Introducción
Hemos dado nuestros primeros pasos como organización en medio de hechos históricos causados por la decadencia del sistema capitalista-imperialista: una crisis económica superior a la de 1930, una pandemia que la agudizó y provoco la muerte de cientos de miles, una destrucción ambiental inédita y poderosas luchas sociales contra todos esos flagelos.
Tal vez nunca como en los tiempos que nos toca vivir se ha vuelto tan acuciante la necesidad de contar con una dirección revolucionaria con peso de masas a nivel mundial para poder enfrentar la barbarie que amenaza a la humanidad y dirigir a los trabajadores y demás explotados y oprimidos hacia el triunfo de la revolución socialista.
Realizamos el primer Congreso Mundial de la LIS cuando se acaban de cumplir 80 años del asesinato de León Trotsky. Su muerte fue un golpe devastador para las jóvenes fuerzas de la Cuarta Internacional recientemente fundada. La dirección que quedo al frente, pese a los sólidos cimientos que había heredado, rápidamente perdió el rumbo y cayó en un revisionismo desenfrenado que luego de algunos años termino provocando el estallido y la división de la Internacional en distintas tendencias y corrientes.
Desde la posguerra hubo distintos intentos de reconstruir la IV Internacional, pero fracasaron. La dispersión se acentuó. Algunos grupos cayeron en el nacional-trotskismo. Y otros se refugiaron en un modelo de construcción donde el partido que contaba con cierta acumulación de cuadros fundaba una corriente y agrupaba bajo su dirección a grupos menores en otros países. La debilidad intrínseca de estos modelos llevo a que se cometieran errores políticos y metodológicos de distinto tipo, a elaboraciones parciales, al dogmatismo, a desviaciones sectarias u oportunistas y los métodos burocráticos se acrecentaron. Las crisis y rupturas pasadas y las que estamos presenciando en distintas organizaciones en el último tiempo están relacionadas con todo esto.
Lamentablemente, ninguna corriente internacional referenciada en el trotskismo pudo pasar la prueba a la que fueron sometidas en la nueva etapa que se abrió con la caída de la Unión Soviética y los turbulentos años que le sucedieron hasta la actualidad, ni transformarse en un polo dinámico de atracción sobre la vanguardia.
Los que conformamos la Liga Internacional Socialista nos proponemos humildemente comenzar a revertir esta dinámica. Por eso defendemos un modelo de construcción internacional completamente distinto a los existentes.
Nos reagrupamos a partir de una comprensión común de la situación mundial y solidos principios, explicitados en las Bases Programáticas aprobadas en nuestra Conferencia fundacional. Reivindicamos la teoría marxista, las enseñanzas del leninismo y la obra de León Trotsky.
Como provenimos de diversas tradiciones y de regiones del mundo muy disimiles, en determinados debates se expresarán matices y diferencias que lejos de ser un problema enriquecerán la elaboración. Consideramos un triunfo y una necesidad de cara a revertir la crisis de dirección que arrastra la clase obrera poder convivir en una misma internacional organizaciones que durante mucho tiempo hemos marchado separados y nos proponemos trabajar para agrupar a la mayoría de las fuerzas revolucionarias bajo las mismas banderas. Apostamos a que la actividad común en el tiempo nos permita ir construyendo una nueva tradición y la confianza necesaria para lograr una síntesis teórica, política y metodológica nueva, superadora y revolucionaria.
No entendemos la construcción de una internacional sobre la base del pensamiento único ni de un centralismo burocrático. Defendemos el método del Centralismo Democrático, porque junto con una estructura de militantes profesionales y organismos jerarquizados, es imprescindible para construir partidos revolucionarios y disputarle la dirección de los trabajadores y los sectores populares a la burocracia y el reformismo. Pero estamos convencidos de que siempre es necesario priorizar el polo democrático por sobre el centralismo y que esto, siendo fundamental para construir partidos nacionales y permitir la elaboración colectiva, es más importante aún en el plano internacional donde la elaboración política tiene que realizarse respetando las distintas realidades, tradiciones y direcciones nacionales.
Estos estatutos están al servicio de fortalecer a la LIS como alternativa de dirección de la clase obrera y poder enfrentar con éxito los desafíos y oportunidades que la nueva etapa mundial nos plantea. Nos organizamos para pelear en mejores condiciones por un mundo sin explotación ni opresión de ningún tipo, donde los recursos existentes estén al servició del disfrute por igual de todos los seres humanos: una sociedad socialista.
I
La LIS está conformada por organizaciones nacionales afiliadas. Solo en aquellos países donde no haya secciones oficiales se aceptará la afiliación de militantes individuales.
II
Las secciones de la LIS se orientarán a partir de las bases constitutivas de la Conferencia de Fundación, los documentos aprobados por los Congresos, las declaraciones sobre los principales hechos de la lucha de clases y llevarán adelante las campañas de la internacional.
III
Cada una de las secciones de la LIS cotizara para garantizar el funcionamiento de los organismos internacionales.
IV
La estructura y el régimen interno de las secciones nacionales de la LIS se basan en los principios y la práctica del centralismo democrático, que significa la más amplia democracia interna a la vez que la más férrea disciplina en la acción: la supeditación de la minoría a la mayoría, de los organismos inferiores a los superiores, y de cada uno de los miembros al partido, a la vez que la discusión libre entre todos los miembros sobre las cuestiones más importantes; el control del partido sobre sus organismos dirigentes y la elección de los organismos dirigentes y responsables, de abajo hacia arriba.
V
En las instancias orgánicas de la internacional se desarrollarán todos los debates que sean necesarios para precisar los acuerdos y también las diferencias si existieran, buscando encontrar síntesis superadoras y cuando esto no fuera posible se priorizarán en las resoluciones los acuerdos por sobre las diferencias. Las campañas de la internacional serán llevadas adelante por todas las secciones.
VI
En cada país solo puede haber una única organización reconocida como sección nacional afiliada a la LIS. El reconocimiento de nuevas secciones nacionales en los países donde no existen estará a cargo del Comité Ejecutivo Internacional y será sometido a ratificación posterior por el Congreso Mundial.
VII
Con carácter extraordinario y de común acuerdo entre el Comité Ejecutivo Internacional y la sección nacional correspondiente, a aquellas organizaciones que coinciden con el programa y estén dispuestas a llevar adelante las resoluciones de la internacional se les reconocerá como simpatizantes, con derechos y obligaciones, con voto consultivo en el Congreso Mundial y demás instancias orgánicas.
VIII
El CEI puede invitar a sus reuniones a organizaciones que no pertenezcan a la LIS pero con las cuales existen posibilidades de integración y proponerle lo mismo al Congreso. Este a su vez puede definir que dichas organizaciones tengan el status de Observadores permanentes. En todos los casos debe existir el acuerdo de la organización oficial de la LIS, en caso de existir en el mismo país, del propuesto como organización invitada u observadora.
IX
La instancia suprema de la LIS es el Congreso Mundial, donde se determina la política de la Organización Internacional, se aprueban resoluciones y se resuelven en última instancia las cuestiones organizativas y los conflictos internos. El Congreso Mundial está integrado por delegados de todas las secciones, elegidos por Conferencias y Congresos Nacionales, en las proporciones que establece el Comité Ejecutivo Internacional.
X
El Congreso Mundial se reúne ordinariamente cada 2 o 3 años y extraordinariamente cuando es convocado por el Comité Ejecutivo Internacional o por un tercio de sus secciones nacionales, solicitud que debe ser atendida por el CEI, el cual procederá a su convocatoria. El periodo previo al Congreso Mundial ordinario debe cubrir un mínimo de seis meses. Durante este período previo las diferencias de opinión, objeciones a las opiniones, decisiones y perspectivas, se permiten en todo nivel, tales diferencias se podrán expresar oralmente o por escrito y someterse a votación. Los partidos y secciones nacionales deben tender a observar esta norma para sus congresos nacionales.
XI
El Congreso Mundial elige un Comité Ejecutivo Internacional (CEI) representativo de las principales organizaciones y tradiciones que componen la Liga Internacional Socialista. El CEI es el órgano supremo la organización internacional durante el período comprendido entre los Congresos. Está encargado de definir las grandes orientaciones de la LIS y de aplicar sus resoluciones. Cuando el CEI convoca al Congreso Mundial, debe garantizar que la suma de los delegados que representan a los dos partidos más fuertes no exceda un tercio de la composición total del Congreso.
XII
La cantidad de miembros del CEI será definida por el Congreso Mundial. Las secciones no representadas pueden ser invitadas a las reuniones del CEI con voto consultivo. El CEI se reúne ordinariamente cada seis meses y extraordinariamente cuando es convocado por el Secretariado o por un tercio de los miembros del CEI. Una sección nacional puede proponer la revocación o sustitución de uno de sus miembros que pertenezca al CEI; tal medida debe ser aprobada por la mayoría del CEI.
XIII
El CEI elige de su seno un Secretariado Internacional (SI), que se constituye en el equipo de dirección cotidiano de la organización entre reunión y reunión del CEI. Tiene a su cargo la edición de la prensa, de los medios y redes digitales, la circular informativa y el boletín de discusión de la organización. El SI asegura el nexo entre las secciones, el impulso a la discusión política internacional y las campañas y toma las medidas necesarias a esos fines.
XIV
El CEI fija la sede de la organización internacional, que se constituye en sede del Secretariado Internacional y ante la cual la sección nacional correspondiente asume la mayor responsabilidad y el trabajo principal.
Clausula transitoria: hasta que se den las condiciones necesarias para garantizar la instalación de todos los miembros del secretariado en un mismo país se garantizara el funcionamiento regular a través de medios digitales y viajes específicos.
XV
Con el fin de garantizar una mejor vinculación y una mayor cohesión política y organizativa entre países de continentes distantes de la sede del Secretariado Internacional, el CEI puede resolver la formación de subsecretariados, los cuales estarán a cargo del SI.
XVI
La ruptura pública con el programa de la LIS, la violación consciente de los estatutos, las acciones incompatibles con la moral proletaria y revolucionaria o que pongan en peligro la organización y a sus miembros, estarán sujetas a sanciones por parte de los organismos internacionales. Las sanciones irán desde llamados internos de atención y separación temporales, hasta la expulsión definitiva. Las sanciones son de aplicación inmediatas y apelables ante las instancias competentes inmediatamente superiores, hasta el Congreso Mundial.
XVII
El Congreso Mundial elegirá una Comisión de Moral Internacional de 3 miembros, cada uno de una sección diferente y que gocen de amplia reputación de objetividad y tradición militante. Esta comisión, elegida por unanimidad, tiene la función de examinar los casos atinentes a acciones incompatibles con la moral proletaria y revolucionaria y decidir a conciencia. Dicha comisión solo responde ante el Congreso Mundial.
Clausula transitoria: de no existir condiciones de ser elegida será el CEI el que asuma sus funciones hasta que un Congreso Mundial la conforme.