Islandia, “¿A esto le llamas igualdad?”: Histórica huelga de las mujeres

El martes 24 de octubre las mujeres y las personas de género no binario islandesas realizaron una huelga bajo el lema “¿A esto le llamas igualdad?”. Fue convocada por decenas de organizaciones, entre ellas los principales sindicatos. Llamaron a las mujeres y a las personas de género no binario a dejar el trabajo y no realizar ninguna actividad doméstica. La movilización, la huelga y la unidad con los trabajadores marcan el camino a seguir. Que el patriarcado y el capitalismo caigan juntos.

Una repercusión sin precedentes

La huelga se hizo sentir con fuerza en los servicios públicos. En los centros escolares y hospitales, excepto las urgencias. En las bibliotecas y en los transportes que funcionaron con un esquema reducida. En las cadenas de radio y televisión públicas RÚV que interrumpieron sus emisiones. En la compañía aérea IcelandAir, que canceló varios vuelos ya que más de la mitad de la plantilla está integrada por mujeres trabajadoras que se sumaron a la huelga. Durante todo el día, hubo un llamado a que los hombres desarrollaran el trabajo no remunerado que a menudo recae en las mujeres.

También hubo una movilización masiva

Por la tarde en la capital, Reikiavik, hubo una multitudinaria concentración de en la que se manifestaron 100 mil personas. El movimiento fue tan poderoso que la primera ministra, la ecosocialista Katrín Jakobsdóttir y otras autoridades de gobiernos se mostraron solidarias con la jornada, suspendiendo reuniones y otras actividades agendadas.

Fue un hecho histórico

Más allá de que haya sucedido en un pequeño país insular europeo tiene una enorme trascendencia. En primer lugar, porque no fue simbólica, algo que igualmente hubiera sido para destacar. Duró un día completo y fue efectiva. Además, porque se hizo en uno de los países con mayor nivel y esperanza de vida del mundo. Lo cual prueba que la crisis del capitalismo y sus consecuencias se extienden por todo el planeta y que en el feminismo hay mar de fondo.

Leyes que son papel mojado

Desde el año 2018, Islandia se convirtió en el primer país en exigir a las empresas que demuestren que pagan equitativamente a sus empleados por ejercer las mismas funciones. Sin embargo, los sindicatos denuncian que las empresas no cumplen con la legislación, demostrando, una vez más, que el sostenimiento de este sistema capitalista patriarcal se basa en la reproducción de divisiones entre los oprimidos.

En este sentido Tatjana Latinovic, presidenta de la asociación islandesa de Derechos de las Mujeres ha sido contundente en sus declaraciones “un paraíso de la igualdad no debería tener una brecha salarial del 21% y un 40% de mujeres que sufran violencia sexual o de género a lo largo de su vida. Eso no es para lo que luchan las mujeres de todo el mundo”.

Para las mujeres inmigrantes, peor

Otro aspecto para tener en cuenta para entender la desigualdad salarial es quelo que son considerados empleos femeninos (limpiadoras, cuidadoras de ancianos, trabajadoras en guarderías) ahora son ocupados por mujeres extranjeras, porque es difícil encontrar personas que trabajen con los bajos salarios que ofrecen.Actualmente, las mujeres inmigrantes representan el 22% del mercado laboral femenino islandés, pero, según los sindicatos, su contribución en la sociedad no se ve reflejada en los salarios que estas mujeres reciben. En estos casos a la explotación se suma una opresión a dos bandas, por mujer y por inmigrante.

Desvalorización inaceptable

La desvalorización de la clase obrera adquiere una dimensión especial con la mujer trabajadora. Y esto no tiene fronteras. En palabras de Freyja Steingrímsdóttir, organizadora de la huelga y directora de comunicación de la Federación Islandesa de Trabajadores Públicos, «Las profesiones dirigidas por mujeres, como los servicios sanitarios y el cuidado de niños, siguen estando infravaloradas y mucho peor pagadas».

En el capitalismo, hasta lo más progresista es formal

Islandia es considerado uno de los países más avanzados en materia de igualdad de género y ha encabezado el índice de menor brecha de género del Foro Económico Mundial durante 14 años consecutivos. Pero en algunas industrias y profesiones, las mujeres ganan al menos un 20% menos que los hombres islandeses. Además, el 40% de las mujeres sufre violencia de género y sexual a lo largo de su vida, según un estudio de la Universidad de Islandia. «Queremos llamar la atención sobre el hecho de que se nos llama paraíso de la igualdad, pero sigue habiendo disparidades de género y una necesidad urgente de actuar», declaró Steingrímsdóttir.

Hagámonos valer nuestros reclamos

Las mujeres somos más de la mitad de la población mundial , como parte de la clase trabajadora, también somos las que movemos el mundo. Pero debemos dejar de ser explotadas como la fuerza de trabajo más barata para sostener este sistema desigual.

Según las estadísticas, alrededor de 2.400 millones de mujeres en edad de trabajar no tienen igualdad de oportunidades económicas, y 178 países continúan con barreras legales que les impiden participar plenamente en la economía. En tanto que, en 86 países, las mujeres enfrentamos algún tipo de restricción laboral, y un total de 95 países no garantizan la igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor.

Un ejemplo para imitar

Cuando la ONU declaró en 1975 como “Año de la Mujer”, las mujeres islandesas fueron vanguardia en realizar una huelga para visibilizar su papel en la sociedad, especialmente el trabajo doméstico no remunerado y la exigencia de mayor representación política. Casi 50 años después, vuelven a dar un ejemplo de lucha que tenemos que imitar en todo el mundo hasta que el capitalismo y el patriarcado caigan juntos.