Irán, junto a Italia, es uno de los países más afectados por la pandemia de coronavirus. Incluso fuentes oficiales iraníes, cuya fiabilidad es dudosa, anunciaron que murieron más de 1.500 personas. Según fuentes independientes, la situación en el país es mucho peor. Aunque se sabe que el equipo de atención médica y la infraestructura de servicios de salud en el país son bastante insuficientes, el embargo a gran escala que se impuso sobre Irán bajo el liderazgo del imperialismo estadounidense afecta gravemente el abastecimiento de productos médicos. Cientos de personas mueren cada día en a consecuencia de este ataque intencional al sistema de salud iraní. La política de sanciones del imperialismo estadounidense no se distingue de una masacre planificada, usa el coronavirus como arma contra Irán.
Las sanciones generalizadas agravan aún más la crisis humanitaria del pueblo iraní, que ya se encuentra hundido en la pobreza. Las fosas comunes son ahora una realidad dramática en Irán. En el informe sobre el nuevo tipo de coronavirus (Covid-19) preparado por científicos de la Universidad Técnica del Sharif, se estima que el número de muertos será de alrededor de 12 mil en el escenario más optimista. En el peor escenario, el número de víctimas fatales superaría los millones. Frente a esta situación, el acceso urgente a medicamentos antivirales y equipos de atención médica críticos es muy limitado. Esto acelera la propagación del virus y aumenta el nivel de mortalidad. Debido al bloqueo económico, Irán no puede exportar petróleo, lo que impide que los iraníes pobres accedan incluso a necesidades básicas como alimentos. Por lo tanto, los mullahs capitalistas tuvieron que pedirle un préstamo de $ 5 mil millones al FMI, por primera vez desde 1979. El mundo no debe tolerar más esta masacre.
El régimen capitalista de los mullahs también es responsable de esta matanza. Subestimaron el peligro del brote desde el comienzo, difundieron información falsa, manejaron mal la situación e incluso arrestaron a quienes pedían un estado de alarma. Los trabajadores pobres iraníes pagan los costos de los riesgos generados por dicho gobierno además del fuerte embargo impuesto por el imperialismo estadounidense. Por lo tanto, los trabajadores en Medio Oriente y en todo el mundo debemos intensificar el llamado para que se levanten las sanciones contra Irán.
El sistema capitalista imperialista es el mayor enemigo de la humanidad y de nuestro planeta. Tenemos que unirnos y luchar para demoler este sistema.