, Florida, Alabama, Georgia, Lousiana y la recién creada sobre territorio  usurpado a México, Texas. Todos estados esclavistas y con una base económica rural.

La disputa política y las causas de la guerra

La burguesía norteamericana se debatía entre 2 modelos distintos de producción, el norte industrial, con un gran desarrollo capitalista, necesitaba de mano de obra barata pero a la vez, con un cierto grado de calificación, tanto para producir como también para consumir. El sur, de corte rural y librecambista,  basaba su producción en las grandes plantaciones de algodón y tabaco, haciendo uso de la esclavitud como mano de obra para producir prácticamente sin costes, controlando la tierra y los esclavos de forma feudal[iii], en una economía más cercana al desarrollo precapitalista que al modelo que apuntaba la gran burguesía norteamericana. El norte, ahora representado en el gobierno Federal,  veía este choque de modelos como una losa para su producción industrial y comercial, ya que no permitía el crecimiento de sus industrias, ni expandirse hacia el sur.  Al mismo tiempo,  Europa enfrascada en sus propias revoluciones y crecimientos económicos, parecía no tomar nota de la existencia de EEUU en el mercado mundial, por lo tanto era vital para la gran burguesía encaminar el rumbo para participar activamente de la incipiente división internacional del trabajo.

La secesión de Carolina, entonces, fue el primer paso que produjo uno de los eventos más estudiados por la intelectualidad norteamericana y que tuvo (y tiene) consecuencias profundas en la fisonomía económica y cultural del país[iv]. Fue una declaración de guerra del sur hacia el norte. Sin adentrarnos en los detalles de la guerra y su desarrollo, marcamos que los grandes vencedores, además del gobierno federal y los estados norteños, fueron los grandes magnates monopolistas que pudieron expandir sus industrias tanto al sur, como luego al oeste, sentando las bases para los grandes carteles y trust de los Rockefeller, los Vanderbilt, los Carnegie, los grandes ganadores de esta contienda.[v]

¿Abolición de la esclavitud?

Pero volviendo a la sucesión de Carolina, en cualquier texto que busquemos sobre la guerra civil va a aparecer como principal causa  la exigencia de terminar con la esclavitud, lo cual es cierto, pero es solo explicable junto a las demás causas.

Como remarcamos anteriormente, el conflicto de fondo, era esencialmente económico, y tenía que ver con los modos de producción. La abolición de la esclavitud aparecía mas como una forma de generar legitimidad social, que una medida de principios. En la población en general, existía un consenso bastante marcado de que la esclavitud era indigna para las sociedades modernas, y se expresaba en la literatura, como en la novela “La cabaña del tío Tom” de Harriet Beecher Stowe que critica duramente las consecuencias sociales de la esclavitud, o en acciones directas como en el funcionamiento del “Underground Railroad[vi]” (Tren Subterraneo) dirigido por Harriet Tubman, que no era más que un sistema clandestino  de rutas hacia hogares de transito a los que llamaban “estaciones” para ayudar a los esclavos a escapar desde el sur  hasta Canadá, donde podían ser libres sin ser reclamados por sus dueños. 

Pero había otra razón subyacente, ligada a la necesidad económica,  que era la construcción de una nacionalidad, una idea de lo que debía ser la nación para el pueblo norteamericano, una idea de cohesión popular que estableciera las bases de lo que sería el despegue del capitalismo norteamericano, que estaba en disputa con las características propias de las comunidades sureñas. En términos de lo que significaba la guerra, el propio Abraham Lincoln en un discurso sobre el campo de batalla de Gettysburg, una de las últimas batallas de la guerra, decía: “Somos más bien los vivos quienes aquí debemos abocarnos a la gran tarea que aún resta ante nosotros: que de estos muertos a los que honramos extraigamos una mayor devoción a la causa por la que ellos dieron la mayor muestra de devoción: que resolvamos aquí firmemente que estos muertos no habrán dado su vida en vano. Que esta nación, Dios mediante, tendrá un nuevo nacimiento de libertad. Y que el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, no desaparecerá de la Tierra.”  Planteado de otra manera, el Norte y el gobierno Federal podían escribir la historia que necesitaban para justificar sus planes económicos.

Los Verdaderos Perdedores.

Pero este artículo no se basa en las causas y consecuencias generales de la guerra, sino principalmente en la mayor de las contradicciones: la abolición de la esclavitud. La actualidad y el movimiento Black Lives Matters nos demuestran que la libertad no es un camino tan lineal. Durante la guerra Lincoln decretó la abolición de la esclavitud en los estados sublevados confederados, más como una táctica de desbandar y desmoralizar al ejército enemigo que como medida de principios. Aunque luego de finalizada la guerra, con las enmiendas XIII y XIV a la constitución, consagró los derechos civiles y terminó con la esclavitud, al menos formalmente.

Sin embargo, la población de libertos se encontró con muchísimas vicisitudes en su nueva condición de hombres y mujeres libres. Esta nueva ”libertad”  no fue acompañada por una política de inserción en el mercado laboral capitalista, ni siquiera en la sociedad norteamericana, hecho por el cual eran marginados en pos de los inmigrantes europeos, especialmente irlandeses e italianos en las grandes industrias del norte.  El oeste que estaba en crecimiento no ofrecía ningún tipo de salvoconducto para escapar de las plantaciones de algodón sureñas, por lo tanto quienes formalmente eran libres como cualquier otro ciudadano, no tenían más opción que mantenerse en el mismo territorio del cual habían sido esclavos, sufriendo el asedio de los mismos amos esclavistas. En palabras de Erich Hobsbawm “Pero, aunque se abolió la esclavitud, no representó el triunfo del negro, fuera esclavo o libre. Al cabo de unos cuantos años de «reconstrucción» (esto es, de democratización forzada) el Sur volvió a ser controlado por los sureños blancos conservadores, es decir, racistas. En la práctica siguió siendo agrícola, pobre, atrasado y resentido; mientras los blancos reían la derrota jamás olvidada, los negros odiaban la privación de sus derechos civiles y la inhumana subordinación que les habían vuelto a imponer los blancos.” [vii]

Las comunidades afroamericanas, fueron confinadas a barrios específicos ante la negativa de los propietarios de alquilarles viviendas en zonas de “blancos”, y durante casi 100 años, hasta los estallidos durante la década del 1960, van a seguir sufriendo, por un lado por la persecución del Ku Klux Klan en el sur y las consecuencias de las leyes de Jim Crow[viii] a nivel nacional por otro. La historia que escribió Abraham Lincoln dirá que abolió la esclavitud, pero la historia afroamericana cuenta otro camino, mucho más difícil, por su real emancipación que continúa hasta el día de hoy.


[i] Carolana, una palabra latina que significa ‘Tierra de Carlos’.

[ii] Para esta época, el imperio británico, controlaba parte de China, y poseía los territorios de Hong Kong y la India.

[iii] Se basaba en la idea, que los grandes propietarios eran dueños de la tierra y de todo lo que hubiera en ella, incluyendo a los esclavos y su descendencia.

[iv] Las consecuencias culturales que perduran al día de hoy, se pueden notar en los eventos deportivos nacionales los cuales dividen el territorio entre Este y Oeste para evitar revivir las divisiones de la guerra.

[v] John Rockefeller, Cornelius Vanderbilt y Andrew Carnegie, fueron los grandes magnates del monopolio, del petróleo, los ferrocarriles y el acero, respectivamente.

[vi][vi] Se estima que en el periodo que consta desde 1790 hasta 1860, mas de 100.000 esclavos escaparon por este medio.

[vii] La era del capital 1848-1875” Erich Hobsbawn

[viii] Las leyes de “Jim Crow” se basaban en el principio de “iguales pero separados” dando lugar a la segregación racial y al acceso a servicios de muchísima menor calidad para las comunidades afroamericanas.