Nicaragua: ¿Qué hay detrás de las liberación/deportación de presos políticos?

Por David Morera Herrera Dirigente del PRT de Costa Rica

El día 9 de febrero la dictadura capitalista de Ortega-Murillo sacó sorpresivamente de la cárcel de El Chipote a 222 presos y presas políticas para enviarlos de modo intempestivo a los Estados Unidos en un avión especial a cargo del gobierno norteamericano. Se trató de una operación milimétricamente calculada y negociada de antemano con el imperialismo yanqui y la Unión Europea, particularmente en el último caso con el gobierno del estado español. Miente Daniel Ortega al negar que medió una negociación: evidencias abundan cómo para concluir que resulta absurdo su argumento de que fue una ocurrencia peregrina de su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo. Más allá de especulaciones, lo cierto es que ambos, tanto la dictadura como los imperialistas Biden y sus socios europeos buscan sacar rédito de esta medida, como veremos.

Esto no impide para nada que celebremos la libertad que hoy tienen tantas y tantos excarcelados, lo que ha sido recibido con alegría por familiares y la comunidad nicaragüense opositora a la dictadura, en su amplio espectro político e ideológico. Nos alegra que las y los excarcelados no se pudran ya en las mazmorras de Ortega-Murillo, con peligro permanente a la integridad física y mental. Sin duda es un triunfo democrático, de los derechos humanos más elementales. Pero es importante develar el contexto y el trasfondo del hecho, para interpretar sus alcances y significado.

Una de las presas liberadas es la mítica exguerrillera, la “Comandante dos”, Dora María Tellez, quien afirma que resistieron más las y los presos políticos que la dictadura, que es un sentimieinto contradictorio, por un lado el desgarramiento del destierro y por el otro la alegría de estar en libertad. Afirma también que ni Daniel Ortega ni nadie le pueden quitar la nacionalidad nicaragüense.

Negociaciones EEUU / Unión Europea con Ortega-Murillo

El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, saludó de inmediato la excarcelación de las 222 personas y destacó que el acontecimiento “es producto de una diplomacia estadounidense concertada”. Expresó que se trata de un paso constructivo para hacer frente a los abusos de los derechos humanos” en Nicaragua, mientras que el avión con los excarcelados arribaba a Washington DC. Refirió que entre los liberados figuran dirigentes políticos y empresariales, periodistas, representantes de la sociedad civil y estudiantes, a los que Estados Unidos “facilitó su transporte seguro” al Aeropuerto Internacional Dulles y les está “proporcionando apoyo médico y legal”.

El vocero del Departamento de Estado, Ned Price, dijo posteriormente a periodistas en Washington que el gobierno nicaragüense identificó a 224 personas para enviarlas en el avión, pero que dos de ellas se negaron, sin mencionarlas. Price señaló que los 222 que llegaron a Dulles fueron alojados en hoteles y otros lugares y están bajo la responsabilidad de las autoridades estadounidenses.

Daniel Ortega mostrando la lista de las y los presos políticos deportados.

Destacó además que la liberación fue “un paso en la dirección correcta para el pueblo de Nicaragua” y que Estados Unidos espera “que sea un presagio de pasos adicionales por venir”.

Por otra parte, José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, al día siguiente 10 de febrero, afirmó que el Gobierno de España está ofreciendo la nacionalidad a los 222 presos políticos excarcelados y expatriados por Daniel Ortega y Rosario Murillo. Las declaraciones las brindó el ministro español al medio de comunicación Servimedia, en donde aseguró que España se muestra complacida por la excarcelación de los 222 nicaragüenses y felicitó la decisión de su liberación.

“El Gobierno ofrece la nacionalidad española a estos 222 presos liberados, ante las noticias de que se ha iniciado el trámite para declararles apátridas”, anunció el ministro español y agregó que el trámite de ese proceso es de forma inmediata y España estaría poniéndose en contacto con los nicaragüenses expatriados El diplomático agregó que su país está anuente a recibir al resto de personas presas políticas que aún quedan en las distintas cárceles de Nicaragua.“ También nos ofrecemos a que España acoja a cualquier otro preso que se encuentre todavía en estos momentos en la misma situación que estos que acaban de ser liberados”, aseguró Albares.

Esta absolutamente claro mediante estas declaraciones de representantes connotados del imperialismo yanqui y español, que hay disposición a negociar con la dictadura. Analicemos también que persigue la dictadura.

Liberación con perdida de nacionalidad: una de cal y otra de arena

La dictadura Ortega-Murillo es astuta, tiene una larga historia de sobrevivencia, acomodamiento y negociados. Solo basta recordar entre otros hechos: el pacto truculento que en el pasado sostuvo con la fracción oligárquica del partido liberal de Arnoldo Alemán para copar y repartirse todos los espacios del poder político, la aprobación a golpe de tambor del neocolonial Tratado de Libre Comercio (TLC) con Norteamérica y los subsiguientes acuerdos serviles con el Fondo Monetario Internacional, para imponer medidas de recorte a los derechos sociales, como, justamente fue el caso. del ataque a las pensiones que detonó las masivas movilizaciones en el 2018 contra la dictadura. El orteguismo refleja a los capitalistas advenedizos que se enriquecieron a manos llenas con el favor del Estado disfrazado de “sandinista”, tal sector burgués no tiene pudor alguno en negociar con quien sea por meros intereses de acumulación económica privada.

Por ello, el régimen no se limitó a liberar a las y los presos, sino que procedió, al mismo tiempo, a su inmediata deportación a Estados Unidos y despojo de la nacionalidad a los deportados. Octavio Rothschuh, magistrado de la Corte de Apelaciones de Managua, en conferencia de prensa sentenció que las 222 personas fueron deportadas bajo una orden emitida el miércoles que declaraba a los presos “traidores a la patria, incitadores a la violencia y terrorismo”.

En tanto, el Parlamento, aprobó en la misma jornada una reforma de ley para retirarle la nacionalidad a los excarcelados. Para el despojo de la nacionalidad el parlamento, controlado férreamente por la dictadura, modificó la Constitución en un santiamén. Que de forma fulminante se despoje de su nacionalidad y derechos ciudadanos y políticos a “perpetuidad” a los deportados, es un dardo político envenenado, que de forma implícita y simbólica (de común acuerdo con la administración Biden) procura lanzar a los brazos del imperialismo yanqui a la oposición y afinca el lugar común de la propaganda orteguista de que todos los que se oponen a su dictadura son agentes del imperialismo i, mismo que, para abonar esa narrativa, ha acogido con beneplácito a los desterrados, lo que a su vez hace pasar al gobierno yanqui como “paladín de la democracia

Es una farsa por partida doble. En primer lugar, porque a pesar de que lo niegue Ortega, brinda un gesto de interés en negociar el levantamiento de sanciones contra su familia y allegados más cercanos, en medio de la recesión económica y el aislamiento internacional que padece Nicaragua. Asimismo, Ortega-Murillo se deshacen del problema candente de los presos políticos, no sin antes golpearlos políticamente con la pérdida de la nacionalidad.

Es importante aclarar que, a diferencia de otros países objeto de sanciones, la política del imperialismo norteamericano, antes del 2018 fue complaciente con el régimen, y luego de la represión brutal del 2018 se enfocó a presionar a la dictadura, no con sanciones generalizadas contra la economía de Nicaragua, sino que se ha focalizado en la familia y el círculo más íntimo de la dupla Ortega-Murillo.

Desde luego, Estados Unidos no tiene la más mínima autoridad política para aparecer como “salvador de la democracia “, al mismo tiempo que sostiene a la dictadura infame de Dina Boluarte en Perú que desata ahora mismo sendas masacres contra el pueblo movilizado.

Aunque son procesos distintos, lo cierto es que la política yanqui, tanto en Nicaragua como en Perú, está marcada por el giro de Biden en asocio con el imperialismo europeo, tendiente a recuperar el terreno perdido en nuestro subcontinente, garantizando la explotación/extracción de nuestros ricos recursos a sus grandes corporaciones, en la feroz competencia y fricciones que son cada vez más agudas con China y Rusia.

Conclusiones

Ante la pregunta sobre si se trata de un triunfo popular o de una maniobra negociadora, respondemos que en este episodio se dan combinadas ambas cosas. Se trata de un triunfo popular democrático, pero con importantes contradicciones y limitaciones, determinadas por maniobras y negociaciones en las alturas, primando la iniciativa política que tienen hoy tanto la dictadura como el imperialismo, para en un caso defenestrar y en otro apropiarse de ese triunfo popular democrático. Es así puesto que la liberación no es el fruto inmediato del ascenso de la movilización popular, no sucede en caliente, aunque a la larga es un triunfo de esa larga resistencia y la batalla por la libertad de las y los presos políticos, que con orgullo promovimos tempranamente desde el PRT en estrecha colaboración con la Liga Internacional Socialista (LIS) corriente a la que hemos ingresado recientemente, y con quienes impulsamos a fondo la campaña internacional por la libertad de las y los presos políticos y la caravana a Peñas Blancas del año pasado.

Caravana organizada por el Partido Revolucionario de las y los Trabajadores de Costa Rica y la Liga Internacional Socialista en julio de 2022 rumbo a Nicaragua para exigir la liberación de las y los presos políticos nicaragüenses.

Por ello no dudamos en caracterizar que hay un triunfo innegable de la resistencia popular que celebra con razón la liberación de las y los deportados. Siendo un fenómeno contradictorio, entonces nuestro deber es disputarle con fiereza al imperialismo y a la burguesía opositora esta lucha heroica, y no sencillamente hacerse a un lado. Porque solo con una perspectiva y un programa socialista, antiimperialista, de independencia de clase, se deben y pueden aprovechar los resquicios democráticos arrancados. Por escarpado que sea el camino se trata de impulsar la reactivación del movimiento obrero y popular al interior de Nicaragua, estrechar sus vínculos con el exilio y fortalecer un núcleo revolucionario sólido, a partir de nuestros camaradas de la LIS que conforman Alternativa Anticapitalista de Nicaragua. Esa batalla la estamos dando hombro a hombro, día a día.