Por Oleg Vernyk, Liga Socialista Ucraniana
Desde hace varios días, la atención de la comunidad mundial ha sido atraída por los acontecimientos en la República soberana de Karakalpakistán, que forma parte de Uzbekistán en virtud de un acuerdo interestatal de 1993. Como parte del proceso para preparar una nueva constitución para Uzbekistán, los círculos centralistas de Uzbekistán decidieron cortar los poderes de Karakalpakistán. En el proyecto de enmiendas a la Constitución, eliminaron la mención de la soberanía su soberanía y la posibilidad de retirada de Uzbekistán. Y nuevamente, el intento centralista de la gran potencia de violar los derechos del pueblo provocó una protesta popular masiva. Trabajadores indignados y residentes de la capital de la república soberana, la ciudad de Nukus, salieron a las calles y fueron recibidos con represión policial y disparos a muerte. El número de víctimas aún no está claro, pero las imágenes de videos en las calles muestran una crueldad sin precedentes en la represión contra el pueblo que protesta. Hay datos por confirmar que mencionan: 18 personas muertas, 243 detenidas y 516 heridas.
La República de Karakalpakistán es una república dentro de la República de Uzbekistán. Es la región más grande en términos de área y ocupa hasta el 40% del territorio del país. La población es de aproximadamente 2 millones de personas. Hay dos idiomas oficiales: Karakalpak y Uzbek. Más del 80% del territorio es desierto y prevalece la población rural. Sin embargo, estos son en su mayoría trabajadores contratados en el sector agrícola, la educación o la industria del gas. Los salarios oscilan entre 180 y 300 dolares por mes. En Karakalpakistán, se han explorado grandes yacimientos de petróleo y gas y, en consecuencia, el gobierno central de Uzbekistán tiene miedo de perder el control sobre esta región del país.
En junio de 2022, el presidente de Uzbekistán Shavkat Mirziyoyev, en una reunión con miembros de la comisión constitucional, propuso aprobar enmiendas a la Constitución de Uzbekistán a través de un referéndum. Una de las enmiendas importantes indicaba el cambio en el estado de Karakalpakistán, que figura en la Ley Básica como una república soberana. Además, se establece que tiene derecho a separarse de Uzbekistán sobre la base de un referéndum general del pueblo de Karakalpakstán. Se propuso excluir estas normas, que fijan la soberanía nacional del pueblo y su condición de Estado.
Es interesante notar todo el cinismo de las autoridades centralizadoras de Uzbekistán. Presentaron estas enmiendas al proyecto de ley constitucional de los diputados del Parlamento de Uzbekistán de Karakalpakistán. Es decir, intentaron hacerlo pasar por una propuesta de los propios diputados de Karakalpakistán.
Conocidos blogueros de Internet jugaron un papel importante en el desarrollo de las protestas. El 1º de julio de 2022 comenzaron a circular mensajes y videos en los canales de Telegram con información de que se estaban produciendo protestas a gran escala en la ciudad de Nukus. El motivo de esto fue la detención de un conocido abogado y bloguero llamado Daulemmurat Tadzhimuratova quien, el día anterior convocó a una manifestación el 5 de julio cerca del parlamento de Karakalpakistán contra la adopción de las enmiendas antidemocráticas en curso. Al mismo tiempo que más y más manifestantes se reunían en las calles de Nukus, comenzaron a concentrarse las unidades especiales de policía, llegando fuerzas adicionales de diferentes regiones del país para reprimir las protestas.
Las autoridades, tratando de calmar la situación, liberaron a Tadzhimuratov, pero esto no salvó la situación de un enfrentamiento sangriento entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad, donde estas últimas utilizaron medios especiales y armas de fuego para dispersar a los manifestantes. El segundo día de protestas estuvo marcado por el hecho de que los trabajadores de diferentes regiones comenzaron a reunirse en Nukus para apoyar a los manifestantes en la capital. Asimismo, comenzaron a estallar nuevas protestas en varios centros regionales.
Cuando el presidente de Uzbekistán Shavkat Mirziyoyev vio que la situación estaba saliendo de bajo el control de las autoridades, decidió devolver la situación al momento en que comenzó. Dijo que los artículos 70, 71, 72, 74 y 75 de la Constitución de Uzbekistán, cuyas enmiendas previstas causaron descontento entre los residentes de Karakalpakistán, deben mantenerse sin cambios. Inmediatamente después de eso, introdujo el estado de emergencia durante un mes. Pero todas estas medidas no ayudaron a calmar a la gente.
Ahora es difícil juzgar la dinámica del desarrollo de la situación. En Karakalpakistán, hay interrupciones en la comunicación e Internet se desconecta periódicamente. Inicialmente la gente estaba insatisfecha por la privación de la soberanía y logró detenerla, pero ahora hay manifestantes que plantean la independencia. Seguiremos de cerca la evolución de la situación.
Una y otra vez, en nuevas partes del globo, los intentos centralizados de las autoridades burguesas de infringir los derechos de los pueblos pequeños desembocan en descontento y protestas masivas de la gente trabajadora. La unidad de los trabajadores es la base de nuestra lucha, sean de la nacionalidad que sean, también es muy importante que exijamos la eliminación decisiva de las causas de cualquier desigualdad y vulneración de los derechos democráticos y sociales. Solo así podremos lograr una unidad genuina entre los trabajadores de todas las nacionalidades en su lucha de clase por la liberación contra los capitalistas.
El dictador imperialista ruso Vladimir Putin llama al principio de Lenin del «derecho de las naciones a la autodeterminación» una «bomba de relojería». Y muchos dictadores menores, representantes de las clases burguesas y la burocracia, ahora tienen el deseo de centralizar sus estados tanto como sea posible y minimizar el alcance de los derechos de los «pueblos no titulares». Los verdaderos socialistas deben oponerse resueltamente a estas tendencias antidemocráticas y antiobreras. Apoyamos firmemente los derechos democráticos del pueblo de Karakalpakistán y condenamos enérgicamente la violencia policial sin precedentes en las calles de Nukus.