El Estado de Israel y Estados Unidos son los principales responsables de la creciente espiral bélica en Medio Oriente. Hay que derrotarlos porque llevan la región hacia el abismo.
Por Rubén Tzanoff
La nota “Siria: nuevas autoridades, ataques israelíes y más tensiones regionales”, publicada el 28 de abril, anticipó lo que días después se ha transformado en una escalada de enfrentamientos sectarios, agresiones cruzadas, disputas territoriales e incertidumbre geopolítica.
Ataques israelíes en Damasco
El 2 de mayo, Israel efectuó un ataque aéreo cerca del Palacio del Pueblo en Damasco, sede del nuevo gobierno sirio de la Organización para la Liberación del Levante (HTS). Según Benjamín Netanyahu y el ministro de Defensa, Israel Katz, fue un “mensaje claro” al régimen sirio por su despliegue militar hacia el sur de la capital y su conflictiva relación con la comunidad drusa.
Siria denunció la agresión como una flagrante violación de su soberanía, acusando a Israel de fomentar el caos en la región. Turquía también expresó su preocupación por la escalada, y Azerbaiyán propuso actuar como mediador para evitar un choque directo en suelo sirio

Los drusos en Siria e Israel
La comunidad drusa en Siria está dividida. Algunos sectores defienden la permanencia en una Siria unificada, mientras otros valoran una posible autonomía o incluso la anexión a Israel, que siguiendo su lógica de expansión de influencia territorial, se ha ofrecido a «proteger a los drusos sirios», principalmente en la zona montañosa de Sueida y el suburbio damasceno de Jarama. Los drusos que residen en Israel fueron asimilados al Estado y, a diferencia de otras comunidades árabes, forman parte del ejército sionista. 1

Misil lanzado por los hutíes de Yemen
La creciente internacionalización del conflicto tuvo un nuevo capítulo el 4 de mayo, cuando los hutíes de Yemen lanzaron un misil que impactó cerca del aeropuerto Ben Gurión, en Tel Aviv. El ataque dejó seis heridos y expuso nuevamente las fallas del escudo antimisiles. Los rebeldes hutíes afirmaron que buscan imponer un bloqueo aéreo a Israel, en represalia por sus operaciones en Gaza y con este movimiento han reaparecido como un actor activo en la confrontación regional.

Plan de ocupación de Gaza
El gobierno de Netanyahu aprobó un plan para avanzar en la ocupación de Palestina, pasando de las incursiones puntuales a una presencia constante.
Algunos de los sionistas que integran el gabinete la han criticado, preocupados únicamente por los 59 rehenes que conserva Hamas. Como muestra de las brutales opiniones dominantes, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, -un colono con poder de decisión en Cisjordania ocupada– dijo en una conferencia organizada por el semanario Besheva, que los israelíes “dejaremos de temerle a la palabra ocupación” y que “no habrá retirada de los territorios que conquistemos, ni siquiera a cambio de rehenes”, “Una vez que ocupemos y permanezcamos [en Gaza], podremos hablar de soberanía”, el habitual eufemismo que usan cuando se refieren a la instalación de asentamientos de colonos.
Además, los genocidas implementarán un nuevo sistema para dificultar la distribución de ayuda humanitaria con fuerte control militar a través de
contratistas y limitado a 60 camiones diarios.

El sionismo es genocidio, limpieza étnica y colonialismo
El ataque israelí contra Gaza, iniciado tras la operación de Hamas y la toma de rehenes, no fue solo una respuesta militar contra la organización islamista: con su ejecución se ha desplegado la histórica y sistemática voluntad de despoblar Palestina de árabes, destruir hogares, arrasar comunidades y desplazar o exterminar a miles de personas, con el aval incondicional del imperialismo estadounidense para el cual cumple el rol de gendarme de los pueblos árabes.
Esto no tiene nada que ver con “defenderse” porque son “víctimas” la flagrante mentira detrás de la cual se esconde el reinicio del genocidio y la limpieza étnica para avanzar en la conquista territorial. La agresividad sionista no se limita a Palestina. Con distintos grados de intensidad, Israel ha atacado o amenazado a Siria, Líbano, Yemen, Irán y Turquía. Irán y Turquía, potencias regionales con regímenes autoritarios e islamistas, también están bajo presión constante del eje imperialista y sionista. La lógica colonialista y expansionista del sionismo se exhibe hoy sin disimulos, la región sufre las consecuencias.
Por una salida socialista
La gravedad de los acontecimientos hace indispensable multiplicar el impulso a la movilización mundial en solidaridad con Palestina, con independencia de la política de la organización islamista de Hamas de la cual nos separan grandes diferencias.
El Estado de Israel es una institucionalidad con características fascistas a la que se suma la limpieza étnica contra los árabes. Es una agresión racial planificada que evoca a las páginas más oscuras de la humanidad escritas por el régimen nazi contra el pueblo judío.
El Estado genocida cuenta con el apoyo del imperialismo norteamericano que con Donald Trump al comando, quiere hacer de Gaza un destino turístico internacional. La única salida para una paz verdadera pasa por la derrota del Estado de Israel y la injerencia imperialista, y la creación de una Palestina única, laica, no racista, democrática y socialista. y La paz, los derechos democráticos y sociales para los trabajadores y los pueblos sólo se abrirán camino con la revolución socialista en Medio Oriente.
1- Desde 1957, el Estado de Israel ha forjado una identidad drusa separada de la árabe en todos los ámbitos sociales. La Ley del Estado-nación judío de2018, institucionalizó el estatus de los drusos como ciudadanos de segunda clase, limitando el acceso a servicios, derechos de planificación urbana y representación política.




