Chile: la posición del Movimiento Anticapitalista ante las elecciones del 21N

Nos acercamos a las primeras elecciones presidenciales y parlamentarias luego de la rebelión. En un panorama de profundización de la crisis económica, polarización social y sin alternativa que se exprese como parte del estallido. Dejamos nuestra opinión para aportar al debate y los desafíos que vendrán.

Por Movimiento Anticapitalista

Elecciones, polarización social y crisis económica

Un primer dato es que no hay una continuidad del fenómeno independiente en las papeletas, debido a las trabas del régimen para evitar el resultado de la Convención Constitucional (CC) como un hecho objetivo, mientras que el rol de la dirección de la Lista del Pueblo liquidó el movimiento político que incipientemente surgió.

Es por eso que la polarización a nivel electoral la canaliza la renovación del centro político a manos del Frente Amplio en un acuerdo con el PC, en dónde el candidato Gabriel Boric, ex dirigente estudiantil, es la principal carta para gobernar el próximo periodo presidencial. Un gobierno con un programa burgués definido como “transición”, fórmula para dialogar desde un pie izquierdo amparado en el proceso convencional, es así que la antesala y muestra a un posible gobierno del FA-PC se está expresando en la CC como garante de estabilidad y gobernabilidad en relación al Acuerdo por la Paz que firmó el mismo Boric para desarticular el ímpetu de las calles y salvaguardar al desgastado modelo del capitalismo-neoliberal,  así mismo demuestran ser parte de lo viejo con papelones como el escándalo de las rendiciones de Karina Oliva, develado por CIPER, donde queda patente la reproducción de las malas prácticas de la política de los 30 años, que se suponen combatir.  La ex concertación, muy golpeada luego de la rebelión, se perfila tras Boric, mientras se posiciona en las elecciones con la DC Yasna Provoste, voz de “renovación” que fomentarán la inclusión/negociaciones con el futuro gobierno.

La derecha por su parte expresa la mayor crisis política, el candidato de continuidad del gobierno, Sebastián Sichel, canaliza la caída del sector, pasando de ser la novedad política en las primarias del bloque en el poder a una pírrica presentación a pocos días de las elecciones debido a su relación empresarial y además, al situarse como el candidato de Piñera. La crisis es tan profunda que dejó en libertad de acción a su sector por la irrupción del representante de la ultra derecha, José Antonio Kast, símil a Bolsonaro discursiva y programáticamente.

Debido a la ausencia de una representación directa de la rebelión, Kast por derecha canaliza la polarización con un lenguaje proto fascista y un sector de la burguesía ayuda a tonificarlo mediáticamente para posicionar una voz que actúa como “radical”. Así se ha posicionado en las encuestas y posiblemente pase a segunda vuelta. Debido a esta situación, el centro político que intenta reconfigurarse bajo la figura de Boric, aprovecha la polarización en un “todos contra Kast” para sumar a la concertación y el progresismo tras el proyecto del FA-PC. Es evidente que la irrupción del fenómeno Kast hay que combatirlo y no dejar espacio a la ultra derecha, posición que pasará por el rol activo de las calles y la izquierda, no confiando en el mal menor.

Por izquierda corre a nivel presidencial Eduardo Artes del PC(AP) – UPA, organización declarada stalinista que se sitúa en defensa de gobiernos como China y Corea del Norte, es decir, defiende la mirada totalitaria del mal llamado socialismo real y un capitalismo de Estado que fomenta los privilegios burocráticos, la devastación de la naturaleza y el nacionalismo reaccionario. Experiencia histórica fracasada que actuó como contención del movimiento obrero y socialista a nivel mundial, aquella definición es la contraparte de toda mirada emancipadora que la izquierda anticapitalista y socialista debe aportar como alternativa social y política para reconstituirnos como polo de referencia bajo las banderas del socialismo, el feminismo, el ecosocialismo, la libertad y el internacionalismo, partiendo del análisis de la realidad y no de mecanismos simplificadores. Artés tampoco logra posicionarse como una figura que aglutine a la vanguardia y queda relegado a una posición distante al mundo que transitamos por una nostalgia soviética que se debe superar.

El escenario electoral pos rebelión, repleto de impunidad, con presas y presos políticos en cárceles y en medio de las consecuencias de la pandemia, suma el factor de crisis económica global, por lo tanto, los debates sobre quién paga la crisis son de primer orden, ya que, como un factor “novedoso” en el país se están viviendo las consecuencias directas en la clase trabajadora de la crisis, incluso planteado por el propio gobierno que sólo es comparable con la de los años 20’. En ese sentido, las políticas públicas han sido de transferencias directa de dineros a través de retiros de fondo de AFP y de IFE universal para sostener la destrucción masiva de trabajo, esa política que termina al finalizar el año encuentra un panorama que describimos de esta manera a mediados de octubre:

“En nuestro país tenemos una economía montada sobre la base del saqueo, las principales actividades son extractivas con fuerte impacto en el ambiente, bajo valor agregado y un nivel salarial paupérrimo. Según un informe de septiembre de este año de la fundación SOL, el “50 % de los trabajadores chilenos gana menos de $420.000 y 7 de cada 10 trabajadores menos de $635.000 líquidos.”1 Dentro de este universo desastroso, son las mujeres las más perjudicadas, con un cerca de un 83% de las que tienen empleo ganando menos de $850.000 líquidos y siendo las que más han sufrido la pérdida de empleo en el último año y medio. 

Como si esto no fuera suficientemente gráfico, se suma la presión inflacionaria que se calcula en 5,7% lo cuál impacta centralmente en los salarios generando la aceleración del proceso de endeudamiento ya de por sí extendido: el 70% de las familias se encuentran endeudadas en un promedio de 2 millones, un salto de 300% desde mediados de la década del 2000 hasta la actualidad. Este endeudamiento está centrado en los gastos comunes (alimento, vivienda, salud, educación, etc.) utilizado para “compensar” la falencia salarial”[i].

Perspectivas, la izquierda y tareas 

Pensamos que la dinámica que abrió el estallido no se ha terminado de cerrar y que prevalece una etapa pre-revolucionaria[ii], aunque es evidente que a dos años nos encontramos en otro escenario y hoy prima el Acuerdo por la paz[ii]. Dicha tensión genera la situación que atravesamos. Por un lado la dinámica de cambios que activaron las calles, así mismo potenciado por un debilitamiento estructural del capital que no permite reformas duraderas en beneficio a las mayorías, principal problema de la CC, por lo tanto, el próximo periodo con un posible gobierno del FA-PC tendrá que convivir con dicha situación en diálogo con la profundización de la crisis y agotamiento de los contrarrestantes económicos que se implementaron a nivel social durante los primeros años de la pandemia.

Ese escenario apuntala las perspectivas del período que comenzará luego del 21 de noviembre, ya que la propia coyuntura electoral muestra las dificultades que tienen al no lograr, ni el FA – PC, ni ningún conglomerado consolidar un caudal de votos propios que los fortalezca como alternativa, es por eso que para una segunda vuelta y futuro gobierno está pendiente un acuerdo inter-burgués en el marco de la crisis que se profundiza y detallamos. El fenómeno Kast significa un hecho de la realidad por su crecimiento electoral, aunque con esas mismas dificultades, sobre todo porque su programa de gobierno es de un neoliberalismo salvaje, mientras el giro izquierda del país tensiona la consolidación de un espacio social amparado en la ultraderecha, un debate que sin dudas se irá deslumbrando a medida que pasé la coyuntura actual y decante el proceso.

Desde nuestra organización llamamos a anular en las presidenciales, mientras que a nivel parlamentario damos nuestro apoyo a Fabiola Campillai para Senadora de la Región Metropolitana por su rol en contra la impunidad de este gobierno criminal y por los derechos humanos, así mismo apoyamos las candidaturas de luchadores y luchadoras en la lista de Dignidad Ahora como Matías Jair Toledo para diputado en el D12 y también extendemos el apoyo en los lugares que estén a la lista del Frente por la Unidad de la Clase Trabajadora. Aunque también alertamos que es central salir de la mezquindad electoral y amplificar la unidad a la acción concreta y de lucha, sin sectarismos ni oportunismo, así fortalecer el camino de la movilización y organización. 

La coyuntura electoral no puede obnubilar la situación económica y social que atravesamos las mayorías que vivimos de nuestro trabajo, por lo tanto, la tarea actual es fomentar la construcción de una alternativa política que sea una expresión de las reservas de la rebelión y prepararnos para lo que se nos viene sin soltar las calles, enfrentando la crisis para que la paguen los capitalistas y no dando espacio alguno a la ultraderecha, es por eso que con esta hoja de ruta te invitamos a sumarte al Movimiento Anticapitalista y hacerte parte junto a nosotros y nosotras para impulsar lo que hace falta: una organización fuerte para transformar todo.


[i] Por un plan económico al servicio de las mayorías (Octubre, 2021). En: http://anticapitalistas.cl/2021/10/29/por-un-plan-economico-al-servicio-de-las-mayorias/