Por Verónica O’Kelly, dirección nacional de Revolución Socialista y la LIS (Liga Internacional Socialista)
Las elecciones municipales brasileñas tienen lugar en un contexto internacional turbulento. Las fricciones y tensiones crecen en diferentes partes del mundo, con Palestina y Líbano en el centro de los ataques del sionismo y el imperialismo que avanza en el proyecto genocida contra el pueblo árabe. Mientras la crisis capitalista crece, la burguesía brasileña aumenta la presión para que el gobierno de Lula se apegue al pacto de ajuste fiscal y austeridad que garantiza el mantenimiento de sus ganancias.
Así, aún en campaña, el presidente se niega a dar aumentos salariales a los servidores públicos, mantiene la negativa a la convocatoria a concursos en las diversas áreas y empresas estatales federales y, evidentemente, aplica ajustes a los presupuestos de salud, educación y asistencia social. Además, aunque con un discurso «verde», el gobierno de Lula ve el país en llamas y niega cualquier política que ponga límites al agronegocio y a la industria extractiva.
Lo cierto es que ni siquiera la necesidad de ganar votos saca al gobierno del pacto de gobernabilidad con el capital. De esta manera, el Marco Fiscal (Techo de Gasto 2.0), políticas que favorecen al agronegocio, a los extractivistas y a los banqueros, son el sello distintivo de este gobierno.
Sin una izquierda radical, la extrema derecha solo crece y se renueva
Por lo tanto, estas elecciones no traen grandes noticias a favor del pueblo trabajador. Los proyectos políticos que están en disputa para gobernar las ciudades de Brasil representan más de lo mismo y de eso se alimenta la extrema derecha. La ausencia de una alternativa política de izquierda radical alienta a los partidos y a diversos personajes que emergen como portavoces de una extrema derecha renovada y aún más agresiva, como es el caso de Pablo Marçal en São Paulo.
En São Paulo, la fórmula Boulos-Marta encabeza una campaña con la marca del PT. A partir del eje con el lema «Amor por São Paulo», las intervenciones de Boulos en los debates y el programa que habla de aumentar la GCM (policía municipal), más escuelas de Educación Integral (política que es fuertemente resistida por la vanguardia y el activismo sindical de la categoría de docentes), entre otras propuestas que no se alejan de los programas típicos de la vieja política.
El PSOL y Boulos pierden una importante oportunidad para levantar el programa que el partido ya ha construido y defendido, como es el caso de la defensa de las condiciones laborales de la función pública, llamado a concurso público, y acabar con la actividad del sector privado en políticas y servicios públicos con la bandera contra las privatizaciones. Es un gran error no hablar de la necesidad de derogar la Nueva Escuela Secundaria, no luchar por el Aborto Legal y la legalización de las drogas. Así como dejar de hablar de la urgencia de generar trabajo, cotas para la población negra, LGBTQIA+ y todas las políticas a favor de atender las demandas urgentes del pueblo pobre y trabajador. En definitiva, esta campaña electoral está muy por debajo de lo que necesitamos para tirar a Nunes y Marcial de la disputa electoral.
Incluso cuando se le pide que se pronuncie sobre temas más amplios, como la legalización de las drogas, Boulos se retira de sus posiciones y de las propias posiciones históricas del PSOL para mantener un discurso aceptable para los sectores más reaccionarios de la sociedad. Así afirmó en una entrevista en agosto que, en el caso de las drogas, su «posición no es la legalización, es el rescate»; o cuando se ha alejado, desde el año pasado, de posicionarse a favor del pueblo palestino en resistencia contra los ataques del Estado de Israel. Las elecciones municipales, por supuesto, conciernen a la legislación municipal, pero Boulos, al rebajar cada vez más su discurso, demuestra que ve las elecciones como un fin en sí mismo, sin horizonte de intervención política y transformación radical de la sociedad.
Vote 50 y fortalezca las candidaturas a concejal de la izquierda independiente
El PSOL, lamentablemente, ha avanzado en el proyecto de liquidar el programa fundacional y asimilarse a los partidos políticos de izquierda del régimen. En estas elecciones esto está más presente que nunca y es así como tenemos a Edmilson Rodrigues, el único intendente del PSOL en el país, candidato a la reelección en Belém, siendo evaluado como el peor intendente del país. O la negativa de presentar candidatura, como es el caso de Natal.
Así, nuestro llamado a votar por Boulos o Edmilson va de la mano con el llamado a fortalecer y votar por las candidaturas a concejales de la Revolución Socialista, que no bajan el programa independiente y socialista. Marcando los problemas de candidaturas que equivocadamente decidieron adaptarse al programa del frente amplio. De esta manera, vemos la importancia de derrotar electoralmente a los representantes de la extrema derecha en la ciudad, apoyamos a Boulos y Edmilson y llamamos a mantener las movilizaciones en las calles para enfrentar las políticas contra el pueblo.
Es por ello que, hoy más que nunca, es imprescindible elegir concejales con propuestas combativas, que no tengan miedo de defender un programa radical a favor de los derechos conquistados y vayan por más. Candidatos de la clase trabajadora, socialistas y revolucionarios que ponen su nombre al servicio de la representación de los trabajadores y los pobres en las Cámaras Municipales. Como es el caso de nuestra valiente compañera Silvia Letícia y su Mandato Colectivo que insiste en decir alto y claro que no tiene un intendente favorito y, sin importar quién esté en el gobierno, siempre estará del lado correcto de la historia, del lado de la lucha de los trabajadores y de cada persona que sufre la opresión del sistema capitalista.
La reelección del Mandato Colectivo de la profesora Silvia Letícia en Belém de Pará es una tarea de primer orden y por eso llamamos a votar y a fortalecerse en estos últimos días de campaña. Así como fortalecer todas las candidaturas de la Revolución Socialista en Brasil, candidaturas que se ponen al servicio de la construcción de una alternativa política de izquierda, anticapitalista y socialista más allá de las elecciones.
Luego del 6 de octubre, esta tarea queda pendiente, manteniendo la lucha contra las políticas antiobreras de los gobiernos de frente amplio, así como la lucha contra el avance de la extrema derecha que pretende acabar con todos los derechos conquistados. Nos preparamos para eso, por eso militamos y construimos la Revolución Socialista en Brasil y la Liga Internacional Socialista en el mundo. Ven con nosotros.