Reproducimos esta nota publicada en Alternativa Socialista, períodico del MST, con el compañero Alejandro Bodart, secretario general del MST en el Frente de Izquierda Unidad y precandidato a gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Le preguntamos sobre las perspectivas del país, la trascendencia política de nuestro reciente acuerdo con el Partido Obrero y el plenario abierto de la izquierda y los luchadores que ambas fuerzas convocamos para el sábado 17 de junio en la Plaza Congreso.
¿Cómo ves el panorama del país con el próximo gobierno?
Vamos a un país en donde la crisis sin duda va a pegar un salto, en donde el gobierno, sea el que sea quien finalmente termine triunfando, lo hará con muy pocas expectativas del movimiento de masas y va a tener que aplicar un plan de ajuste brutal, ir contra los salarios de los trabajadores estatales, contra las jubilaciones, contra los planes sociales, flexibilizar las condiciones de trabajo, una barbaridad. Todo eso para cumplir con las condiciones que impone el FMI, seguir pagando millones y millones de dólares de deuda externa y responder a los verdaderos dueños de la Argentina, que son los grandes grupos económicos nacionales y las corporaciones internacionales.
Como este ajuste no va a pasar sin represión, van a intentar recortar las libertades democráticas. Este tipo de ataque ya lo estamos viendo en muchas provincias, como ahora en Salta y Jujuy, en donde impulsan ordenanzas, leyes y hasta cambios constitucionales con el objetivo de multar, perseguir y prohibir la movilización popular. Van a intentar restringir el derecho de huelga y la protesta social.
Por lo tanto hará falta prepararse para esa perspectiva difícil y de allí la importancia de fortalecer a la izquierda, no sólo electoralmente sino sobre todo organizativamente, para poder responder frente a esa ofensiva reaccionaria que van a intentar aplicar y que trataremos de que no pase. Entonces, la perspectiva que vemos es hacia un nuevo Argentinazo similar o superior al de diciembre de 2001, es decir un nuevo proceso de movilización masiva, una rebelión frente a la pobreza y el ajuste sin fin, que termine poniendo en crisis al gobierno, los partidos del sistema y toda la institucionalidad de esta falsa democracia al servicio de los ricos.
¿Cuál es tu valoración política del acuerdo MST-PO?
El acuerdo entre el PO y el MST tiene una enorme importancia política. Se da sobre la base de coincidencias políticas de fondo con relación a la batalla que tenemos que dar para revertir una tendencia cada vez más electoralista del FIT Unidad. Y para tratar de transformar al frente en una herramienta no sólo para las elecciones, sino fundamentalmente para organizar la resistencia obrera, juvenil y popular a la contraofensiva capitalista reaccionaria que ya está en marcha y que se va a profundizar después de las elecciones de octubre.
Por eso hace falta un frente de izquierda que no sólo se reúna cada dos años para ver cómo participar de las elecciones, sino que actúe unido todos los días para pelearle los sindicatos a la burocracia, para apoyar a las organizaciones sociales que pelean contra el intento del Estado de estatizarlas, y contra el intento de la burguesía que quiere eliminar la ayuda social para forzar a un sector de la clase obrera a trabajar en condiciones de semiesclavitud. Un frente para apoyar a la juventud, a las luchas ambientalistas, a las mujeres y diversidades, a los jubilados que están en la lona, a todos los sectores populares que salen a defender sus derechos.
Pero el acuerdo MST-PO también es importante para contrarrestar una tendencia política muy peligrosa y que puede terminar liquidando al Frente de Izquierda Unidad. Me refiero al intento de hegemonizarlo por parte de una de las fuerzas integrantes, el PTS, y cambiar así la esencia del FIT-U que es un frente de unidad de partidos y no una herramienta alrededor de la cual un solo partido termine decidiendo candidatos y perfil, cuando incluso tenemos muchos matices con ese perfil que dicha fuerza viene levantando.
¿Qué importancia tiene la convocatoria al plenario del 17 de junio?
La importancia del plenario es estratégica, no solamente en esta coyuntura electoral, ya que nos permitiría evitar que haya dos listas en las PASO si del plenario participaran todos los integrantes del frente. Por esa vía, entre toda la militancia, los amigos del frente y aquellas organizaciones que sin ser parte apoyan el programa, se podría elegir la mejor fórmula, se podría discutir cuál es el perfil más adecuado y cuáles son los puntos fundamentales del programa del FIT Unidad para llevar adelante en el próximo período.
Pero el plenario abierto del 17 tiene una importancia que va más allá del plano electoral, ya que sería la forma de comenzar a organizar la enorme simpatía que tiene el frente y hacer que esas compañeras y compañeros luchadores que se acercan y nos rodean dejen de ser meramente observadores pasivos, que se convocan cada tanto cuando hay elecciones, para pasar a ser militantes activos de la organización y fortalecer así la estructuración social del frente en los distintos estamentos de la sociedad. Entonces no sólo tendremos cientos de miles de votos, sino que empezaremos a tener decenas y luego cientos de miles de militantes, que es la única forma de lograr que los cambios de fondo que nosotros proponemos se puedan llevar adelante y hacerse realidad en un futuro próximo.
En tu opinión, ¿cuáles son las perspectivas del FIT Unidad?
Estamos en un cruce de caminos en el Frente de Izquierda. Ha sido un enorme triunfo que haya reunido al grueso de la izquierda argentina y esto ha permitido que la izquierda se fortalezca en el último período. Pero estamos en un cruce de caminos, ya que el frente debe evolucionar y transformarse en una herramienta no sólo electoral sino en una alternativa en las calles para organizar ampliamente a la militancia, los activistas, los simpatizantes, para dar pelea en todos los terrenos contra las distintas opciones de la burguesía argentina en la perspectiva de un gobierno de los trabajadores y los sectores populares.
Si el frente no logra evolucionar puede retroceder. De hecho hay cierto estancamiento que está relacionado con este problema. Junto con eso, si se consolidara el hegemonismo de uno de sus partidos integrantes, basado esencialmente en un proyecto electoralista sin que tenga una relación directa con la estructuración real de esa fuerza en la clase obrera, en los sectores populares, en militancia organizada, podría llevar en algún momento a que el frente termine explotando.
Por eso es tan importante la pelea que estamos dando. En primer lugar para defender el FIT Unidad, para fortalecerlo como una opción de lucha. Porque nosotros estamos convencidos de que el frente no puede contentarse solamente con sacar un diputado por acá, otro diputado por allá… Tiene que ser una opción política para responder todos los días a las distintas coyunturas que sufre el país y en los distintos sectores de la sociedad, en la perspectiva de transformarse en una opción de gobierno.