Por Alberto Giovanelli
Nuevos días frenéticos vivimos en Ecuador, entre una movilización que no se detiene, pedidos de “muerte cruzada en la Asamblea Nacional, negociaciones que se interrumpen y se reanudan, interlocutores que se modifican, decretos de excepción que se levantan y se vuelven a establecer.
Para hoy jueves 30 está previsto que la CONAIE acepte retomar el proceso de diálogo y al mismo tiempo ratifica una marcha prevista por la tarde. El Gobierno, que abandonó el último martes la mesa de negociación, anuncia que retomará el diálogo con el movimiento indígena. Lo hará con la mediación de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, que determinará la metodología, el lugar, los representantes y los temas por tratar. “La voluntad del gobierno es que pueda retomar la paz para los ecuatorianos”, dijo el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez.
Los representantes oficiales regresan a la mesa, con un poco mas de tranquilidad, después de haber superado ajustadamente el pedido que un sector de la oposición hizo ante la Asamblea Nacional, para que se aplique el art. 130 de la Constitución Nacional, que hubiera significado la obligación de renuncia del presidente y todos los legisladores (muerte cruzada) y un nuevo llamado a elecciones en 90 dÍas. Para la aprobación de la destitución se hubieran necesitado 92 votos sobre los 137 representantes, y 84 votaron afirmativamente. Pero esta votación también deterioro más aún al régimen puesto que provocó realineamientos, quiebres y negociaciones por debajo de la mesa. El Gobierno logra evitar su destitución pero queda en una situación de debilidad alarmante, sobre todo si tenemos en consideración que todavía faltan 3 años para que finalice su mandato, en el que deberá sobrevivir con una Asamblea claramente opositora y un nivel de rechazo casi absoluto en la población.
Hoy, se retomaría el dialogo después de que el Gobierno había anunciado que no lo haría. Leonidas Iza, presidente de la CONAIE, dijo que irán a un nuevo diálogo, con la mediación de la Iglesia; también hizo un llamado a las bases para que depongan “actitudes beligerantes” para las marchas futuras: “Necesitamos que se garantice esa marcha de la paz, de la rebeldía sin generar enfrentamientos”.
Mientras tanto, los efectos del paro nacional se sienten cada vez con más fuerza en varias ciudades del país, donde las protestas se mantienen. El desabastecimiento de productos de primera necesidad, de gas de uso doméstico, combustibles, tanques de oxígeno y medicinas son críticos.
A la vez, la cifra de fallecidos en el contexto del paro nacional suma seis personas, cinco civiles y un militar y una decena de desaparecidos.
En el día de ayer, miércoles 29, se dio a conocer el nuevo estado de excepción decretado por el presidente Lasso, que regirá en Azuay, Imbabura, Sucumbíos y Orellana, lo que ratifica que la única respuesta que tiene a mano Lasso es la represión. En tres de las cuatro provincias tendrán, además, un toque de queda.
La CONAIE busca puentes de negociación
Las bases que se movilizan heroicamente tienen cada vez mas claro que es imposible que el Gobierno de Lasso y el FMI pueda responder positivamente a los 10 puntos que originaron las protestas. Las respuestas parciales (disminución de 0.10 cvs del precio del combustible) están muy lejos de satisfacer los reclamos y por el contrario son interpretadas como una provocación que no hace mas que incentivar la lucha.
En esa contradicción se encuentra la dirección de la CONAIE; continuar pidiendo respuestas positivas y a la vez tratar de sostener al gobierno para no romper “el orden constitucional”, son tareas absolutamente incompatibles. Solo derrotando al gobierno de Lasso en las calles, y con un gobierno de la CONAIE y las organizaciones sociales será posible encontrar una salida a la crisis económica, política e institucional. Pero para alcanzar esos objetivos es indispensable el reagrupamiento de los revolucionarios, de los anticapitalistas que entendemos que todos los males son el resultado de la decadencia de un sistema imposible de maquillar. NO HAY SALIDA DENTRO DEL CAPITALISMO. Por eso continuaremos en cada movilización y bregando por la construcción de una alternativa socialista y revolucionaria que sea capaz de superar las cavilaciones, dudas y traiciones de las direcciones tradicionales.