Por Jessi Gentile
Ha comenzado en Honduras, después de varios años de retraso, el segundo juicio oral por el asesinato de la lideresa indígena lenca Berta Cáceres Flores. El acusado es David Castillo, presidente de DESA, titular del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca de la familia Atala Zablah. Es ingeniero graduado en la Academia Militar West Point de EE.UU., subteniente de Inteligencia Militar en las FF.AA. de Honduras y coordinador de Control de Gestión en la Empresa Nacional de Energía Eléctrica.
En este proceso está quedando en evidencia lo que venimos denunciando hace años: la participación de Castillo en acciones de persecución y ataques contra Berta Cáceres, acciones que finalizaron en su asesinato el 2 de marzo de 2016. Él es un intermediario entre sicarios y la familia Atala, una de las más ricas y poderosas de Honduras. La acción y solidaridad internacional es decisiva para conquistar justicia por Berta Cáceres, defensora feminista, ambiental y por los derechos humanos, fundadora del COPINH.
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Por este motivo en CABA el martes 22 varias organizaciones nos hicimos presentes en la embajada de Honduras, en Avenida Santa Fe al 1000, en donde leímos un documento e intervinimos con afiches el edificio, exigiendo justicia por Berta y condena a David Castillo. En dicha acción unitaria participamos la Red Ecosocialista y el MST de la Liga Internacional Socialista (LIS) junto al Movimiento Centroamericano 2 de Marzo, el Movimiento Our Voice, el Movimiento 138 Colectivo de Resistencia Cultural (Paraguay/Argentina), el Equipo de Educación Popular Pañuelos en Rebeldía, Abriendo Caminos, Nuestramérica, la Colectiva Feminista Berta Cáceres y Marabunta.
Seguimos en alerta y organizades para seguir motorizando acciones hasta ganar. Porque Berta no murió: se multiplicó y vive en cada lucha antiextractivista de nuestro continente. ¡Justicia!