Por la construcción de una alternativa revolucionaria socialista
Desde hace más de un año Impulso Socialista -IS- (sección de la Liga Internacional Socialista -LIS- en Colombia) y el Grupo de Trabajadores Socialistas -GTS- venimos actuando en común frente a los acontecimientos políticos nacionales e impulsamos las tareas y campañas internacionales de la LIS. GTS participó como invitado en el Congreso Mundial de la LIS en diciembre de 2021. Hemos concretado nuestra unidad de acción, al tiempo que avanzamos en nuestra unidad organizativa. Para culminar dicho proceso celebraremos próximamente nuestro congreso de unificación.
Al calor de la lucha
El encuentro entre nuestras dos organizaciones se ha dado en medio del ascenso de la lucha de clases en nuestro país y a nivel internacional. Impulso Socialista es una agrupación que surgió durante el vigoroso paro universitario de 2018, que logró obligar al gobierno de Iván Duque a incrementar el presupuesto de la educación superior pública. Rápidamente se vincularon con la LIS y participaron en su congreso de fundación en 2019, en el que se aprobó un programa internacional, además de un análisis de la situación mundial y sus perspectivas, junto con resoluciones sobre diversos aspectos de la realidad mundial.
Esta nueva organización nació como respuesta a la necesidad de unificar a revolucionarios provenientes de diversas tradiciones y países de los cinco continentes, que son vanguardia en la lucha que están librando los pueblos contra la ofensiva permanente de los capitalistas y el imperialismo, en medio del agravamiento de la crisis económica y sus brutales efectos sociales, políticos, militares y ambientales.
Mientras tanto en Colombia vivimos el paro nacional de 2019, el radical levantamiento juvenil en Bogotá en 2020 y, sobre todo, el masivo estallido social de 2021; luchas que han provocado un quiebre en la situación nacional, cuyo efecto en el terreno político ha sido el gobierno “progresista” del Pacto Histórico, un gobierno de colaboración de clases de un amplio sector de la izquierda reformista con lo más podrido del establecimiento burgués.
Juventud y tradición
Esta convergencia de revolucionarios cuenta, para empezar, con la energía juvenil de Impulso Socialista y el proyecto internacional de la LIS. El Grupo de Trabajadores Socialistas, por su parte, aporta un importante componente de tradición. Varios de sus integrantes, trabajadores del sector educativo, y otros camaradas, han sido parte de la corriente histórica del socialismo revolucionario trotskista que se consolidó durante los años ‘70 en Colombia, como parte de la corriente internacional liderada por el revolucionario argentino Nahuel Moreno, exiliado durante esos años en nuestro país. GTS reivindica todo ese legado teórico, programático, político y metodológico acumulado a lo largo de casi medio siglo de lucha por la construcción de un partido leninista nacional e internacional y su antecedente, la Cuarta Internacional fundada por León Trotsky en 1938.
Tal vez la lección principal que dejó la corriente morenista en Colombia fue la necesidad imperiosa de fusionar el programa socialista con la clase obrera, para poder superar la crisis crónica de dirección revolucionaria, interviniendo en las luchas de los trabajadores industriales y los asalariados en general. A pesar de los altibajos vividos en esa dura tarea, la persistencia de camaradas de décadas de lucha revolucionaria son un activo invaluable frente al período de la lucha de clases en curso, en el que se pondrá a prueba la táctica política frente al gobierno de Petro, la promoción del programa revolucionario socialista y la construcción de una nueva organización que se postule como referencia para trabajadores, jóvenes y mujeres luchadoras.
Un programa contra la barbarie
Las crisis recurrentes del capitalismo han agravado todos los problemas de la humanidad. Al enfrentamiento cotidiano entre los asalariados y los capitalistas por la distribución de la riqueza social, agudizado por la actual crisis económica, se ha sumado de manera explosiva la resistencia de las mujeres contra la opresión y la violencia machista, que coincide con las luchas de las identidades sexo-genéricas, discriminadas y marginadas. Por eso impulsar las luchas por la emancipación y la liberación de la mujer desde una perspectiva revolucionaria es parte fundamental del programa de nuestra nueva organización. De igual manera debemos responder a las reivindicaciones de la generación de jóvenes a quienes el capitalismo solo ofrece precariedad en sus condiciones de vida y trabajo y la alienación más absurda.
Pero el capitalismo y el imperialismo no sólo generan explotación económica, opresión y discriminación, sino que degradan al extremo las condiciones de la vida en nuestro planeta, provocando una catástrofe ambiental sin precedentes y anunciando la inminencia de nuevas pandemias. De allí la importancia de la lucha por la reconstrucción del medio ambiente como parte fundamental del programa socialista, al tiempo que promovemos relaciones armónicas con la naturaleza.
A medida que se profundiza la crisis crónica del sistema los capitalistas nos empujan también a la barbarie de la guerra. La invasión rusa a Ucrania, y la agresiva intervención de la OTAN encabezada por el imperialismo yanqui, han sido un punto de inflexión en la situación mundial que, sumada a los efectos de la pandemia, ha desencadenado mayores sufrimientos para los trabajadores y trabajadoras del mundo. Esa perspectiva no será conjurada con la utopía reaccionaria de un supuesto “capitalismo humano y verde” en el que convivan pacíficamente imperialismos y países semicoloniales, explotados y explotadores, opresores y oprimidos, demócratas y fascistas, depredación y naturaleza.
La única salida que queda a la humanidad es la que le puede ofrecer la clase obrera que, en su lucha por su emancipación, podrá liberar al conjunto de la sociedad del lastre de la división de clases y las fronteras nacionales. Sólo así “la Tierra será el paraíso bello de la humanidad”, como afirma poéticamente “La Internacional”, himno de los trabajadores del mundo.
Socialistas internacionalistas
Nuestra organización unificada no se presenta a sí misma como “el partido de la revolución socialista colombiana”. Estamos profundamente convencidos que, por fuera de nosotros, hay centenares o miles de trabajadores, mujeres y jóvenes que luchan por una transformación revolucionaria de la sociedad capitalista.
El hundimiento de los países que, a lo largo del siglo XX, fueron conocidos como socialistas, fue el fracaso del proyecto totalitario de la burocracia estalinista y su concepción nacionalista de “construcción del socialismo en un sólo país”. Ese fracaso desvirtuó ante los trabajadores del mundo el concepto de socialismo. Una de las tareas que tenemos los revolucionarios hoy es hacer el balance de ese fracaso y restablecer la verdadera concepción del socialismo con democracia obrera, el socialismo internacionalista revolucionario. De allí que, más allá de construir una organización nacional, nuestro objetivo es construir una sección de una internacional revolucionaria, la cual, desde la Liga Internacional socialista, se postule como un polo de aglutinación revolucionaria, que vaya cimentando el camino hacia una internacional que agrupe a todos los revolucionarios del mundo, siguiendo el ejemplo de Marx, Engels, Lenin, Trotsky y el propio Moreno.
Nuestro método
Ese partido mundial sólo se puede construir con un método democrático obrero, que respete las inevitables diferencias de análisis, caracterizaciones, propuestas tácticas, consignas políticas, que puedan surgir entre los militantes y las secciones de la internacional. Sólo la discusión democrática y la acción unificada colectivas permite poner a prueba nuestras orientaciones y la evaluación y superación de nuestros errores. Ningún dirigente puede considerarse por encima de la organización, método nefasto que, con el repugnante “culto a la personalidad”, auspiciado por el estalinismo, corrompió por décadas al movimiento obrero y sus partidos.
También es parte fundamental de nuestro método de construcción una férrea base moral obrera y revolucionaria que impida que la descomposición de la sociedad capitalista debilite las relaciones militantes o justifique el control burocrático de los organismos o individuos dirigentes sobre el conjunto de la organización o la persecución de los críticos y disidentes. Sólo plenas garantías para la expresión franca de las diferencias permiten definir democráticamente las orientaciones y su evaluación y corrección colectivas.
Nuestra actuación en común, la elaboración conjunta de nuestro programa y estatutos, así como el análisis colectivo de la situación nacional, que nos ha permitido posicionarnos frente a los principales hechos de la lucha de clases e intervenir en ella, es la base de confianza sobre la que unificaremos próximamente nuestras organizaciones. Invitamos a quienes nos han acompañado en este proceso y a quienes siguen nuestras posiciones, a sumarse a este proyecto revolucionario socialista internacionalista.
Impulso Socialista – Grupo de Trabajadores Socialistas
Diciembre 10 de 2022