Reproducimos aquí, actualizado tras los anuncios del gobierno, el editorial publicado el 10 de enero en su sitio nouveaupartianticapitaliste.fr por el ala izquierda del NPA, organización en la que militan nuestros compañeros de la LIS en Francia. El paro general con movilización del próximo 19, la marcha del 21 y las acciones que seguirán, serán una pulseada decisiva con el gobierno de Macron.
La primera ministra Borne puso este martes las últimas palabras en la canción del gobierno y la patronal que ya nos sabemos de memoria desde hace meses sobre el futuro de nuestras pensiones. La edad legal de jubilación se retrasaría a los 64 años y la ampliación de la duración de la cotización llegaría a los 43 años a partir de 2027. En definitiva, una alternativa: morir en el trabajo o en la miseria. Sólo queda un falso suspenso: ¿necesitará el gobierno recurrir a un decretazo 49,3?
Decretazo o no: ¡es NO!
No, los fondos jubilatorios no tienen déficit. Tuvieron un superávit de 2.600 millones de euros en 2021 y de 3.700 millones de euros en 2022. No, nada garantiza que lo vayan a tener en 2032, porque nuestras luchas colectivas podrían revertir la tendencia de la política de Estado, que ahorra tanto en todos los sueldos de los estatales y la salud que ahonda el déficit de los fondos. Y no, incluso un déficit anunciado para 2032 de 17.000 millones, no sería “abismal”, porque representaría sólo el 5% de un presupuesto global de 330.000 millones para fondos jubilatorios. ¡Aumentando los salarios un 5%, esto se cubriría automáticamente!
¿Por qué tantas mentiras y ensañamiento durante décadas?
Elevar la edad legal de jubilación significa aumentar el “desempleo de la tercera edad”, que cada vez tendrá menos derechos, será pobre y recibirá una jubilación reducida, si las dificultades de su vida no les han matado antes. Aumentar los años de cotización necesarios para un haber completo significa reducir la jubilación de quienes, sin embargo, se jubilan a la edad legal. Esto tiene como objetivo disminuir el gasto de los fondos jubilatorios, a la vez que permite que los fondos previsionales privados drenen los ahorros de aquellos con salarios suficientes para ahorrar. Es una forma de reducir la participación de la clase trabajadora en el ingreso nacional, aumentando mecánicamente la de la burguesía en la misma cantidad. Entonces cuando Ciotti, el jefe de Los Republicanos, anuncia que quiere ayudar a “atenuar la brutalidad de la reforma”, ¡hay motivos para preocuparse!
¡La preocupación puede cambiar de bando!
La “reforma” debía anunciarse a mediados de diciembre, ya mucho más tarde de lo esperado: las huelgas de refinerías en septiembre alteraron el calendario gubernamental. Luego otra postergación a este martes 10 de enero, para presentar el proyecto de ley al Consejo de Ministros el 23, para que Borne pueda lograr el apoyo de la derecha y evitar el decretazo 49,3… ¡quizás! Tantos retrasos son sobre todo sintomáticos de la fiebre del gobierno, que sabe que no sólo su proyecto de ley es muy impopular, sino que actualmente no cuenta con el apoyo de ninguna organización sindical… y ese descontento social contra la inflación y los salarios de hambre ya es tan alto que todo podría arder en llamas. Según una encuesta de Ifop del 4 de enero, ¡el 52% de los encuestados quiere que en Francia haya una explosión social en los próximos meses!
Entonces avivemos el fuego en todos lados, en nuestros lugares de trabajo y de estudio, discutamos la necesidad de un movimiento unificado, un plan de lucha para ganar, sin que ninguna de nuestras fuerzas se disperse por la lógica divisionista de las direcciones sindicales. Participemos en todas las iniciativas de movilización que se llevarán a cabo, en particular la huelga interprofesional del 19 de enero convocada por todos los sindicatos y la manifestación del 21 de enero en París convocada por las organizaciones juveniles. Unámonos en asambleas generales, unámonos a los que están en huelga por mejores salarios o empleos. Salarios, jubilaciones, condiciones de trabajo, tiene que estallar, ¡no puede durar más!
* Medef, Movimiento de Empresas de Francia, principal entidad patronal.