Javier Milei, presidente de la República Argentina desde el 10 de diciembre de 2023, ya está desplegando sus políticas populistas y de extrema derecha, que suponen graves amenazas para la democracia y los derechos fundamentales de los ciudadanos en Argentina, empezando por los de los trabajadores y las trabajadoras.
A finales de diciembre, el presidente argentino presentó el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) y la Ley Ómnibus, que atacan más de 300 disposiciones que afectan a la base de los derechos individuales y colectivos. Estas medidas cuestionan los fundamentos democráticos del país, rompen con la separación de poderes y violan la Constitución argentina. El decreto también pretende desmantelar los servicios públicos y la protección social, con el despido ya de miles de funcionarios argentinos, e implantar una austeridad que devastará el modelo social argentino y los derechos e intereses de los trabajadores y las trabajadoras de Argentina.
Al mismo tiempo, el gobierno publicó rápidamente un protocolo destinado a criminalizar la protesta social, en particular permitiendo el uso indiscriminado de la represión estatal contra todas las formas de lucha, especialmente las de los trabajadores y las trabajadoras.
De hecho, los trabajadores y las trabajadoras están en primera línea cuando se trata de estas reformas, que incluyen la voluntad de eliminar la justicia laboral, el menoscabo de la libertad sindical y del derecho a afiliarse o no a un sindicato, el refuerzo de las prerrogativas de los empresarios para reprimir diariamente la actividad sindical, la introducción de un periodo de prueba de 10 meses, la eliminación en práctica del derecho de huelga y la supresión del derecho a indemnización por despido sin causa real y grave.
Estas medidas también incluyen el desmantelamiento de las normas medioambientales y la entrega de la soberanía sobre los recursos naturales y la tierra del país a los desiderata del capital internacional.
La política de Milei atestigua la naturaleza profunda de la extrema derecha, un peligro mortal para el mundo del trabajo, para los servicios públicos y para el medio ambiente, y un desprecio por los principios democráticos más elementales.
Nuestras organizaciones sindicales CFDT, CGT, FO, FSU, UNSA y Solidaires expresan su más profunda preocupación por esta ofensiva contra las conquistas de varias décadas de luchas sociales y sindicales en Argentina.
Expresamos nuestra plena solidaridad con los trabajadores y trabajadoras de Argentina, y en particular con las confederaciones sindicales CGT-RA, CTA-T y CTA-A. Los apoyamos incondicionalmente en el proceso de lucha que han emprendido para enfrentar las políticas mortíferas de Milei y su gobierno.
En particular, apoyamos la convocatoria de huelga nacional para el 24 de enero por parte de las tres centrales sindicales del país. Exigen el respeto del funcionamiento democrático del país y de su Constitución, así como la retirada de las leyes que vulneran innumerables derechos fundamentales, empezando por los convenios de la OIT que el país ha ratificado.
Nuestras organizaciones sindicales CFDT, CGT, FO, FSU, UNSA y Solidaires convocan una concentración el miércoles 24 de enero a las 18h frente a la embajada argentina para manifestar nuestra solidaridad con los trabajadores, las trabajadoras y los sindicatos que luchan por defender sus derechos y la democracia.
Concentración de solidaridad ante la embajada argentina el 24 de enero a las 18.00h en la esquina de la rue Cimarosa y la avenue Kleber, 75016, París
Metro 6: Boissière