Chile: zanahorias, garrotes, excusas y definiciones en el nuevo gabinete

zanahorias, garrotes, excusas y definiciones

Luego de días de “filtraciones” de prensa, cahuines diversos y roces en los partidos de Apruebo Dignidad y sus “nuevos” aliados, finalmente Boric presentó a su equipo de gobierno en el frontis del Museo Nacional de Historia Natural en Quinta Normal. Una formulación, a decir del propio Boric, “para que las élites le pierdan el miedo a su proyecto” aunque no estén de acuerdo en todo. Analizamos aquí lo que muestra el nuevo gobierno y ensayamos una propuesta.

Por Joaquín Araneda y Martín Miranda

Un verano atípico se vive en el país, luego de años y años de los mismos rostros, la política se vio asaltada por nuevas caras y coaliciones. Nuevas fuerzas, aún sin consolidarse, hacen vida en la Convención Constitucional y en las calles, y la polarización fue protagonista los últimos meses con la irrupción de Kast y la dura paliza propinada en la segunda vuelta por los pueblos, utilizando la candidatura de Gabriel Boric como herramienta y con un marcado voto antipinochetista.

Es evidente que muchas cosas cambiaron y seguirán cambiando, como también lo es que hay muchas cosas que siguen igual y corresponde analizar la realidad más allá de las expectativas y los deseos, apelando a la objetividad de quienes dejamos todo en las calles por cambiar el Chile de los 30 años y seguimos embarcados en esa pelea.

Zanahorias y garrotes 

Más allá de los nombres, es fundamental tener en claro que el gobierno de Gabriel Boric ha puesto en marcha una nueva coalición, que lejos de volcarse a la “izquierda” se ha corrido al centro político, insistiendo con fuerzas y personajes que han recibido el repudio popular en todos los últimos procesos electorales. Al momento de “ampliar la base de sustentación” del gobierno, no buscaron una mayor participación de los movimientos sociales, de las fuerzas populares, de las expresiones surgidas luego de octubre. Todo lo contrario, piezas clave de la nueva estructura de gobierno provienen de las fuerzas conservadoras, particularmente en el terreno económico (motor del resto de los engranajes). La incorporación del PS con 4 ministerios y otras fuerzas como el PPD o el Partido Radical (escenario que nos remonta a las discusiones de frentes pre electorales fallidos) es claramente un mensaje a los poderes económicos del país, un “aquí no venimos con fiebres rojas” como declaró el Presidente electo a La Tercera. 

Esta nueva configuración de la coalición de gobierno, parte entonces de un hecho que la marca de origen, quienes fueron señalados en las calles como responsables del desastre de los últimos 30 años, recibieron castigo electoral y repudio, pero regresan ahora nuevamente a tener en sus manos, nada más y nada menos que la política económica, para empezar. Como mínimo es antidemocrático y una burla abierta a la voluntad popular. 

Solo como ejemplo de lo anterior, declaró Boric sobre el futuro ministro de hacienda: “(…) creo que en el caso de Mario Marcel en particular, tiene una trayectoria y una experiencia en el Estado, en la dirección de presupuesto, en el Banco Central y también afuera, en el Banco Mundial, en la OCDE, y esa trayectoria es incuestionable”.

Su experiencia y trayectoria no solo no es incuestionable, sino que una vida de servicio al alero de los poderes económicos nacionales e internacionales, responsables de la catástrofe de nuestro país y la región, deben ser fuertemente cuestionados y repudiados, no es esa la “experiencia” que nos llevará a que se terminen las AFPs, no es esa la experiencia que apunte a la gratuidad de la educación y que sea de una vez por todas, considerada como un derecho inalienable y no un bien de mercado (como esta misma camada gobernante gritaba en las calles el 2011), a la mejora de la calidad de vida de las mayorías. Aunque también es evidente el mensaje que genera el futuro gobierno en sumar a un neoliberal en Hacienda, coherente con una perspectiva que ya había planteado Ricardo Ffrench-Davis, asesor económico de Boric, “Cerrar las AFP hoy sería una tontera”. Es decir, lo “racional” para el próximo gobierno es mantener una línea de continuidad, lo demás es “tontera”, los pilares del modelo neoliberal impuesto en dictadura, bajo este concepto, no se tocan.


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Tan claro es esto, que Boric mismo señala: “espero que nos pongamos de acuerdo como sociedad, en el sentido de que hay metas de largo plazo que no van a ver resultados antes de las próximas elecciones y que, por lo tanto, muchas de las decisiones que tomemos no pueden estar mediadas por la ansiedad electoral y que hay frutos que no me va a tocar cortar la cinta a mí”. (idem 1) 

¿Con quienes nos tenemos que poner de acuerdo? ¿Con aquellos que negocian con el dinero de nuestras pensiones, saquean nuestros bienes comunes, violan sistemáticamente los derechos humanos, sociales, culturales, y medioambientales, y han hecho todo al servicio de una elite privilegiada en desmedro de millones? difícil llegar a un acuerdo, las experiencias previas en este sentido, no solo en Chile sino en todo el continente (podríamos decir en todo el mundo) indican que no hay diálogo posible con los dueños de todo que no termine en miseria creciente para las mayorías.

Teniendo en cuenta está realidad, estas declaraciones, lo “progresivo” del nuevo gabinete se vuelve ante nuestros ojos como una enorme “zanahoria”, un artilugio que pretende reflejar los enormes cambios de la realidad pero no para darles impulso, sino para anularlos, desarticularlos, despojarlos de su contenido y conservando su cáscara reluciente. Son 14 mujeres sobre 10 hombres, familiares ilustres, títulos académicos que abarrotarán las paredes de los despachos oficiales, brillos que amontonan ilusión y prometen decepciones. 

En ese sentido, sin hacer gala de todo del gabinete, podemos repasar algunos de los próximos ministerios que han estado en la publicidad de Apruebo Dignidad. En educación será el profesor disidente sexual y militante de RD, Antonio Ávila, que la prensa y los sectores afines al FA-PC difundieron como imagen de cambio, ya que a diferencia de viejos gabinetes, en dónde la profesión se alejaba del cargo, agitaron “un profesor ministro”, aunque también se demuestra que no basta con tener el título y mandatar la cartera, así ya lo ejemplificaron las DC Yasna Provoste y Mariana Aylwin, figuras del desmantelamiento de la educación pública en manos de la Concertación. Lo importante es ver la trayectoria política y en este caso, el militante de RD, fue Coordinador Nacional de Educación Media bajo el gobierno de Bachelet y también mantuvo labor en Educar Chile, espacio ligado al Estado y al ente privado Fundación Chile, principal promotor de la segregación educacional en el país, quienes tienen como socios a la transnacional minera BHP Billiton que saquea y despoja el territorio. Estas fundaciones hoy impulsan una iniciativa popular en la CC que mantiene el financiamiento privado en la educación, similar a lo actual.

Similar perspectiva mediática en manos de la propaganda del “progresismo” fue con la mayoría de mujeres que tendrá el gabinete, un hecho que sin dudas muestra una diferencia con los anteriores, aunque con las limitaciones del proyecto de continuidad del “a medida de lo posible”. Así podemos ver la nómina que comienza con la PS Maya Fernández en Defensa; continúa con Antonia Urrejola, cercana al PS y ex secretaria de Insulza en el organismo pro imperialista de la OEA; a la médica pediatra y gerenta de la Clínica privada Santa María, María Begona Yarza, quien fuera parte del Servicio de Salud Metropolitana Sur, designada por el gobierno de Piñera, lugar que enfrentó a las y los trabajadores de la salud que hoy la denuncia por la agenda privatizadora que comandó; en Desarrollo Social y Familia será la ministra Jeanette Vega del PPD, un su trayectoria mantiene el caso de corrupción en el ISP durante el 2002; en Deportes estará Alexandra Benado, futbolista, disidente sexual y ligada a DDHH, que además suma en su currículum de forma negativa las denuncias por maltrato laboral de trabajadoras y trabajadores del espacio de memoria Londres 38. La respuesta al movimiento feminista por parte de Apruebo Dignidad vino de la mano con el desembarco de la Concertación, quienes acompañaran con personajes como Carlos Montes o el ya nombrado neoliberal, Mario Marcel.

Por otro lado, los rostros del movimiento estudiantil del 2011 tendrán parte del gabinete con Giorgio Jackson (RD) en el Ministerio Secretaría General del Gobierno, al igual que Camila Vallejos del PC. El Partido Comunista también será representado en el Ministerio de Trabajo por Jeannette Jara.

Rostros más jóvenes o más coloridos, como lo ha denominado la prensa, marcan la imagen del gabinete, aunque con una trayectoria política que comenzó con los “30 años”, es por eso que una síntesis de dicha perspectiva la expresó la futura ministra del Interior y Seguridad Pública y ex presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches, al declarar que: “A mí como nueva ministra del Interior me va a tocar garantizar la paz. Quiero hacer un llamado a todas las organizaciones sociales. Este programa es profundamente transformador, le va a hacer bien a Chile. Va a estar mirando a las personas que han estado postergadas, pero requerimos garantizar también [la paz] (…) no quiero caer en la frase cliché de hacerle el juego a la derecha, pero obviamente nos fragilizan (…) El daño al orden público, el daño a los inmuebles, lo que ha pasado con las pymes en la zona cero es algo que me preocupa”. Es decir, zanahorias y garrotes para definir el porvenir del gobierno.

Excusas y definiciones

No perderemos mucho tiempo con las excusas, que han sido el motor central de la constitución del gobierno de Boric, que es “lo posible” sino la más fenomenal excusa para pintar lo conservador de vanguardista, una línea imaginaria pero potente que se propagandiza sin descanso “más no se puede”.  

Más interesantes, al menos para quienes vivimos y luchamos por hacer posible lo necesario, son las definiciones del propio Boric y su entorno. Repasemos entonces. 

  1. Nueva coalición de gobierno corrido al centro con licuación del ala “izquierda” y fortalecimiento de los sectores “ex concertacionistas”. 
  2. “Por un lado que las élites dejen de tenernos miedo. No espero que estén de acuerdo conmigo, pero sí que dejen de tenernos miedo” Asi lo afirmó Boric a La Tercera y refleja, junto con lo anterior, su disposición a tranquilizar a los dueños de Chile. 
  3. “El desafío que nosotros tenemos como gobierno es generar un nuevo orden” El planteo apunta a reconstruir el “Estado de derecho” según sus propias palabras, aunque sabiendo que no se podrán lograr “todos los cambios” un nuevo orden en el marco del capital. 

Estas tres definiciones, la trayectoria del propio FA y sus aliados y el contexto nacional e internacional implican una contradicción que no puede resolverse con declaraciones. Cada día más en el mundo y está claro que Chile no es un oasis, la tendencia es a que los poderosos se aferren a sus privilegios, se recorten las libertades y los derechos. Sin ir de lleno contra aquello, fortaleciendo las fuerzas transformadoras, los espacios de decisión de masas, desmontando el Estado al servicio del capital para dar paso no solo a nuevas formas, sino un nuevo contenido de formato social, apoyado en las necesidades y decisiones de las mayorías justamente en contra de los privilegios de la minoría, termina el proceso en fracasos y abren paso a la decepción. 


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Esta es, al menos, nuestra mirada. Sabemos que esa experiencia se hará en las calles y no basta con plantearlas, será un proceso que requerirá de la reconstrucción de las fuerzas de las calles, de la construcción de un programa y una organización para no ser pasivos espectadores de la experiencia, un camino que debe apostar por saltar los muros de la Convención Constitucional y sumar participación popular para garantizar cambios, los límites del próximo gobierno se comienzan a gestionar, en paralelo existe un desarrollo de Iniciativas Populares que deben sortear trabas parlamentaristas en la CC, que aún y lamentablemente, no se convoca a rodear en grandes campañas unificadas para que avancen las propuestas de las calles y no terminen siendo delegados los ánimos de cambio en maquillaje de lo viejo. Por eso también, además de analizar proponemos. 

Una herramienta política independiente para actuar en la nueva realidad

Las expectativas en el futuro gobierno aún son altas, respetamos a quienes, no solo en el país sino en la región, se esperanzan con las señales “progresistas” del gobierno, pero no compartimos el rumbo que se avizora. Desde nuestra fuerza llamamos a votar contra Kast para frenar el impulso de la derecha decadente, conscientes de que lejos estaba el camino de finalizar en ese punto.

El nuevo momento impone la construcción de un polo desde la izquierda consecuente, de base, con fuerte participación de la juventud, las y los trabajadores, las y los pobladores, el movimiento feminista, socioambiental y territorial. Una fuerza que sepa batallar por los derechos, enfrentar a la derecha y no delegar fuerzas en las falsas ilusiones. Un camino que desde ya puede comenzar a constituirse sumando participación social y político e impulsando el programa que se expresó en la rebelión que parte por la libertad de las y los presos políticos; el juzgamiento de los responsables políticos de ayer y hoy de las violaciones de DDHH; disolución a los pacos; el fin de las AFP; la recuperación de todos nuestros bienes comunes comenzando por el agua, el cobre y el litio bajo control social; por educación salud  estatal, gratuita, feminista y de calidad; por toda la agenda integral del movimiento feminista; y por otra democracia, de los pueblos y la clase trabajadora, sin castas políticas-empresiariales, para que gobernemos quienes nunca hemos gobernado. 

El Chile nuevo por el que ganamos las calles en octubre del 2019 no vendrá tranquilamente de los pasillos de La Moneda, se jugará en cada rincón en los próximos meses y allí apostamos a encontrarnos haciendo fuerte una alternativa para transformar todo.

Súmate para hacer posible lo necesario con nosotras y nosotros en el Movimiento Anticapitalista.