Por corresponsal en Río de Janeiro
Los días 30 y 31 de octubre, un Jurado Popular condenó a los asesinos de la concejala Marielle Franco y de su chofer Anderson Gomes. Ronnie Lessa fue condenado a 78 años y 9 meses de prisión. Élcio de Queiroz recibió 59 años y 8 meses de prisión. Se han beneficiado de una reducción de la pena en virtud del acuerdo alcanzado. Así, Lessa cumplirá un máximo de 12 años en régimen cerrado y Queiroz, 18.
Estas condenas son un paso importante en la lucha por la justicia, aunque aún no se ha juzgado a los autores intelectuales de este horrendo crimen. Sabemos que es difícil, porque es una lucha contra una poderosa red de corrupción y crimen organizado. Sabemos que la «justicia» poco mira y atiende a los trabajadores y sectores populares, menos aún cuando se trata de mujeres, negros, LGBTQ+ y favelados. Pero también sabemos que no descansaremos hasta poner fin a esta guerra que mata a uno de los nuestros cada día en las periferias de Brasil.
Hoy celebramos estas condenas porque fueron el producto de nuestra lucha. Una lucha que ha trascendido fronteras y se ha convertido en un símbolo internacional de resistencia y lucha por nuestros derechos y nuestras vidas. Pero no nos detendremos aquí, seguiremos luchando, sin descanso, hasta que esta guerra haya terminado y hayamos vencido.
Marielle y Anderson fueron asesinados por un sistema podrido de corrupción al servicio del crimen organizado. Un sistema miliciano que quiere someternos a sus reglas de desigualdad, injusticia y muerte. Es el sistema capitalista decadente que se pudre día tras día.
Pero, como dijo Marielle, «no me callarán», nosotros decimos, «no nos callarán» y ¡seguiremos luchando y exigiendo justicia para Marielle y Anderson!