Las movilizaciones por justicia social y contra el autoritarismo. sacuden Marruecos La represión del régimen monárquico ha causado muertos, heridos y presos. La juventud de la “Generación Z” aparece como protagonista de un proceso que está en curso. Cada explosión en el Magreb retrotrae la memoria a la “Primavera Árabe” y, en consecuencias, a las conclusiones que dejó.
Por Chaiaa Ahmed Baba y Flor Salgueiro
Crisis económica y autoritarismo
Desde hace años el Reino de Marruecos provoca crecientes desigualdades económicas y sociales: desempleo superior al 37 % entre jóvenes, precariedad laboral y costos de vida que devoran los humildes ingresos. En los barrios hay pobreza extrema y los servicios públicos como salud y educación están estructuralmente deteriorados por la desinversión.

Despropósito monárquico capitalista
Mientras el pueblo apenas sobrevive, Mohamed VI dilapida las arcas públicas para maquillar la autoritaria cara del régimen, construyendo nuevos estadios para el Mundial de Fútbol 2030 y renovando instalaciones que le auguran grandes negocios.
Los privilegiados le dan la espalda al drama social y viven en su mundo de lujo. Tal es el caso del príncipe Mulay Hasan, heredero de Mohamed VI, que se pasea por los actos protocolares y se divierte con la moto de agua protegido por su escolta personal.
La monarquía, perteneciente a la dinastía alauita, es como un fantasma que sobrevuela al pueblo para controlarlo, quitarle libertad de expresión y perpetuarse en el poder en base a autoritarismo, desigualdad y corrupción. Por eso es menos respetada, más odiada y hay que echarla.

Rebeldía con movilizaciones y protestas
A partir del 27-30 de septiembre ha surgido el movimiento juvenil autodenominado “GENZ212” (“Generación Z1 de Marruecos”, con el prefijo telefónico +212) organizado mayormente vía plataformas como Discord, TikTok, etc.
Las protestas comenzaron como exigencias de mejoras en educación y sanidad, justicia social, y una vida digna. Estallaron a partir de la muerte de ocho mujeres embarazadas en el hospital Hassan II de Agadir, por falta de anestésicos y recursos para una intervención adecuada.
Los bloqueos de vías, los enfrentamientos y las manifestaciones se sucedieron en Rabat, Casablanca, Tánger, Marrakech, Agadir, Inezane, Ait Amira, Beni Mellal, Uxda, Temara, Leqliaa y otras ciudades y pueblos. Como resultado de la represión, hubo tres personas muertas, más de 400 detenidos y decenas de heridos. Y ya hay nuevas convocatorias a manifestaciones masivas.


La educación superior en huelga apoya a los jóvenes
El Sindicato Nacional de Educación Superior, que el martes 7 inició una huelga de 48 horas, ha denunciado que está en curso la adopción de una reforma que podría poner fin a la gratuidad de la universidad. Los docentes opinan que el proyecto de ley 59-24 “Es una elección estratégica peligrosa que corre el riesgo de hipotecar el futuro de la universidad marroquí y de la sociedad durante décadas” porque transforma el derecho a la educación superior pública en un privilegio para quienes pueden pagarlo, por estos motivos el Sindicato apoya las demandas juveniles.
Socios de Israel contra Palestina y Sáhara Occidental
Además Marruecos sigue actuando como poder regional opresivo. Se auto adjudicó la soberanía sobre el Sáhara Occidental en acuerdos internacionales con respaldo de los imperialismos e Israel, lo que ha fortalecido los vínculos militares y de seguridad entre ambos países. Israel ha proporcionado armamento, drones, y cooperación en seguridad, fortaleciendo ocupación del Sáhara Occidental, la represión, la violación de los derechos humanos y los abusos, principalmente a las mujeres saharauis.
La política traidora de Mohamed VI alimenta la normalización de las relaciones con el Estado sionista que quiere borrar del mapa a Palestina.

En el fondo de las protestas
Hay medios periodísticos que insisten en referirse a las revueltas con participación juvenil como la eclosión de la “Generación Z”1. Lo hacen basándose en el hecho que, más allá de las diferencias las expresiones juveniles rebeldes en Marruecos, Francia, Nepal, Madagascar, Kenia, Perú, Paraguay y otros países, presentan rasgos en común: no tienen líderes visibles, rechazan a los partidos tradicionales, son autonomistas, practican la acción directa -a veces radical- y se autoorganizan digitalmente.
Según los definen, representarían un cambio significativo tanto en la forma en que interactúan con la tecnología como es su ideal de que haya un mundo “más justo”.
Por otra parte, algunos cómplices de la monarquía hacen circular la falsa versión de que las protestas las alimentan agitadores saharauis e infiltrados del Frente Polisario.
Más allá de tal o cual “generación” y de las mentiras del régimen; lo que está en el fondo de las rebeldías es la continuidad de la grave crisis capitalista iniciada en 2008, del deterioro de las condiciones de vida que agranda la brecha de la desigualdad y ensombrece el futuro de millones de jóvenes, sean trabajadores, estudiantes o desempleados.

Polarización política y social como rasgo dominante
La situación mundial se caracteriza por una polarización creciente que se expresa con dos caras: el auge de la ultraderecha y el crecimiento de las luchas, huelgas, movilizaciones y rebeliones de los trabajadores, los pueblos y los jóvenes.
Aunque mucho se ha hablado del apoyo a la ultraderecha de parte de la juventud, principalmente de un sector etario de varones, también se está expresando una juventud que lucha. Las rebeldías juveniles vuelven a demostrar a cada instante que se trata de un sector fundamental para motorizar protestas por cambios radicales y causas justas. En las masivas movilizaciones y acciones contra el genocidio y por Palestina los jóvenes trabajadores o estudiantes, particularmente las mujeres, tienen un rol muy destacado. Los jóvenes constituyen un sector privilegiado para avanzar con las propuestas por la unidad con el movimiento obrero y por las ideas socialistas.

Enseñanzas y señales que no se pueden dejar de lado
Aunque lo sucedido en Marruecos de momento no se ha generalizado, cada vez que hay protestas en el Magreb, la memoria se remite hacia la “Primavera Árabe”. Fue una gesta cuyas tareas quedaron inconclusas y que ha dejado importantes conclusiones en lo que se refiere a la unidad de los procesos populares con el movimiento obrero y de dotarse de direcciones y organizaciones socialistas revolucionarias para triunfar.
Y como las causas que motivaron los alzamientos en el norte de África -las graves carencias sociales y democráticas- siguen vigentes es importante estar atentos a los acontecimientos aunque sean embrionarios.
También hay que tener muy en cuenta que, además de las necesidades sociales y democráticas, entre los pueblos árabes hay un gran rechazo al genocidio y crece la bronca contra los gobiernos traidores. Es una combinación potencialmente explosiva que está latente.
Apoyo a las luchas y salida de fondo
El colectivo GenZ 212 ha convocado manifestaciones a gran escala para el jueves 9, víspera de la apertura de la sesión parlamentaria que, como es tradición, estará marcada por un discurso del rey Mohammed VI ante las dos cámaras. A la par siguen exigiendo la dimisión del jefe del Gobierno y mejores servicios públicos en materia de salud y educación.
Apoyar la revuelta de la juventud marroquí y ¡Apoyamos los reclamos y nos solidarizamos con sus justos reclamos! ¡No a la represión, castigo a los responsables de las muertes! ¡Inmediata satisfacción de las necesidades sociales y democráticas! ¡Por la unidad de estudiantes y trabajadores, movilización, huelga general y autoorganización democrática!
En nuestra opinión, las experiencias de anteriores procesos demuestran que para triunfar es indispensable que los movimientos se doten de un programa que vaya más allá de las necesidades mínimas. Por eso decimos:
¡Abajo la monarquía, el régimen autoritario y corrupto !¡Ruptura de relaciones con el Estado genocida de Israel y apoyo efectivo a la causa Palestina!¡Fuera las tropas invasoras del Sáhara Occidental y reconocimiento del derecho a la autodeterminación!
Es fundamental la unidad con la clase trabajadora movilizada encabezando la lucha, avanzar en formas de autoorganización democrática y que se forjen nuevas direcciones y organizaciones socialistas, revolucionarias e internacionalistas. Para que gobiernen los trabajadores, con un sistema justo, sin explotados ni oprimidos, con plena democracia obrera, que solo puede ser el socialismo.
1.- Magreb: Es la adaptación al español de una voz árabe que significa «lugar por donde se pone el sol», (Poniente), la parte más occidental del mundo árabe, también conocida como noroeste de África.
2.-Generación Z: Se suele incluir en ella a las personas nacidas desde mediados o finales de la década de 1990 hasta finales de la década de los 2000 que han utilizado internet desde chicos y se sienten cómodos con la tecnología y los medios sociales.




