En las Primarias Abiertas Simultaneas y Obligatorias (PASO) de la izquierda, Alejandro Bodart, secretario general de del Movimiento Socialista de los Trabajadores de Argentina y coordinador de la Liga Internacional Socialista, encabezará la lista del MST a diputados nacionales por la Provincia de Buenos Aires, el distrito más importante del país. Charlamos con él sobre la situación política y sus propuestas.
Reportaje: Pablo Vasco
¿Cómo ves el panorama electoral en la izquierda?
Bueno, en la medida que resulta muy difícil, por no decir casi imposible llegar a un acuerdo que sea considerado justo por todas las expresiones de la izquierda clasista, venimos proponiendo dirimir las candidaturas en una gran PASO y garantizar así la unidad, que es lo más importante. Así, enfrentaríamos con más fuerza al macrismo y a las listas del gobierno nacional. Luego, tomó la propuesta el PTS. pero, dentro del FIT Unidad, el PO e Izquierda Socialista se oponen a que haya internas y pretenden resolver todo “por acuerdo”.
Esto es equivocado porque para ampliar la unidad o incluso mantener unido al propio FIT-U si alguna fuerza no concuerda con las propuestas de candidaturas, que siempre reflejan perfiles y los matices que existen entre nosotros, el único mecanismo real que tenemos a mano es una interna. Segundo, no es cierto que varias listas en las PASO impidan la “batalla común” contra las variantes del sistema, como objeta el PO. Al revés: nos permiten ordenar las listas y salir luego todos juntos a enfrentar a los candidatos capitalistas. Además, ni el “acuerdo que lleva diez años” -como insiste IS- y que no nos incluye a nosotros, ni otro que sea incluso más hegemónico como amaga el PTS al pedir encabezar más lugares y mayores tiempos de mandato, zanjaría las dificultades dentro del FIT-U, mucho menos permitiría integrar a otros.
La realidad cambió en estos años y debe tomarse en cuenta. Ya en 2019, al entrar al frente, en función de la unidad aceptamos una menor presencia en las listas de la que nos correspondía. Pero fue una excepción, como no nos cansamos de repetir cada vez que se discutió el tema. Además, mientras nuestro partido ha seguido creciendo el PO, en cambio, se fracturó. Es preciso reflejar la relación de fuerzas actual. Desde ya, si hubiera un acuerdo equilibrado, parejo en representatividad, tanto en tiempo como en las cabezas de lista en los principales distritos, no harían falta internas. Pero no viene barajado así. Necesitamos un frente de izquierda con otra dinámica, más paritario, que visibilice a todas las fuerzas integrantes, donde haya rotación real y nadie se eternice en las bancas: dos mandatos y vuelta al llano. Las PASO, como ya hizo todo el FIT en 2015 y como lo hicimos en Salta en 2019 con el FIT-U, surgen entonces como la vía más adecuada para preservar la unidad frentista.
A su vez, hay otros dos espacios de izquierda que, hasta ahora, mantienen su personalismo y dividen. Uno es el de Luis Zamora, que sólo se presenta en Capital, aunque cada vez se aleja más de posiciones de izquierda. El otro es el Nuevo MAS: Manuela Castañeira plantea “debatir”, pero sin aceptar antes la unidad. De hecho es una excusa para justificar su rechazo a la unidad, funcional a los partidos del sistema. Hasta último momento los llamamos a que reflexionen, cambien y se sumen a una mayor unidad de la izquierda, unidad que reclama todo el activismo y es cada vez más necesaria. Si, finalmente, no aceptan la propuesta y nos volvemos a presentar como FIT Unidad, en el MST ya decidimos las candidaturas para las PASO. Insisto porque, a días del cierre de alianzas, vemos muy difícil un acuerdo que cubra las expectativas de todos los que integramos el frente. Es por eso que importantes plenarios de nuestra militancia decidieron proclamarnos a mí y a Vilma Ripoll para encabezar la lista de diputados nacionales del MST en la Provincia, a Cele Fierro al frente de nuestra lista en Capital, a Luciana Echevarría en Córdoba, Jimena Sosa en Santa Fe y, así, en cada provincia del país.
¿Qué proyecto de izquierda propone el MST?
Unidad no es uniformidad ni pensamiento único ya que, en la izquierda y dentro del FIT-U, hay matices, diferencias y proyectos distintos. En algunos partidos del FIT-U vemos posturas muy defensivas, hasta de cierto conservatismo y escepticismo, muy por detrás de los cambios que avanzan en América Latina y otras partes del mundo.
Como el plan del gobierno del FdT es no aflojar en el ajuste, y el nivel de vida popular se deteriora día a día, vamos a luchas sociales más fuertes, a mayor polarización social y política, a rebeliones, lo que nos abre un mayor espacio para la izquierda y no sólo electoralmente. Vemos la perspectiva como una gran oportunidad y un gran desafío.
Por eso, necesitamos una izquierda que evolucione o se revolucione, que se postule y avance a ser una alternativa de poder. Una izquierda más amplia y abierta a incluir activistas y personalidades de la izquierda anticapitalista independiente, que estarían dispuestos a sumarse a una herramienta de izquierda fuerte si la convocáramos. Una izquierda más firme en lo programático y que plantee medidas duras contra los ricos y sus privilegios. Una izquierda que permita visibilizar todas las voces que componemos el frente, sin personalismos ni hegemonismos.
Para difundir este proyecto, necesario para estar a la altura de los tiempos que se vienen, e invitar a respaldarlo con el voto, desde el MST salimos con fuerza a las PASO.
Venís haciendo recorridas por la Provincia, ¿qué te dice la gente?
Mirá, encuentro mucho descontento y bronca por las promesas incumplidas del Frente de Todos, sobre todo a nivel económico. En el conurbano, el nivel de pobreza es abrumador y siete de cada diez pibes y pibas son pobres: es indignante.
Te doy ejemplos. En Moreno estuve acompañando el reclamo de los trabajadores municipales, buena parte precarizados. ¿Sabés cuánto ganan? ¡30.000 pesos! ¿Cómo puede vivir una familia con esa plata? Quisiera verlo al intendente, a Kicillof, o a alguno de los diputados, a ver qué harían si ganaran esa miseria. En Pilar, donde acompañé a nuestras compañeras trans, que funcionarios maltratan por pensar distinto, quieren hacer pasar un plan social de apenas 12.000 pesos como si fuera el cupo laboral trans. Ahora vengo de una gira por Mar del Plata. Estuve charlando con jóvenes, muy preocupados por la falta de empleo y de perspectivas. También estuve en una protesta ambiental contra el proyecto oficial de conceder a las petroleras nuevas áreas marinas, que sólo traerán más saqueo, contaminación y riesgo para la fauna marina y la actividad pesquera y turística, de la que dependen tantas familias trabajadoras.
En síntesis, hay una distancia enorme entre lo que el gobierno dice y lo que hace. Frente a ese doble discurso y, por supuesto, contra la derecha macrista que ya gobernó y nos hundió, salimos a la cancha con nuestras propuestas. Por ejemplo, fuertes impuestos permanentes y progresivos a los ricos; no pagar la deuda externa; retenciones extraordinarias a los beneficiarios de la cosecha récord de este año, para volcar toda esa plata a resolver las necesidades sociales básicas, empezando por un aumento general de salarios y un plan de empleo juvenil masivo. Cortar todos los privilegios, desde las altas dietas de los diputados a los negocios de la burocracia sindical, los millones en subsidios del Estado a la Iglesia y sus colegios. Pedimos el voto para este proyecto de izquierda y para que las voces del MST estemos presentes en noviembre.