Publicamos traducida al castellano la siguiente Declaración de Tempest Collective en oposición a la invasión rusa de Ucrania, publicada originalmente en su sitio web. Erin Cass escribe en nombre del Comité Directivo.
Tempest Collective se opone con vehemencia al imperialismo y apoya a la clase trabajadora ucraniana contra la invasión y ocupación militar rusa. Asimismo, nos oponemos a la escalada y las provocaciones de la OTAN dirigidas por Estados Unidos que ayudaron a traernos a este punto. Nos solidarizamos con la resistencia ucraniana contra la ocupación y defendemos el derecho de Ucrania a la autodeterminación frente a Rusia. Nos solidarizamos también con las y los manifestantes contra la guerra en Rusia que enfrentan una represión estatal violenta, y con el masivo estallido de sentimiento contra la guerra a nivel internacional. La solidaridad y la acción de masas desde abajo proporcionan el único camino para salir de este desastre creado por el imperialismo.
Debemos oponernos a todas las formas de opresión capitalista contra la clase trabajadora. La guerra sólo servirá a los intereses de la clase dominante y tendrá consecuencias devastadoras para el pueblo trabajador. Estamos ingresando en una nueva época histórica marcada por la rivalidad de grandes potencias entre los EE.UU, Rusia y China, y debemos tener clara nuestra posición: ¡ni Washington, ni Moscú, ni Beijing, sino el Socialismo Internacional!
La invasión del Estado Ruso amenaza a la totalidad de Ucrania y representa un momento histórico en la configuración del nuevo panorama interimperial. Esta invasión brinda una oportunidad trascendental para que la OTAN se revitalice, y podemos esperar que haya un mayor apoyo para la acción de la OTAN de parte de estados en otros casos no intervencionistas. Aquellos que han permanecido fuera de la esfera de la OTAN probablemente se vean envueltos en una disputa imperialista masiva entre capitalistas que compiten por los recursos y el poder.
En casa, Putin enfrenta críticas y oposición cada vez mayores. No hay un apoyo público generalizado para esta invasión. Más de 500.000 personas han firmado una declaración contra la guerra y miles han inundado las calles para mostrar su oposición. Esto, junto con la expansión de la OTAN durante la última década, ha llevado a un ambiente de paranoia al que Putin ha respondido con supresión militar e intervención internacional oportunista. De hecho, esta invasión puede resultar desastrosa para su régimen.
Asimismo, los regímenes de la LPR y DPR, que ahora actúan como representantes del Kremlin en Donbas y suprimen toda actividad política de oposición, no tienen apoyo popular. Estas áreas se enfrentan a una catástrofe ambiental con una desindustrialización rápida e insegura que también ha dejado a los trabajadores sin pago de su trabajo durante meses. La organización de trabajadores en respuesta a estas condiciones ha resultado en una rápida acción represiva, incluido el secuestro de los organizadores.
Años de conflicto en la región han sido capitalizados por Estados Unidos y el FMI en un esfuerzo por hacer cumplir reformas económicas neoliberales dañinas. Debemos exigir la cancelación de la deuda de Ucrania. Biden ha amplificado su propio estilo de paranoia, desempolvando la antigua rusofobia con la que los estadounidenses están muy familiarizados, retratando a Rusia como el lobo feroz para obtener apoyo para las maniobras imperialistas estadounidenses. Esto encaja perfectamente con el discurso de «Estados Unidos como inocente protector y salvador».
Mientras apoyamos a nuestros camaradas internacionales contra la ocupación imperialista rusa en Europa del Este y Asia Central, nuestras prioridades como socialistas en Estados Unidos también deben incluir la oposición a la intervención y expansión de la OTAN. Nos enfrentamos a la tarea urgente de ayudar a construir un movimiento masivo contra la guerra que pueda hacer ambas cosas. Mientras que pequeños grupos de socialistas y activistas contra la guerra en los EE. UU. encuentran, en medio de la urgencia, las maneras de llevar estas demandas adelante, los socialistas democráticos de alto perfil que ocupan cargos participan del redoblar de los tambores de guerra, siempre que el Congreso vote qué intervenciones tomar..
Tanto los demócratas como los republicanos, así como las dos potencias imperialistas, solo buscan mejorar la posición de sus propios estados y clases dominantes, mientras que el pueblo de Ucrania es tratado como meros peones. Pero son los pueblos ucraniano y ruso quienes pagarán el precio más alto por la competencia imperialista violenta.
Una cosa es segura, la guerra en Ucrania resultará en la muerte de miles de personas más de la clase trabajadora durante una pandemia global que ya se ha cobrado la vida de millones. Debemos oponernos a la invasión rusa de Ucrania. Debemos oponernos a la intervención y expansión de la OTAN. La izquierda debe solidarizarse inequívocamente con la clase obrera internacional contra la guerra capitalista.