Por Wladimir Susanj, La Commune
El sábado 30 de mayo, en Maubeuge, una ciudad activa con 30.000 habitantes en el norte de Francia, tuvo lugar la manifestación más importante desde la aparición del Covid.
Al llamado de la Intersindical de la fábrica MCA, una filial del grupo Renault, que emplea a 2.100 obreros y 1.000 contratados, unos 8.000 manifestantes, trabajadores, empleados, activistas sindicales, ciudadanos comunes, representantes políticos, marcharon a pesar de la prohibición vigente de reunión de más de 10 personas, entre la planta y el Municipalidad para decir No al cierre de la fábrica, que la dirección del grupo Renault planea «fusionar» con la de Douai, ubicada a más de 70 kilómetros.
Esta respuesta de los trabajadores y la población sigue al anuncio de Renault de un plan de reestructuración y ahorro de 2 mil millones de euros en tras años que prevé recortar 15.000 empleos en todo el mundo, incluyendo 4.600 en Francia. Esto corresponde a la destrucción de casi el 10% de los empleos en el grupo, que tiene 180.000 empleados. Cinco sitios de producción están directamente afectados: Caudan, Choisy-le-Roi, Dieppe, Flins y Maubeuge.
Si Emmanuel Macron anunció el 26 de mayo un «plan histórico» dotado de 8 mil millones de euros de apoyo para el sector industrial del automóvil, incluidos 5 mil millones de euros de préstamos garantizados por el Estado a Renault; si Macron dijo que su plan estaba esencialmente destinado a «defender los empleos», hay que señalar que el ministro de Economía Le Maire declaró de inmediato que el gobierno no se opondría a los cierres de plantas que el grupo decidiría.
En última instancia, si el Estado apoya sin retaceos a grandes grupos industriales, “sostiene” a los trabajadores como la soga sostiene al ahorcado.
Esta manifestación marca el comienzo de la crisis social que sacudirá a Francia en las próximas semanas y meses. De hecho, las estimaciones prevén para 2020 un aumento de 1 a 2 millones en el número de desempleados.
Los trabajadores de MCA Maubeuge lo saben bien. Nos muestran el camino, el único posible, el de la lucha de clases, la lucha contra el capitalismo, contra el empobrecimiento, el desempleo y la miseria.
Más que nunca, la consigna de prohibir los despidos y la expropiación-nacionalización de las empresas adquiere su pleno sentido.
Viva a la lucha de los trabajadores de MCA!