Por Rubén Tzanoff
Los comicios autonómicos andaluces serán un nuevo indicador de las tendencias hacia las elecciones generales.
Las elecciones al Parlamento andaluz se darán con el marco de la guerra en Ucrania, del deterioro de la gestión de Pedro Sánchez, de la crisis en curso con Argelia por la energía y la posición contra el Sáhara Occidental adoptada por el gobierno. Con una inflación a todo galope, con precios en alza que se degluten los salarios y las pensiones. Con presupuestos familiares que hacen magia para intentar llegar a fin de mes. Con una precariedad laboral horrorosa que no fue eliminada por la reforma laboral, falsamente embellecida por el gobierno de “coalición progresista”.
La importancia de Andalucía
Andalucía es la comunidad autónoma más extensa, la más poblada del Estado español y una de las cinco más pobres. El paro supera el 20%, los salarios son bajísimos, el trabajo temporario se realiza en pésimas condiciones, los recortes hundieron la salud pública y existen toda clase de necesidades básicas insatisfechas. Al mismo tiempo, el pueblo andaluz se caracteriza por movilizarse y protagonizar importantes luchas, como la de Airbus y la huelga del metal en Cádiz, entre tantas otras.
Los pronósticos electorales
Según los pronósticos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el actual presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla obtendría su reelección y el PP estaría disputando la mayoría absoluta. El PSOE obtendría menos votos que en las elecciones de 2018. Vox, con Macarena Olona como candidata, se situaría como tercera fuerza. Luego se ubicaría la coalición “Por Andalucía” (Izquierda Unida, Podemos, Más País, Equo, Alianza Verde e Iniciativa del Pueblo Andaluz), encabezada por Inmaculada Nieto. Detrás aparece “Adelante Andalucía” (Anticapitalistas, Izquierda Andalucista, Primavera Andaluza y Defender Andalucía), liderada por Teresa Rodríguez. Ciudadanos, que repite con Juan Marín, seguiría cuesta abajo. Son pronósticos de carácter relativo, más cuando hay un 40% del electorado que aún no definió su voto.
Se montó un escenario ya conocido
Al no presentarse una alternativa política de cambios profundos, de izquierda y socialista; en el escenario volvió a montarse un falso decorado, ya usado en otras oportunidades. “Elige un gobierno progresista para que no se fortalezca la derecha” plantean los “progres”, responsables de los desastres protagonizados desde el gobierno central. Uno de los cultores del “mal menor” es “Por Andalucía”, que intenta reagrupar al reformismo y cogobernar con el PSOE como su apéndice. El PP, Vox y CS dicen: “Vótanos para que los “comunistas” no recorte más libertades”, representan a los sectores políticos más reaccionarios. Más allá de sus disputas, todos se mantienen bajo la tutela de la monarquía corrupta, del régimen autoritario del ’78 y de la explotación capitalista al servicio del imperialismo de la UE. Por eso, hay que darles la espalda.
Voto crítico a “Adelante Andalucía”
El proyecto que encabeza Teresa Rodríguez de Anticapitalistas oscila entre posiciones disímiles. No encarna un proyecto de independencia de clase, ni de ruptura con el régimen sino de gestión institucional “democrática” en los marcos del sistema capitalista. Es dentro de estos márgenes que ejecuta su gestión el alcalde del Ayuntamiento de Cádiz, José María González, “Kichi”. Además, “Adelante Andalucía” se presenta sólo como una herramienta autonómica, cuando es necesario llevar la disputa con fuerza también al ámbito nacional.
Al mismo tiempo, han expresado que no buscan un cogobierno con el PSOE (aunque sí le daría apoyo si fuera necesario para evitar un gobierno de derecha) y son críticos de las duplas PP-Vox y PSOE-UP. Tienen un programa de reivindicaciones económicas, sociales y democráticas a favor de las grandes mayorías, con algunas menciones al capitalismo y propuestas ecosocialistas. Por todas las contradicciones mencionadas, no nos hemos sumado al nuevo proyecto andalucista. Sin embargo, “Adelante Andalucía” no es lo mismo que las fuerzas burguesas que se presentan, por eso llamamos a darles un voto crítico, al igual que a IZAR en donde presenta candidaturas propias.
Hace falta un Frente de Izquierda
En las autonomías y en todo el Estado español es necesario construir un Frente de Izquierda, de independencia de clase, que apoye las luchas obreras y populares con un programa transicional para que la crisis la paguen los capitalistas y una salida de fondo: por un gobierno de los trabajadores en un sistema socialista. Superando las contradicciones que los cruzan, un llamado al Frente de Izquierda realizado por la CUP, Anticapitalistas y otras representaciones de la izquierda política y social; sería un gran paso adelante. Para enfrentar a la derecha, a la ultraderecha, a los partidos burgueses tradicionales y a los reformistas. Las organizaciones que nos reivindicamos socialistas revolucionarias, como SOL, LI, CRT, CR e IR podemos cumplir un rol importante si confluimos y priorizamos los puntos que nos unen por encima de los que nos separan, tanto para intervenir en común en la lucha de clases como en la conformación de una nueva alternativa política, consecuentemente anticapitalista y de izquierda.