Colombia: balance de la Asamblea Nacional Popular en Cali

Por Impulso Socialista – Liga Internacional Socialista

CONTRA LA NUEVA OFENSIVA PRECARIZADORA Y REPRESIVA DE DUQUE Y EL RÉGIMEN URIBISTA: A CONSTRUIR DESDE ABAJO UNA NUEVA DIRECCIÓN DEMOCRÁTICA

El estallido social le ha permitido al pueblo colombiano rebelarse en contra del gobierno autoritario de Iván Duque, en contra del régimen genocida y paramilitar del uribismo y hacer una experiencia con la burocracia sindical y política del Comité Nacional de Paro (CNP), pues hay un rechazo generalizado por su papel conciliador con el gobierno, esto ha hecho que la energía de lucha aún prevalezca lo cual se demostró este 20 de julio en las calles de las principales ciudades del país.

Después de que el CNP desmontará por completo el paro docente a manos de FECODE, negociar un pírrico aumento salarial para les trabajadores estatales y advirtiera en medios de comunicación que dejaría de convocar movilizaciones, el gobierno obtuvo un respiro y Iván Duque junto a todo el régimen salió a la contraofensiva impulsando la reforma tributaria 2.0, “una supuesta reforma a la policía” y desplegando aún más su brazo represivo estatal y paraestatal, principalmente contra les jóvenes de Primera Línea y así impedir cualquier brote de reagrupamiento que vuelva a levantar la movilización. 

Si bien disminuyó la lucha en las calles, es claro que queda una vanguardia que impulsa las movilizaciones en diferentes ciudades del país e intenta levantar las asambleas populares, pero al actuar de forma desarticulada y desorganizada no logra aglutinar, organizar y movilizar de forma más potente, puesto que carecen de un programa y un plan de lucha que permita superar el reflujo actual y genere mejores condiciones de pelea para afrontar la contraofensiva del gobierno Duque y el régimen uribista.


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Ante esta nueva situación del estallido social en curso, caracterizada por un reflujo de lucha y una contraofensiva por parte del gobierno y el régimen, producto de la ausencia de horizonte, de dirección, de una referencia desde abajo que oriente y canalice la energía que aún sigue activa, influya en los sectores organizados que aún no participan directamente de este proceso y nos lleve a salidas que les den verdadera solución a las problemáticas de la clase trabajadora y los sectores populares. Ya con el CNP totalmente entregado a las salidas parlamentarias y la dinámica electoral del 2022, puesto que está impulsando su llamado pliego de emergencia, en el parlamento como proyectos de ley, se han venido levantando iniciativas desde el mismo movimiento social. El fenómeno de las Primeras Líneas, especialmente la Unión de Resistencias de Cali, vienen impulsando una serie de espacios asamblearios con proyección nacional para ese sector, cuyo objetivo es la conformación de un nuevo partido político; las organizaciones sociales en cabeza de Congreso de los Pueblos, hicieron el llamado a la Asamblea Nacional Popular (ANP) a principios de junio en Bogotá, espacio que generó expectativa, ya que se proyectaba como escenario donde pudieran confluir las expresiones que salieron masivamente a la calle y no se sentían representadas en la autoproclamada dirección del CNP y sus salidas concertadas con el gobierno.

Si bien la ANP en Bogotá logró convocar un sector importante de la juventud, su tardía convocatoria, la ausencia de la fuerza sindical, de las organizaciones principales indígenas como el CRIC, las organizaciones campesinas, la mayoría de las primeras líneas, los procesos asamblearios populares de base, combinado con la hegemonización por parte del proyecto político de Congreso de los Pueblos, no se logró levantar una dirección, un programa y un plan de acción, que llenará el vacío de orientación existente ni convertirse en un polo realmente atractivo para los y las luchadoras que aún se mantienen en las calles.

Es así, como el capítulo de la ANP en Bogotá queda abierto, proyectando en el epicentro de la lucha en el país, Cali, una nueva convocatoria para los días 17, 18, 19 y 20 de julio, Asamblea nacional ya condicionada por los vicios burocráticos de sus convocantes.

La última ANP realizada en Cali, tuvo un sabor de victoria antes de iniciar, ya que el gobierno realizó todo un operativo nacional para impedir que los buses de las delegaciones de cada región llegaran al evento en la Universidad del Valle. La policía realizó retenes en todas las carreteras, realizó requisas y hostigó a les participantes. Esto demuestra que, el estallido social que arrancó el 28 abril si logró debilitar al gobierno Duque y por eso buscará liquidar cualquier intento de reagrupamiento de la movilización social, pero al estar aún vivo el movimiento en el país, no pudo impedir la llegada de las delegaciones a Cali, aunque sí retrasó la agenda.


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El problema central de la ANP es que varias de las organizaciones convocantes de la multilateral de fuerzas, principalmente Congreso de los Pueblos, quién era mayoría en el espacio, se opusieron a la necesidad de construir una dirección o coordinación unificada y democrática, principalmente por dos razones, la primera, aún no se han separado del CNP lo cual les impide avanzar en la construcción de un espacio alternativo, y la segunda,  al ser una fuerza mayoritaria en la ANP ven como oportunidad, la posibilidad de fortalecer su proyecto organizativo y electoral. Estas fuerzas políticas terminan siendo un tapón que impide que el movimiento logre construir una fuerza democrática que avance en las tareas de profundizar el paro y así derrotar al gobierno y al régimen. Por otro lado, al no haber otra alternativa que se referencie a pesar del rechazo generalizado, el CNP sigue teniendo la capacidad de convocatoria en la calle, impulsando las movilizaciones centrales como ocurrió el 20 de Julio, día no solo de conmemoración de la independencia, sino también fecha en la cual el gobierno presentaba su nueva reforma tributaria, escenario que gracias al ascenso social, aisló el tradicional desfile militar con  marchas en las ciudades principales, rechazando el llamado del gobierno a respaldar las fuerzas militares.

Para construir una coordinación nacional popular, democrática y de lucha es necesario discutir sobre el método para que todo surja desde abajo, en ese sentido vale la pena remarcar que Congreso de los Pueblos como fuerza mayoritaria dentro de la ANP decidió retirar varias de sus delegaciones antes de iniciar la plenaria donde se decidiría el programa y plan de lucha, lo cual hizo que estuviera casi vacío el coliseo de la Universidad del Valle, haciendo improcedente la plenaria. Por otro lado, está misma organización realizó un acuerdo con la iglesia y con la ONU a espaldas de la asamblea y sin informarle en ningún momento, para entregar la universidad a las 8:00 am del día 20 de julio, lo cual impedía que hubiese condiciones para la movilización que la misma ANP había convocado en Cali, ya que se fue vaciando el espacio y no había garantías de DDHH. Por último, ocurrió un suceso que rompería el espacio por completo y obligaría a las delegaciones y organizaciones más pequeñas a abandonar al espacio, ya que la guardia indígena y cimarrona junto a DDHH encontraron dos supuestos infiltrados con armas al interior de la plenaria, cuestión que además es confusa ya que uno de los supuestos infiltrados es reconocido por otros activistas como parte de procesos populares.

Frente a esto vemos necesario cuestionar estos métodos que impiden que la ANP avance y se convierta en un verdadero polo de atracción que organice a la vanguardia que sigue en pie. Nuestra propuesta es construir una coordinación nacional popular que sea elegida democráticamente en las asambleas regionales, que sean delegaciones revocables a partir del mandato asambleario cuya principal función, sea dinamizar la articulación nacional para unir las luchas alrededor de un programa y plan de lucha que impulse el ¡Fuera Duque! Y conquiste las reivindicaciones más urgentes en el marco de esta crisis económica y sanitaria, ya que es de carácter urgente volver a tirar la nueva reforma tributaria que el gobierno ya presentó y pretende se apruebe en agosto, una reforma que garantiza mayor ajuste a partir de políticas de austeridad hacia el Estado, es decir, reducir presupuesto para derechos básicos como salud y educación, además del riesgo de reducir salarios y generar despidos para los y las trabajadoras del Estado. Si hemos dicho que no existe una dirección que lleve las luchas hasta el final, que sea realmente revolucionaria y quiera transformar el futuro del país y del mundo, la tarea entonces es construirla. El reagrupamiento de les revolucionaries en Colombia en tiempos de incertidumbre y desesperanza por lo que pasa y lo que pasará más que fundamental, es necesario. Debemos ser esa fuerza que acompañe a la clase trabajadora y los sectores populares a que eleven políticamente su malestar, y que a su vez dispute con fuerza contra la burocracia sindical, los sectores oportunistas e instrumentalistas, con los electoralistas que retardan todas las luchas para después, con la derecha más retrógrada y reaccionara. Aunque no es tarea fácil, sí es apasionante, es seguir de cerca el curso de lo que miles de personas en las calles demuestran. Impulso Socialista en la Liga Internacional Socialista te invita a que seas parte de esto.

¡Por una coordinación nacional popular y democrática!

Fuera Duque – Uribe y todo su gobierno ¡Impulsemos las asambleas populares!

¡Por una huelga general que ponga a la clase trabajadora a la cabeza de esta lucha junto a todos los sectores populares!

26 de julio 2021