Así transcurre un día en uno de los barcos de la Global Sumud Flotilla (GSF).

Por Flor Salgueiro

La formación de un marinero costero, la más básica, requiere unas semanas de cursos de seguridad marítima y embarco. La tripulación de cada barco de la GSF ya tiene experiencia, pero muchos activistas recibieron una preparación elemental que fortalecen día a día a bordo.

Esto evidencia el compromiso de la GSF y la urgencia de llegar ante la dramática situación en Gaza. El asedio sionista es total: bombardeos aéreos, tanques avanzando por tierra, hospitales destruidos, miles de asesinatos y hambruna causada por el bloqueo a la ayuda humanitaria. Es genocidio. El éxodo forzado de los gazatíes evoca la Nakba. Es limpieza étnica.

La deshumanización impuesta por el sionismo quedará en la historia como barbarie, comparable sólo a la perpetrada por los nazis contra el pueblo judío.

Los activistas ignoran si las fuerzas israelíes bloquearán su llegada, los atacarán o encarcelarán. Pero se preparan cada día para afrontar las consecuencias de intentar romper el bloqueo humanitario.

La partida de Barcelona, el 31 de agosto, ha incorporado a la rutina diaria de muchas personas el seguimiento de lo que sucede a diario en los barcos, con inquietudes sobre cómo viven, cómo se organizan, qué hacen, cuándo llegarán a Gaza y otras.

El testimonio de nuestra compañera Cele es ilustrativo de cómo es una jornada del «Adara» en alta mar:

“¿Cómo es un día navegando por el Mediterráneo? La verdad es que los días se confunden con las noches: hay vigilancia de navegación permanente, las 24 horas del día, sin descanso. A las 05:30 ya estamos en pie para preparar el desayuno. Trabajamos en grupos rotativos: dos o tres compañeros cocinan para los 22 que integramos la tripulación del “Adara”, y yo participo en esos turnos de cocina. También hay otros turnos para mantener el orden y la limpieza en el barco. Las dificultades, la convivencia y el hecho de compartir un objetivo común nos están fortaleciendo como grupo.

Activistas del “Adara”

Los horarios son bastante estrictos y se combinan con reuniones de coordinación en las que se informa sobre el avance de la navegación, el rumbo previsto y las condiciones del tiempo en el mar. También compartimos las últimas noticias de Gaza, porque la misión de la flotilla es denunciar el genocidio y romper el bloqueo a la ayuda humanitaria. El almuerzo está fijado para las 13:00; desde las 15:00, por lo general realizamos ejercicios de entrenamiento para prepararnos ante los distintos escenarios posibles.

Por la tarde-noche cenamos hacia las 20:00, y entre las 21:00 y las 21:30 la mayoría ya duerme y apagamos las luces, porque comienzan las guardias nocturnas. En ellas realizamos tareas de control general, estamos atentos a la posición de los demás barcos y vigilamos el cielo por sí aparecen drones, ya que en Túnez atacaron dos naves y los hemos visto siguiendo a la flotilla.

Cuando el mar está tranquilo, aprovechamos para hacer algunas actividades o leer. La rotación de tareas es clave para mantenernos alerta y, al mismo tiempo, recuperar fuerzas con el descanso.

Como imaginarás, las comodidades son mínimas: muchos dormimos en cubierta para disminuir el efecto de los mareos y ducharse es casi simbólico, ya que el agua dulce a bordo es un recurso escaso y vital.

Me siento conforme con lo que hacemos, consciente de que nuestro esfuerzo ni se compara con el de cada palestino que lucha por sobrevivir día a día en condiciones inhumanas. También siento el apoyo constante de mis seres queridos y el aliento de los compañeros del MST y de la LIS cada vez que las comunicaciones lo permiten.

Quiero destacar la paciencia ante los problemas y la solidaridad del “Adara”, que por segunda vez en este viaje remolcó al “Catalina” aunque ya no lo hace.

Remolcando a otra embarcación.

Subrayo esto porque nuestro barco es una goleta1 que avanza a entre tres y cinco nudos2 con las velas izadas (aproximadamente 6 a 10 km/h) entonces el remolque redujo la velocidad y exigió un mayor esfuerzo a toda la tripulación.

Desde que zarpamos por primera vez, la flotilla creció con la incorporación de barcos procedentes de Italia, y se sumarán otros desde Grecia. Cuando falten cuatro días para llegar a Gaza, la tensión aumentará. No sabemos qué puede ocurrir frente a las amenazas. Sea como sea, esperamos llegar a Gaza en siete días y romper el bloqueo a la ayuda humanitaria”.

Esta realidad no tiene nada que ver con la campaña orquestada por el sionismo en las redes sociales, con el falso relato sobre un grupo de “terroristas” que “amenaza a la seguridad” paseando por el Mediterráneo.

Con la flotilla en el mar y con quienes se movilizan en tierra, se escucha con más fuerza: ¡Detengamos el genocidio en Palestina! ¡Rompamos el bloque a la ayuda humanitaria! ¡Protejamos a la flotilla!

1.- Goleta: Velero de dos o más mástiles, usado tradicionalmente para travesías largas.

2- Nudo: Unidad de velocidad marítima; equivale a 1,85 km/h.

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Puedes seguir la información de la Flotilla en este enlace: 
Rumbo a Gaza: la GSF en tiempo real