Rusia: protestas masivas y la «izquierda»

Las contradicciones capitalistas subyacen a las protestas sociales. El movimiento de protesta en Rusia (finales de enero – principios de febrero de 2021) para el líder de la oposición liberal Alexei Navalny es precisamente un movimiento generado por estas contradicciones. Tras el intento de asesinato del 20 de agosto de 2020, Alexei Navalny no sigue endeudado y publica, junto con su investigación sobre el intento de asesinato, el video «Palacio de Putin», donde revela la propiedad material del «amo del Kremlin». » – Vladimir Putin. A la gente, que ya está en necesidad material, no le gustó. Así comenzaron las protestas contra los que estaban en el poder.

La gente no sale tan «por» Navalny como «contra» el régimen burgués-bonapartista establecido en el Kremlin. Parecería que todos los izquierdistas y especialmente los marxistas deberían estar del lado de los manifestantes, del pueblo trabajador, ya que esto es en interés de la mayoría, en interés de la verdadera democracia. Pero hay «izquierdistas» como los estalinistas y otros pintorescos personajes del oportunismo que se oponen a estas protestas. Motivan que este movimiento no es proletario, ni socialista, porque ahora está dirigido por un opositor liberal. ¡Estos señores, que se consideran herederos de los bolcheviques, deben recordar 1917, cuando los verdaderos bolcheviques, junto con los liberales y mencheviques, se opusieron al zarismo ya otras guardias blancas! Estos señores que «están tratando de aprender de la experiencia de Lenin» deberían recordar su obra «Enfermedad infantil del» izquierdismo «en el comunismo», que habla de cómo combinar diferentes estrategias para acercar un verdadero movimiento obrero de clase.

No hay duda de que los políticos liberales, conscientemente o no, son vehículos del capital financiero transnacional. ¡Pero se trata de ganar la atención de las masas trabajadoras! En lugar de criticar a las masas por las protestas, los oportunistas de izquierda rusos deberían ayudar a las masas a aprender de su propia experiencia, que es de lo que se trata la conciencia de clase.

La traición al oportunismo radica no solo en los intereses materiales pequeñoburgueses, sino también en el miedo de las masas, el miedo a los grandes acontecimientos sociales.

“Esta diferencia puede entenderse con un ejemplo tan simple”, explicó Lenin, “un menchevique (oportunista), que quiere conseguir una manzana, parado debajo del manzano, esperará a que le caiga la manzana. Un bolchevique (marxista) vendrá y recogerá la manzana”.

Rumata