Por Alternativa Socialista/PSOL
Pasadas las elecciones municipales, queremos avanzar en un debate con el conjunto de compañeres con quienes apostamos a la construcción de una herramienta política independiente y socialista.
La derecha se alinea para mantener la gobernabilidad
Para evitar la caída del gobierno de Bolsonaro, la derecha en su conjunto cerró un acuerdo de gobernabilidad que colocó al «centrão», con Maia y Alcolumbre presidentes de las cámaras parlamentares, garantizando la estabilidad gubernamental y la realización de las elecciones burguesas como garantía de orden institucional. Ese sector, frente a la derrota electoral del bolsonarismo, se postula como alternativa política burguesa y se fortalece ocupando el gobierno en muchas ciudades del país y avanzando en representación parlamentar municipal.
Incluso con la imposibilidad de reelección de Maia y Alcolumbre a la Cámara de Diputados y Senadores, la probabilidad es que, incluso con la fricción entre Bolsonaro y el parlamento por la futura disputa presidencial, el intento de mantener el mínimo de estabilidad, el «acuerdo», se mantenga en la burguesía para evitar la profundización de la crisis.
Frente a este escenario, se abre un debate en la izquierda y la vanguardia sobre cómo derrotar al gobierno de Bolsonaro y a todas las variantes de derecha para avanzar hacia una salida con perspectiva clasista, anticapitalista y socialista.
La izquierda del capital o falsos progresismos
En nuestro país hace mucho tiempo que el arco progresista tiene un proyecto: la conciliación de clases y la gestión de gobiernos al servicio del capital. Como lo fueron los 12 años de gobierno nacional petista, y como lo son los actuales gobiernos provinciales y municipales de todo el arco gubernamental del llamado progresismo o la «izquierda del régimen» (PT, PDT, PCdoB, PSB, etc).
Estas elecciones significaron un golpe para este proyecto. Son experiencias que se demostraron como falsas promesas ya que por más lindos discursos que tengan, no sirvieron (ni sirven) para mejorar la vida del conjunto de la clase trabajadora, ofreciendo más ajuste y políticas para mantener la ganancia capitalista a costa de más pobreza, destrucción ambiental y represión. Es por eso que son rechazados por gran parte de la población, representan lo que no funcionó y nada nuevo ni bueno tienen para ofrecer.
Aliarse con partidos burgueses o falsos progresistas que gobiernan para el capital, para enfrentar al bolsonarismo y la extrema derecha, es la mejor forma de darle aire al gobierno de Bolsonaro, permitir que llegue al 2022 y hasta que se recomponga para volver a postularse por 4 años más. Lo que lleva a un solo camino, una nueva desilusión en las masas que cansadas de ajuste buscan una alternativa política, pero rápidamente se encuentran con gobiernos que no están dispuestos a enfrentarse a esos intereses y se dedican a gestionar y garantizar las ganancias del 1%.
El PSOL fortalecido, se enfrenta a una encrucijada
El PSOL hoy surge como una nueva alternativa política por izquierda para millones, justamente por no ser parte del conjunto de partidos progresistas y de conciliación de clases que generaron gran frustración. Por eso decimos que estamos frente a una encrucijada y hay que decir cuál camino tomar.
En las elecciones presidenciales de 2018, muchos vimos con preocupación la asimilación del discurso de Boulos (entonces candidato a presidente por el PSOL), a la política del PT y Lula. El debate continuó en el período pre-congresal y se expresó en la tesis presentada por la dirección mayoritaria que proponía como política la conformación de Frentes Amplios contra Bolsonaro.
Hoy, este camino elegido por la dirección se profundiza con la candidatura de Boulos-Erundina en São Paulo, acompañado por la conformación de un «Frente Amplio Democrático» con PT, PDT, REDE, PCdoB y PSB, la alianza triunfante en Belém de Pará con PT, PCdoB, PDT, REDE y UP que coloca a Edmilson Rodrigues (PSOL) como intendente bajo un programa a la medida de la conciliación de clases y abandonando reivindicaciones fundamentales de nuestras luchas, el apoyo acrítico en Fortaleza a Sarto y a Manuela en Porto Alegre, y la claudicación completa con la alianza electoral en Recife con el PT y la candidatura de Marília Arraes.
El otro camino, el que elegimos los sectores y corrientes de la izquierda socialista del PSOL, es el único posible para acabar con el futuro de guerra contra el pueblo trabajador y pobre, la independencia de clase con perspectiva anticapitalista y socialista. Quienes de verdad queremos derrotar a Bolsonaro y toda la derecha tradicional, no tenemos otra alternativa que alertar sobre esta falsa expectativa del Frente Amplio y reafirmar nuestro compromiso con la construcción de una alternativa política independiente y socialista. Y por supuesto, fortalecer la lucha en las calles que damos las y los trabajadores y todos los sectores oprimidos, porque en definitiva ésa es nuestra única arma para hacer efectivo el Fuera Bolsonaro, fuera todo su gobierno y derrotar cualquier recambio que venga por derecha.
Es necesario unir nuestras fuerzas para enfrentar el rumbo de la dirección mayoritaria, esto es una prioridad. Llamamos a los compañeros y compañeras del MES, que representan un importante sector con representación parlamentar y extensión nacional, y con quienes coincidimos en muchos de estos planteos críticos hacia la dirección, a dar esta pelea juntos.
Las corrientes que conformamos el Bloque de Izquierda Radical, acertamos con la conformación del Bloque que elaboró la tesis “Por un PSOL de lucha, radical y de las bases”, pero éste acierto no fue acompañado por una política unificada en estas elecciones. Haberlo hecho nos hubiera fortalecido en las diferentes ciudades a la hora de dar los debates que bien supimos expresar en la tesis y en diferentes documentos, como así también en el debate estratégico de los rumbos de todo el PSOL nacionalmente.
Sin socialismo, no hay solución
No es gobernando con el capital sino contra él que podemos conquistar derechos y mejor nivel de vida para quienes vivimos de nuestro trabajo. Nuestra lucha permanente es transformar el orden actual y avanzar hacia un gobierno de los y las que nunca gobernamos, un gobierno de las y los trabajadores. Sin socialismo no hay solución, no es una frase armada, ni palabras para los días de fiesta, es una urgencia y una necesidad. La pandemia demostró la crueldad con que el 1% está dispuesto a lidiar para evitar la pérdida de ganancias capitalistas. El catastrófico nivel de destrucción ambiental. La constante precarización laboral y el desempleo. La irrefrenable suba en los índices de pobreza, indigencia y hambre. La opresión patriarcal y racista al servicio de acrecentar la explotación humana. Todas muestras de que vivimos una guerra constante a la que no podemos enfrentar sin la herramienta necesaria, un partido de trabajadores y trabajadoras que se enfrente al capital con perspectiva feminista, ecosocialista, antirracista y socialista a escala mundial.
Es por eso que militamos y nos organizamos, sumate y milita con nosotres.