Tal como está expresado en el documento sobre el tema aportado a este II Congreso Mundial, posiblemente estemos asistiendo a un tiempo histórico inédito, ya que el sistema capitalista, en una etapa de descomposición ecocida, pone a la civilización humana tal como la conocemos en un verdadero dilema de época. Las condiciones que hicieron posible la habitabilidad sobre el planeta están cuestionadas y amenazan con cambiar de forma difícilmente reversible, y a la vez, esa dialéctica que Marx denomina en El Capital “metabolismo entre la humanidad y la naturaleza”, está totalmente en crisis, fracturada. Por eso, el desafío enorme que afrontamos como socialistas es luchar por la destrucción del capitalismo a través de una profunda revolución social, que siente las bases para una transición de matriz productiva hacia una que tenga en cuenta los límites de los ecosistemas planetarios.
Para la izquierda se presenta la tarea de responder en el plano de la teoría y la política, del programa, de la orientación y de las tácticas de construcción militante, a un fenómeno inédito. Nuestras premisas son intervenir con firmeza en los principios y la estrategia, aunque con flexibilidad no-dogmática a la hora de interpretar problemáticas nuevas e interactuar con la vanguardia del sector. La LIS y sus secciones, deben darle importancia a este frente por varias razones:
- Porque el fenómeno objetivo de destrucción ecológica e impactos sociales, es mundial: no hay región del planeta exenta a las consecuencias de esta dinámica.
- El tema moviliza a sectores de vanguardia todavía, salvo en algunos países, con las llamadas huelgas climáticas que fueron multitudinarias. Sin embargo, por catástrofes humanitarias como los incendios en Australia o Sudamérica, las inundaciones en Pakistán y recientemente en Brasil, huracanes en el Caribe, olas de calor infernales e incluso, las pandemias como calamidad recurrente, la sensibilidad por estas cuestiones ha crecido en simpatía en franjas masivas de la población, y ya excede el carácter de preocupación limitada a pequeños nichos de especialistas y está localizada en la agenda política mundial.
- Porque hay una escalada de asesinatos a activistas socioambientales, a manos de fuerzas paraestatales, bandas privadas de terratenientes y grandes corporaciones. Solo en 2022 fueron asesinados 1733 luchadores/as: Brasil, Colombia, Filipinas, México y Honduras, encabezan la lista con más casos.
- Porque en el campo de la disputa ideológica la burguesía imperialista utiliza eventos de impacto internacional para instalar agenda, construir sentido común de masas y encubrir las responsabilidades del sistema capitalista en el ecocidio en curso. Así, la realización de las cumbres del clima (la COP que se realiza cada año en países diferentes), se han transformando en un punto de referencia para la realización de contra-cumbres del movimiento socioambiental. En 2025, Brasil será posiblemente sede de la COP 30 en Belém do Pará.
- La burguesía mundial ha registrado que el tema es urgente y de preocupación para su clase, no tanto por el futuro del planeta, como porque se transforma en un factor de alteración de sus negocios, suma contradicciones a la situación social y política polarizada, y profundiza la desconfianza en la política capitalista, sus Estados, regímenes, gobiernos, partidos y burocracias sindicales. Así, desde sus usinas de ideología falsa para construir sentido común de masas reformista, propagan todo tipo de relatos confusionistas. Incluso, en el propio campo de la izquierda y el activismo, se multiplican concepciones políticas que conducen a un camino de adaptación al statu quo o que alimentan expectativas en variantes que no cuestionan el régimen de propiedad capitalista, sus fronteras nacionales, la anarquía de la producción y el propósito anti-humano de la acumulación privada bajo las reglas del sistema. Por eso, la lucha ideológica es crucial por un programa transicional revolucionario frente a esta temática.
Por todo lo dicho, entonces, el II Congreso Mundial de la LIS resuelve:
1) Participar de las luchas y acciones que se den por estas problemáticas, con consignas y perfil propio en todos los países y regiones donde tengamos presencia como LIS. Esto incluye, además, tomar a escala internacional con consignas unificadas las acciones mundiales de unidad de acción que se convoquen.
2) Producir más elaboración teórico-política, y responder a los debates con artículos y publicaciones. Preparar material para cursos, talleres, seminarios y formación interna. Dar especial importancia, a desarrollar nuestra visión para el sector sobre el rol de la clase trabajadora en la lucha por la transición, la mecánica de la revolución social y la construcción de partido para la lucha por el poder político para reorganizar la sociedad sobre nuevas bases.
3) Incorporar la denuncia a los crímenes de activistas socioambientales y participar de las acciones que se realicen en los países donde existan organizaciones de la LIS.
4) Apoyar la iniciativa y firmar la convocatoria de la Contracumbre realizada por Revolución Socialista (sección brasileña de la LIS) junto con sindicatos, asociaciones y movimientos ambientalistas. La información sobre su organización, así como las fechas, se compartirá internacionalmente.
5) Donde tengamos la oportunidad y la fuerza, apostar a construir una tendencia o corriente orgánica revolucionaria al interior del movimiento socioambiental. Esto supone política específica para tratar de incidir en el rumbo del movimiento allí donde nos toque actuar, y a la vez, hacer agitación propagandística de nuestro programa de fondo, para reclutar.
6) Además de participar de eventos de debate, y encuentro nacionales y regionales que se organicen, para intervenir con nuestro programa, convocar a un 2° Encuentro Socioambiental Mundial de la LIS en el mes de junio, tomando como punto de referencia el primero que realizamos, cuyo balance fue muy positivo.