La capital alemana no ha sobrevivido inmune a sus terceras elecciones en cuatro años. Si bien a grandes rasgos el Bundestag no altera su composición, sólo se reduce en un diputado, los resultados arrojan una derrota para el gobierno del semáforo. Todos los partidos de la oposición en el Bundestag, desde la CDU, la AfD hasta la Izquierda lograron avances, mientras que dos de los socios de la coalición semáforo sufrieron pérdidas significativas. El SPD bajó 7,8 puntos porcentuales y el secretario general del FDP debe dejar su puesto en el Parlamento.
Por Carolina Menéndez Trucco
En un contexto de creciente movilización y masivas marchas contra el ascenso de la ultraderecha, los resultados en Berlín podrían ser una llamada de atención para la coalición de gobierno que lidera el socialdemócrata Olaf Scholz con el apoyo de verdes y liberales. Perdió el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) y el Partido Democrático Libre (FDP) y ganó la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU) y la Alternativa para Alternativa (AfD) en la repetición electoral. ¿Una señal de advertencia para el futuro de Alemania? El golpe en especial para dos de los socios de la coalición semáforo, no sólo pone de manifiesto el descontento con el gobierno y el malestar que impulsó a las calles a cientos de miles en las últimas semanas, también a modo de anticipo los posibles resultados para la derecha y la ultraderecha en las próximas elecciones a nivel federal. La política de austeridad y antimigratoria del gabinete Scholz no hizo más que enfriar las urnas, y la participación ciudadana fue la que terminó definiendo el juego. Debido a la baja participación de prácticamente el 50%, el estado de Berlín perdió cuatro mandatos y ahora sólo estará representado por 25 políticos en el Bundestag.
La tercera es la vencida. Medio millón o uno de cada siete berlineses fueron nuevamente convocados a las urnas. La capital se ha visto obligada a repetir el domingo 11 las elecciones federales celebras hace dos años y medio por una serie de irregularidades en 455 distritos electorales. Largas filas, escasez de cabinas electorales y falta de papeletas, entre otros percances que hicieron que miles de personas no pudieran ejercer su derecho de sufragio, llevaron al Tribunal Constitucional Federal a ordenar la repetición parcial. Pero no por primera vez, Berlín ya había repetido las elecciones estatales el 12 de febrero de 2023, también por irregularidades que dieron como resultado un cambio de alcalde y de coalición de gobierno. En esta oportunidad, si bien estaba claro que el tablero no iba a cambiar demasiado, ya que sólo una quinta parte de los colegios electorales podría sufrir un impacto, los números terminaron reflejando la realidad.
Los resultados
La derecha y la ultraderecha los grandes ganadores. La CDU subió 6,9% y la AfD un 5,6%. Los socialdemócratas bajaron 7,8 puntos porcentuales, mientras que los liberales perdieron dos tercios de su porcentaje de votos. El grupo parlamentario del FDP además perdió un escaño en el Bundestag sin reemplazo. El director del FDP berlinés, Lars Lindemann, tiene que renunciar a su mandato tras las nuevas elecciones. Los Verdes, el único socio de la coalición ligeramente favorecido por la repetición, llegó al 27,7% mejorando su resultado en 0,5%. La izquierda berlinesa paradójicamente mejoró 0,1% en la repetición parcial de las elecciones federales de 2021; pero como el partido obtuvo menos votos por la menor participación ciudadana, el miembro del Bundestag Pascal Meiser debe renunciar al escaño parlamentario que ganó en 2021.
Por otro lado, la política de izquierda de Hesse, Christine Buchholz, ganó un mandato en el Bundestag; sin embargo, no quiso aceptarlo por sus diferencias con la línea política de Die Linke y de su grupo parlamentario. Jörg Cezanne ocupará su lugar en el Parlamento. Una votación atípica. Sólo se permitió presentarse a las elecciones a los partidos y candidatos que ya habían participado en las elecciones federales ordinarias de 2021. En las papeletas no figuraban ni la recién fundada Alianza Sahra Wagenknecht (BSW) ni la unión de valores fundada por el ex jefe de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, Hans-Georg Maaßen. Pero al tono de alarma por los resultados generales, se le sumó un hecho preocupante: que la diputada Birgit Malsack-Winkemann, sospechosa de golpe de Estado, se haya presentado como candidata a la AfD mientras estaba bajo custodia e incluso haya podido mejorar su resultado en 2021.
En suma, las minielecciones federales de Berlín no cambiaron demasiado el tablero de juegos, pero podrían ser un anticipo de lo que se viene y sin dudas un reflejo del descontento social y el temor de un posible cambio de régimen. Si bien no hubo modificaciones en los doce mandatos directos del Bundestag que están en juego en la capital y el parlamento se redujo en un escaño a sólo 735 miembros, el ascenso de los partidos extremistas es lamentablemente un hecho y se reflejó en las urnas. El gobierno socialdemócrata junto a sus socios con sus políticas de continuos ataques a los inmigrantes y recortes sociales no hace más que fortalecer la misma línea de la CDU y la AfD. Por ello mismo, la vía para combatir el temido ascenso de la derecha y la ultraderecha es la lucha por una verdadera alternativa socialista, fortaleciendo las direcciones revolucionarias, al igual que las movilizaciones, como bien lo han demostrado las más de un millón y medio de personas resistiendo en las calles en las últimas semanas.