Los enfrentamientos políticos, económicos y militares entre Rusia y Ucrania se siguen agudizando.
Una flotilla de acorazados ucraniana intentó llegar al mar de Azov cuando fue interceptada y capturada por la fuerza naval rusa frente a Crimea, anexionada en 2014 por el Kremlin.1 Luego Rusia cerró el estrecho de Kerch, Kiev respondió pidiendo la ayuda de la OTAN y declarando la Ley Marcial. La posibilidad de una escalada militar está latente. Ante los hechos, transcribimos la declaración recibida por Anticapitalistas en Red de Oleg Vernik, Presidente del Sindicato Ucraniano “Zakhyst Pratsi”, fechada el 29.11.2018:
“El 29 de noviembre de 2018, la Rada Suprema de Ucrania votó por la imposición de la ley marcial en 10 provincias de Ucrania que tienen frontera con la Federación de Rusia y la no reconocida República Moldava Transnistriana. Precisamente en estas regiones de Ucrania se concentra su potencial industrial y está presente el movimiento obrero y sindical más poderoso.
La imposición de la ley marcial pone bajo amenaza a toda una gama de derechos y libertades democráticas de los ciudadanos ucranianos. En particular, se trata del derecho de huelga y el de organizar acciones callejeras. Mientras los letrados ucranianos discuten sobre los matices de la ley marcial en Ucrania ¡el movimiento obrero está tocando la campana de alarma!
Sorprende la total coordinación y sincronización de las acciones del imperialismo ruso de Vladimir Putin con el régimen pro-OTAN de Petro Poroshenko. En el momento, cuando las encuestas de Poroshenko en vísperas de las elecciones presidenciales del año 2019 ha caído como nunca, su homólogo ruso, Vladimir Putin, ha acudido en su ayuda. Esta provocación fue no sólo hábilmente inspirada, sino que también orquestada brillantemente por ambas partes: Rusia y Ucrania.
Por supuesto, tanto el imperialismo europeo como el imperialismo yanqui le concedieron todo su apoyo al lado ucraniano en este extraño conflicto. Estados Unidos aún no han decidido quién será su propio candidato para la presidencia de Ucrania, por lo que el apoyo a Poroshenko para ellos encaja lógicamente en el cauce de lograr su objetivo principal: obtener el control total sobre Ucrania. Poroshenko ya desde hace mucho no desempeña un papel independiente en la política ucraniana y es sólo un apéndice para la implementación del control externo de Ucrania.
Como vemos, todos los imperialismos del mundo, tanto los viejos como los recién formados, están satisfechos del desarrollo de la situación y están tratando de sacarle el máximo provecho. Al mismo tiempo, los destacamentos de la clase obrera de Ucrania y Rusia aún no han pronunciado sus palabras decisivas. La clase obrera internacional debe tratar de transformar cualquier conflicto inter imperialista en un conflicto de clase.
Sólo la solidaridad antiimperialista obrera puede y debe ser nuestra respuesta a este conflicto. ¡Sólo nuestra lucha contra el imperialismo de Vladimir Putin y el presidente oligárquico de Ucrania, Petro Poroshenko, nos abrirá el camino al poder democrático de los trabajadores!
Llamamos a:
- Los trabajadores de Ucrania y Rusia: ¡Ningún apoyo a la política fratricida de Putin y Poroshenko!
- Los trabajadores de Ucrania y Rusia: ¡Exigimos la retirada inmediata de las tropas rusas de Crimea y el aseguramiento de la expresión democrática real de la voluntad de los crimeanos!
- Los trabajadores de Ucrania y Rusia: ¡Está sólo en nuestras manos el poder detener el conflicto armado y lograr la paz entre nuestros pueblos!
- Los trabajadores de Ucrania y Rusia: ¡Digamos nuestro “¡NO!” multitudinario a las agresiones imperialistas y al sistema capitalista!”
1. https://elpais.com/internacional/2018/11/25/actualidad/1543165795_906756.html